El espectáculo de Xarxa Teatre, apoteósico. La lledonera, ‘els dimonis’ y un piromusical con el Rotllo y Canya culminaron la fiesta
Con el grito de ¡Magdalena!, en el balcón del Ayuntamiento, y la respuesta de Castellón: ¡Vitol!, se decía adiós a las Fiestas Fundacionales de Castellón del 2015, y se inicia el largo periplo para la Magdalena del 2016. El Desfile final, la Traca por las calles de Castellón precedieron al momento más triste de las reinas de la Magdalena. Pero el final de fiestas fue el mejor desde hace años. El espectáculo de Xarxa Teatre recogió, como nadie, el espíritu de la ciudad y su luz. La Lledonera se dio la mano con ‘els dimonis’ de fuego y un piromusical con el Rotllo y Canya culminó la fiesta.
Esperanza Molina/Castellón Información
Los últimos actos de la Magdalena del 2015 han culminado esta noche una de las fiestas más participativas de los últimos años de Castellón. Una semana de 11 días, con más de 200 eventos de calle, en los que miles de personas han disfrutado de lleno.
A las 22:30 horas comenzaba Desfile Final de Fiestas, que se formaba en la Avda. del Rey D. Jaime I (esquina con C/Zaragoza). Tras recorrer las calles: Avda. Rey D. Jaime I, Ruiz Zorrilla, Puerta del Sol, Gasset, Plaza de la Paz, Mayor y Arcipreste Balaguer. La cabecera del desfile, integrada por la Colla dels Dolçainers, en apenas 15 minutos llegaba a la plaza Mayor. la 
Germandat dels Cavallers, las gaiatas con sus 19 comisiones de sector, las Bandas Internacionales de Música de animación, y tras ellos las reinas Dunia Gormaz y Cristina Batalla con sus damas de la ciudad y la Junta de Fiestas, acompañadas por la Banda Municipal de Castellón. Todos ellos fueron recibidos por el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, y el concejal de Fiestas, Joaquín Torres, en la puerta del edificio Consistorial.
Las damas de las comisiones fueron instaladas en una tribuna situada junto a la plaza Pescadería. Reinas y Damas de la ciudad subieron a la planta noble del Ayuntamiento, y desde sus balcones intentaron sumarse al público en su final de fiestas. Encendieron entonces la Gran Traca Final, preparada por Pirotecnia Marti de Burriana.
La Gran Traca final forma parte de una larga tradición. Una vez prendida por las reinas de las fiestas, desde el balcón del Ayuntamiento, recorre las diferentes calles de la ciudad: Vera, Gasset, Puerta del Sol, Ruiz Zorrilla, Avda. Rey D. Jaime I, San Vicente, Ronda Mijares, Plaza de la Independencia, Zaragoza, Colón, Enmedio, Puerta del Sol, Trinidad, Ximénez, Plaza de la Paz, Mayor, Plaza Mª Agustina, Sanahuja, San Félix, Enmedio y Colón.
Cada año son más las personas que disfrutan de esta traca y dicen ‘su adiós’ a la Magdalena, corriendo bajo la traca, al ritmo de los petardos.
Es como si esa traca atravesara el corazón y marcará los tiempos que le quedan a la fiesta, como si fuera un reloj. Las fiestas, cuya intensidad ha sido absoluta durante 11 días, se acaban. Habrá otras fiestas, nuevas historias, nuevos protagonistas, nuevas actividades. El año discurrirá con otras vivencias, pero estas fiestas y todo su ciclo llegan a su fin. Difícil para quienes la han vivido y sentido. Un momento extremadamente complicado para todos los festeros, pero sobre todo, para sus reinas, que ponen fin a su Magdalena más especial.
Fue entonces, cuando las dos reinas, Dunia Gormaz y Cristina Batalla, cogieron el micrófono y exclamaron a todo pulmón: ¡Magdalena!. Y la ciudad entera se sumará a su grito respondiendo: ¡Vitol.
Después, y como premio para acabar la fiesta con fiesta, Xarxa Teatre se encargó del último espectáculo.
Xarxa recoge lo mejor de la fiesta en el mejor espectáculo
Si las estrellas solo pudieran iluminar Castellón no hubieran podido ser más felices. Y fueron las estrellas las primeras que se prestaron a defender a la capital de la Plana. Y para relatarlo, haces de luz, proyecciones sobre la fachada de la concatedral, torrentes de color sobre el público; sobre la gente todo tipo de motivos flotaban en el aire: globos, peces, estrellas, medusas y unas figuras de blanco, con sus paraguas, también blancos que guardaban, y daban las primeras luces al Castellón que nace, que mira con orgullo, que poco a poco genera su propia luz.
Y con toda esa luz se compone y se inflama la gaiata, símbolo de Castellón, de la tierra, de las costumbres, de la vida misma de la Capital de la Plana.
El escenario fue cambiando para dar cabida a la gaiata y con ella, a toda una evolución en la que la ciudad crece sin perder nunca de vista su ‘Orgullo de Tradición’. Nuevas proyecciones, nuevos motivos, danzarines del aire y una canción maravillosamente interpretada por Bárbara Breva, en la que Castellón aúna su pasado con su mirada en el horizonte, en su futuro: “Arrels i tradicións dira que som de Castellón”
Sonaron entonces las campanas de El Fadrí, y desde lo más alto se deslizaron otros danzarines, ataviados con el traje regional, para bailar sobre la pared de ‘el soltero’, el querido Fadrí. El y ella, romance de amor y ternura para un Fadrí solitario que se sabe todas las andanzas de la ciudad.
La concatedral se iluminó de verde, de vida, y la Lledonera nacida de la tierra que la venera, tomó parte también el espectáculo de la Magdalena del 2015. Varios cuadros de baile se movieron al son de la música y el folklore de Castellón, delante de la Concatedral, mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo desde la parte trasera de la Concatedral.
Fue entonces, con el alma llena de fervor por la Lledonera, con el calor de la fiesta en el corazón, cuando apareció ‘San Rorro’, el patrón de la Nit Mágica de Castellón. Los tambores empezaron a resonar, y a la llamada de San Rorro los ‘dimonis’ emergieron desde diferentes puntos para sembrar de fuegos artificiales la plaza Mayor de Castellón, ante la mirada pícara de la Mare de Déu de Lledó. Fiesta, tradición, respeto y sobre todo ello luz, la luz de Castellón.
El espectáculo no podía ser más completo, no podía retratar mejor al Castellón que rinde homenaje a su creación en sus fiestas fundacionales de la ciudad… ¿o si?
Al son del Rotllo i Canya, el homenaje a las fiestas de la magdalena cobró plena presencia. Las imágenes de Castellón, las de las reinas Dunia Gormaz y Cristina Batalla, reflejadas en la Concatedral, y los fuegos artificiales iluminando el cielo en un piromusical, al son del himno de la fiesta, coreado por toda la plaza.
La Magdalena 2015 se despidió con un estallido de luz, el del remate de los fuegos, en un castillo que dio por terminado el espectáculo y que dejó una sombra de nostalgia en el corazón de la ciudad, y lágrimas en los ojos de las reinas.
Aplausos, ovación para las reinas. Nadie quería abandonar la plaza…
Pero al final, la fiesta se acaba. La ciudad, como sonámbula, retornaba a casa. Maña es día normal.
Todavía las reinas tuvieron su despedida íntima, su último acto delante de la puerta de El Fadrí.
