Los populares han presentado 45 alegaciones en base a las reuniones mantenidas con colectivos y particulares
El Grupo Municipal Popular ha presentado 45 alegaciones al Plan General Estructural de Castellón, una vez acabada la exposición Pública del documento. Según su portavoz, Begoña Carrasco, el Plan General Estructural “proyecta un Castellón sin futuro ni previsión de crecimiento”. Según Carlos Feliu, el documento es muy cuestionable, ya que presenta una reducción considerable de zona industrial que afecta, incluso, a zonas donde están implantadas numerosas empresas de Castellón.
Castellón Información
Los concejales del Grupo Municipal Popular, Begoña Carrasco, Carlos Feliu y Juan José Pérez Macián, han confirmado esta mañana en rueda de prensa, que su grupo ha presentado 45 alegaciones al Plan General Estructural de Castellón, después de que ayer se cerrara el periodo de Exposición Pública del documento,
“Son argumentos, a tener en cuenta por el bipartito, que surgen de las 50 reuniones que hemos mantenido, tanto con particulares, como con colegios profesionales, asociaciones vecinales y colectivos afectados. El documento urbanístico, objeto de las alegaciones, reduce el suelo industrial en un 70%, frenando la captación de inversiones y el asentamiento de nuevas industrias que permitirían crear riqueza y empleo en la ciudad”, manifestaba Begoña Carrasco, quien señaló también: “Estamos ante un documento que debería ser de consenso, ya que va a definir el modelo de ciudad para los próximos 20 años, sin embargo el bipartito ha excluido desde el principio al principal partido de la oposición y el más votado. Presentando ahora alegaciones es la manera de participar en el mismo”.
Tal como ha avanzado posteriormente Carlos Feliu, el Grupo popular ha puesto el acento en lo que considera que son los 5 errores estratégicos: "la drástica reducción de suelo industrial, el trato desigual en las viviendas de la Marjalería, la inseguridad jurídica en Crémor, la situación en que quedan los grupos periféricos y en las infraestructuras que son vitales para nuestra ciudad”.
“La reducción de suelo industrial, ha mencionado Feliu, supone un freno a la creación de empleo, que afecta de lleno a un sector tan fundamental como el cerámico. Con el modelo del bipartito, el suelo que contemplaban reservar algunas azulejeras -que generan más de 1.000 empleos directos-, al cambiar de clasificación, acaban con sus posibilidades de crecimiento. En términos generales, la propuesta de plan general convierte gran parte de los terrenos en no urbanizables, causando un perjuicio considerable”. “Además de reducir drásticamente el suelo urbanizable se triplica el suelo protegido, con los problemas que ocasionarán a los propietarios de terrenos agrícolas que pasarán a ser dueños de un suelo sobre el que no van a poder actuar”.
Marjalería
El concejal popular, Carlos Feliu, advierte que tras dejar sin efecto el Plan Especial de la Marjalería, “el nuevo Plan General Estructural no ofrece soluciones a las particularidades de esta zona. Hay preocupación porque deja viviendas con las mismas características y en la misma situación, con una calificación de suelo diferente. Las propiedades sin edificar son clasificadas como suelo rural, mientras que las edificadas, como suelo urbano residencial, premiando a los que infringieron la normativa. Y se fomenta el abandono de los terrenos no urbanizables, puesto que sus propietarios van a ver frustrado su uso residencial".
Feliu manifiesta al respecto: “Este plan no es integrador para la Marjalería, ya que supone una falta de conectividad en la zona”. “Frente a estas desigualdades proponemos dar un tratamiento global al suelo de la Marjalería, con una intervención mínima que garantice el cumplimiento de las leyes medioambientales, reconociendo el derecho de los propietarios. Es decir, mantener el Plan Especial protegiendo la Marjalería, pero también a los Marjaleros”.
Cremor
Con respecto a la zona de Crèmor, el concejal popular ha recordado que los vecinos de Crémor hicieron público su malestar e indignación por no ver reflejadas sus aportaciones por ningún sitio. “La planificación urbanística en esta zona supone de nuevo desigualdad e inseguridad jurídica”. “Hay que dotar (o renovar) a la zona de unos servicios, conectar viales, urbanizar, etc.., es necesaria la delimitación de una unidad de ejecución que integre todo el suelo, y dentro de dicha unidad de ejecución, deberá darse el tratamiento propio de las áreas semiconsolidadas, como así prevé la legislación urbanística valenciana".
Grupos Periféricosy Urbanizaciones de Montaña
Son numerosos los grupos periféricos, de pequeño tamaño, pero de mucha antigüedad, que no se ven reflejados como suelo urbano residencial, cuando ahora tienen la oportunidad de hacerlo, indica Feliu. "Por ejemplo, el Grupo Sagrado Corazón, el Camino Almalafa, la Carretera Alcora, Las Galeras, Perpetuo Socorro, La Unión o San Bernardo, entre muchos otros".
Infraestructuras vitales
Por otra parte, el concejal del Grupo Popular indica que el Plan General Estructural, tampoco clarifica cómo se van a resolver infraestructuras vitales para la ciudad, como son los nuevos accesos al Puerto (tanto viarios como ferroviarios), ni cómo se van a desarrollar y terminar las rondas de circunvalación que, sobre todo en la zona oeste, mejorarían la movilidad urbana permitiendo un tráfico más ligero y la interconexión de los barrios.
"La Estación Intermodal, que repercutirá en el beneficio comarcal, queda limitada en su crecimiento, el suelo ha sido calificado como agrario común y puede reconsiderarse en el futuro su calificación. Sin embargo, el límite de esta nueva zona industrial queda limitado con una gran pastilla de suelo rural protegido, que inhabilita la posible unión con una zona logística del término municipal de Almassora. Por ello, consideramos conveniente declarar esta zona como suelo industrial de nuevo desarrollo o calificarlo todo como suelo agrario común”, aclara el concejal, Carlos Feliu.
“Y con el objeto de no limitar los usos de la plataforma logística en el entorno de la estación Intermodal, consideramos que debe existir una reserva de suelo que haga posible en un futuro los accesos norte, tanto viarios, como ferroviarios”, concluye Feliu.
