Caras largas, lágrimas, incomprensión ante los resultados en una noche larga y dramática
El PP vivió su noche más dramática desde hace 30 años. Caras largas, lágrimas, incomprensión entre los militantes, tal como se iban sucediendo los resultados. Avanzaba ya la madrugada cuando comparecieron los líderes en la sede que habían dispuesto en el Intur. El presidente del PP en Castellón, Barrachina, reconoció la derrota, de la que culpó a la fragmentación de la derecha, y tanto él como Begoña Carrasco llamaron al voto para el 26M.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Pese a lo que contaron todas las encuestas previas, el PP no lo vio venir. Quizá por eso, la derrota de esta noche electoral supo tan amarga, y las miradas se cruzaban con cara de incomprensión.
Como ya suele ser habitual, el PP realizó su acto electoral en la terraza del hotel Intur. Durante toda la jornada temieron la amenaza de VOX, pero cuando comenzaron a conocerse los resultados apenas podían creerlo. VOX, no había cumplido pronósticos, el PSOE multiplicaba escaños y el PP se desplomaba.
Mientras los líderes aguantaban el golpe en la sede del PP, algunos militantes, pocos, tomaban posesión de la terraza del Intur. Apenas una decena de personas, que se enfrentaban a un patio completamente vacío, con una impresionante tarima al fondo, y una televisión que daba los peores resultados que hubieran podido imaginar.
“No lo entiendo”, “no lo puedo comprender”, era el comentario más repetido. “Como han podido votar a Pedro Sánchez después de todas las que ha hecho?”.
De esta forma, la noche que pretendía ser triunfal, la de la recuperación, se volvía dramática por segundos y el acto se tornaba casi en un funeral. Hacía más de 30 años que el PP no vivía una noche tan amarga.
Es cierto que, como en los otros partidos, la mayoría de los militantes estaban de apoderados en los colegios electorales, pero aún así, los datos, las llamadas, los mismos militantes que habían pasado la jornada, mesa tras mesa, colegio tras colegio, no acababan de asumir una derrota que dolía tanto más, por cuanto se había perdido el voto en sus puntos más tradicionales donde siempre habían recogido triunfos.
Algunos se quejaban de VOX y de las predicciones que les habían augurado un ascenso tan importante, y que ahora también se disolvían al conocerse lo que decían las urnas.
VOX les había hecho daño, pero, además, el PP había perdido de forma escandalosa.
Los militantes tardaron en acudir al Intur, y los líderes del partido, se retrasaron aún más.
Fue mucho después, cuando ya Pedro Sánchez había presumido de su victoria por televisión, cuando se conocían los resultados del Senado, cuando Oscar Clavell hizo su aparición y comenzaron a llegar más seguidores.
Las esperanzas del PP todavía estaban depositadas en las Autonómicas. Pero el recuento de votos avanzaba... y tampoco las tenían todas consigo. “Necesitados dos más, a ver si ahora… todavía falta por escrutar…”
Poco antes de las dos de la madrugada llegaban los otros líderes al Intur. Las caras eran largas, muy largas. Los apoderados movían inquietos la cabeza a medida que arribaban con las carpetas de los resultados en la mano.
Habían comentado que no habría intervenciones hasta que terminara el recuento de las autonómicas, hasta que compareciera en Valencia Isabel Bonig, pero finalmente si lo hicieron.
La presidenta local del PP, Begoña Carrasco fue la primera en intervenir. “no esperábamos este resultado, por supuesto que no lo esperábamos, y creemos que nos merecíamos más… pero los ciudadanos han votado”. Insistía Begoña Carrasco, que intentaba transmitir esperanza a los suyos y los animaba a activar el voto para ganar las elecciones del 26 M.
Tanto ella como Miguel Barrachina, presidente provincial del PP, reconocieron la derrota, felicitaron al PSOE, y culparon del fracaso del PP a la fragmentación de la derecha.
Pero Barrachina fue aún más lejos y acusó, por una parte, a Vox, sin citarlo, de haber confundido y haber impedido con sus votos, que no les proporcionaban nada, el segundo escaño en el Congreso para Castellón. Y por otro, habló del sectarismo del PSOE, de su ingeniería electoral y de su campaña de descrédito a la derecha que ha originado esta división.
Se congratuló de que Castellón hubiera dado más votos al PP que otros territorios, aunque eso no soluciona la debacle, y llamó a los militantes a movilizarse porque, dijo, la segunda vuelta de estas elecciones es el 26 de mayo.
