El equipo de gobierno critica al PP por identificarse con las crítica de los vecinos e intenta desacreditar a los movimientos ciudadanos
El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Castelló ha aprobado definitivamente los presupuestos municipales de 2023 después de rechazar ‘por motivos técnicos’ las alegaciones presentadas por varias asociaciones vecinales. El gobierno ha desacreditado a los movimientos vecinales y ha acusado al PP de defender lo mismo que los vecinos.
El pleno extraordinario de Castelló ha sido una sesión de trámite, pero necesaria. Y es que los presupuestos aprobados el pasado 30 de diciembre no podían entrar en vigor si no se rechazaban las alegaciones presentadas.
Como ya informó Castellón Información, la gestión administrativa exigía: la prórroga de los presupuestos del 2022 porque los de 2023 no entraron en vigor a principios de año; el rechazo de las alegaciones presentadas por varias asociaciones vecinales, y la aprobación definitiva del presupuesto de 2023.
Al tratarse de un pleno extraordinario ha habido que votar ‘la urgencia’ de la convocatoria, que se ha saldado por unanimidad.
Otra cosa han sido las alegaciones presentadas, para las que se ha pedido debate.
La portavoz del Grupo Municipal Popular, Begoña Carrasco, se ha adherido a las alegaciones presentadas por estas asociaciones: Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castelló y por la Asociación de Vecinos de Rafalafena. La presidenta de la segunda estaba entre el público, el presidente de la primera no, porque los plenos se realizan ahora en horario laboral.
Porque, ha indicado, Carrasco, tienen razón al solicitar que se supriman las ‘obras absurdas’ que no pide nadie en lugar de actuar en mejorar las zonas de la ciudad que ya presentan una situación caótica. También se han sumado a la exigencia de incrementar el número de agentes de policía ante el incremento de la delincuencia. Y finalmente ha denunciado la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones con afán recaudatorio.
Le ha respondido Mónica Barabás, concejal de Hacienda en calidad de portavoz del equipo de gobierno. En la primera parte de su alocución, la concejal ha explicado los motivos técnicos por los que se rechazaban ambas alegaciones. Y es que, los criterios técnicos en este sentido no admiten discusión, las alegaciones no se ajustaban a los supuestos que podrían justificarlas y se traducían en meras reivindicaciones vecinales.
Pero, dicho esto, la concejal ha intentado ser crítica con la oposición con lo del ‘y tú más’, ‘cuando gobernaron’ o lo que ya se ha convertido en su expresión favorita para atacar a la oposición, ‘que están instalados en el rincón del vago’.
Y por si fuera poco, ha intentado desacreditar a los vecinos con alusiones a los presidentes de las dos asociaciones, que según ellos, eran cercanas al PP. Esto, dijo, porque la presidenta de una de las asociaciones que alegaban era ‘una concejal electa del PP’. Esta expresión no solo es incierta, es que el gobierno tendría que hacérselo mirar.
Para empezar, las reglas democráticas permiten a cualquier ciudadano poder alegar o protestar y no les resta valor porque hayan formado parte, en alguna ocasión, de una candidatura electoral (que en su caso no fue por el PP). Pero es que, además, una ‘concejal electa’ es la que sale elegida, cosa que tampoco se da con la presidenta de la Asociación de Vecinos de Rafalafena. Intentó hacer lo propio con el presidente de la Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castelló; que, por cierto, es sindicalista de Comisiones Obreras. No es el sindicato ideológicamente más cercano al PP.
Y para acabar de rizar el rizo, preguntó si no era muy sospechoso que los vecinos y el PP coincidieran en sus críticas a la gestión municipal…
La verdad, sospechoso o no, lo único que estaría reconociendo la concejal socialista es, que o su partido ha perdido la conexión con los movimientos vecinales, o que el PP tiene unas líneas de escucha más directas con ellos.
Sometido el punto a votación, fue aprobado con la mayoría del equipo de gobierno, el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos y VOX
