Un millar de tambores y bombos han sonado al unísono y han contagiando una emoción especial a todo los vecinos y visitantes que se han acercado a esta localidad
Los hermanos Óscar y Jorge Carnicer, impulsores del taller de cerámica artística 'Alcora la Ilustre Cerámica” han sido los encargados de romper el silencio cuando las campanas de la 'Torre del Repés', de l'Alcora, han anunciado las doce del mediodía.
La gran sorpresa ha sido la presencia de Fernando Grande-Marlaska Gómez, magistrado español, y actual ministro del Interior del Gobierno de España desde 2018. Junto al ministro han participado en la tradicional tamborrada Rafa Simó, hasta hace unos días presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, y ahora cabeza de lista del PSPV-PSOE en las autonómicas del 28 de mayo por Castelló; la subdelegada del Gobierno en Castellón, Soledad Ten, el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí y el Teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón, José Gaspar Cutillas, entre otras personalidades.
La presencia de Grande-Marlaska se hizo evidente ante el despliegue de seguridad con el que este año ha contado tan solemne evento.
Tras la ‘rompida’, se ha llevado a cabo la procesión de los tambores. Una procesión que este año ha invertido su orden donde como novedad han sido los estandartes de las distintas cofradías participantes han sido seguidos por todos los cófrades de la localidad, las demás hermandades de la provincia y finalmente las autoridades.
Otra de las novedades ha sido el cambio del recorrido, probablemente por la presencia del Ministro del Interior, un recorrido que tradicionalmente discurría por la calle de los Moros hasta llegar a la plaza de la Iglesia y que este año ha llegado a la misma por la Plaza Nueva.
Una vez todos los participantes han llegado a frente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción ha sido cuando el párroco del lugar quien ha acogido a todos los tamborileros pronunciando unas palabras a modo de reflexión, recordando el significado del Viernes Santo. Posteriormente, el propio sacerdote ha vuelto a dar comienzo al estruendo sonoro que finaliza dejando patente el silencio solo roto por la ovación del público allí presente.
La capital de l'Alcalatén ha vuelto a vivir este Viernes Santo una Rompida de la Hora con la misma normalidad que antes de la pandemia de la Covid. Uno de los actos más destacados en la programación de la Semana Santa de la capital de l'Alcalatén.
Cabe recordar que la Rompida de la Hora es, desde 2018, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad declarada por la Unesco, además de tener con anterioridad el reconocimiento Bien de Interés Cultural, así como Fiesta de Interés Turístico de la Comunitat Valenciana.