Muchos parones, sobre todo en la parte fundacional, pero también representación de gran parte de la provincia
El Desfile de la Cabalgata del Pregón desfiló por las calles de la ciudad durante más de 4:30 horas. Vistoso, imponente, pero largo, mucho, con 32 grados de temperatura en la calle y parones injustificables en la parte fundacional. La representación provincial anduvo ligera, y en esta ocasión participaron muchos municipios. Personajes célebres se unieron a la comitiva. Participaron las Belleas del Foc de Alicante.
Cuatro en punto de la tarde, se disparaba un cohete y la Cabalgata del Pregó de Castelló se ponía en marcha desde la calle Sant Roc. 32 grados de temperatura al sol, 30 a la sombra.
Ya se había anunciado que sería largo, siempre lo es, pero en esta ocasión había mucha representación y más de 3.000 participantes (algunos hicieron doblete). Las sillas llenas y las calles colapsadas de público.
En la Tribuna de Autoridades, muchos políticos, los que lo son, y los que lo quieren ser a partir del 28 de mayo. Aunque también había ausencias de relevancia. No había ningún miembro del Consell para seguir la Cabalgata más impresionante de Castelló, y algunos, aún miembros del Botánico, no lo escondieron y se quejaron de ello en sus propias redes sociales.
El Pregón consta de tres partes, aunque en esta ocasión no había carteles para anunciar qué parte era cual y había que adivinarlo al ver el nombre de los grupos desfilantes y de las carrozas.
La primera parte, la fundacional, fue muy vistosa, pero también muy larga y con parones injustificables que sacaban de quicio a algunos de los representantes de la Junta de Fiestas, que no sabían cómo agilizar el desfile.
Abrían el Pregó los siempre presentes y nunca nombrados agentes de la Policía Local. Vaya un bravo para ellos, esta tarde tuvieron trabajo para dar y regalar, ellos y sus compañeros.
A continuación, llegó la Colla de Dolçainers i Tabaleters. Parece mentira que con tan solo una dolçaina y un tabal se pueda generar tanta fiesta y tanto ambiente de fiesta. Este año, además, fueron especialmente elegantes, con adaptación e las melodías tradicionales que encantaron al público. Se los ovacionó merecidamente.
Mitología y Fundación de la Ciudad
Y luego desfilaron los estandartes de la Colla del Rei Barbut, que precedían a una agrupación que defiende esa leyenda que un día soñó Pascual Tirado cuando se imaginó un Rei Barbut con su Infantona, que tenía que proteger su reino. La Colla de los gigantes de Tombatossals lo ayudaron a fundar ese reino que hoy es Castelló.
Difícil lo tuvieron los cabuts, y los gigantes, sobre todo los primeros que llevan esa enorme cabeza sobre los hombros y que prácticamente se ahogaban en el intento.
Los Moros llegaron este año con refuerzos. “Te vas a hartar de ver filas de moros”, refería un espectador cuando desfilaban los primeros. No le faltó razón, aunque los moros, con sus atavíos y sus comparsas moras no cansan nunca.
Cada Fila llevaba delante de si un jinete que hacía cabriolas con su caballo. La distancia que requieren las monturas entre las personas, para poder correr y guardar la seguridad, es mucha…
Aun así, de forma injustificable hubo un momento en que, después de las primeras filas, las siguientes se lo tomaron con calma. Los primeros ya se alejaban por Ruiz Zorrilla cuando todavía no habían aparecido los siguientes por la calle Mayor.
La espectacularidad de los moros que llegaron a continuación compensó más al público que a los organizadores. El cansancio, la espera quedaba sobradamente compensada para las familias, niños, padres, visitantes que los miraban boquiabiertos.
Pero para la Organización ese parón suponía retrasos y si el desfile ya era largo, presumían que aún lo sería más… que se haría muy tarde para cuando quisiera pasar la reina y el Pregoner.
Algo similar debieron pensar los desfilantes de la última parte (La local), que tuvieron que esperar más de 3,5 horas para formar y poder realizar el recorrido,
Con los moros, grupos de baile espectaculares. Como el que trajo Ana Botella, con unas temibles danzarinas que portaban cabezas de lobo en sus manos. Impresionaban.
Los judíos de l’Aljama también pusieron su nota de color. Además repartían con gentileza y generosidad dulces entre los más pequeños. Poca verdad en esa historia popular que los tachaba de ávaros. Los de Castelló, al menos, con sus carros y sus cestas fueron generosos hasta el extremo.
Bueno, tal como relata la historia de Castelló, las tierras de la capital de la Plana fueron un núcleo de convivencia bien avenida entre moros y judíos hasta que llegaron los cristianos.
En el Pregó no hubo guerras ni batallas, alguna queja, quizá por la potencia de la representación mora. Pero poco más.
Desfilaron els cavallers templers, con sus guerreros, damas, y la compañía de la carroza de Benedicto XIII, el Papa Luna que encarnaba a la perfección José Martí, presidente de la Diputación, acompañado por un Sant Vicent Ferrer, con el que la historia dice que acabó mal. Pero aquí, bien avenidos, Ximo Górriz y Pepe Martí, pusieron el sello de la iglesia donde no faltaron tampoco los obispos, ni los compañeros 'exiliados a Valencia'.
Tras ellos, La Host del Castell Vell, y otro grupo espectacular de mujeres-murciélago que parecía recién salido del Molí la Font de Castelló.
Els Cavallers de la Conquesta desfilaron con su joven escuadra y la Milicia templaria, ante la carroza que portaba a Na Violant D’Hongría y sus Dones de Companya.
La parte histórica dio paso al Centro Aragonés y luego, posteriormente a Escos de Aragón. Para rendir homenaje a aquellos aragoneses que formaron aparte de las huestes de Jaime I cuando vino a reconquistar la Plana, y cuya cultura se funde con la de Castelló.
Finalmente, en este tramo, el desfile se llenó de piratas berberiscos, con barco incluido. Representados por la Colla Bacalao, recordaron aquellas incursiones que llegaban desde el Mediterráneo y arrasaban con todo lo que pillaban.
En la historia de Castelló faltaba un grupo, los Trabucaires que rinden homenaje a la batalla del 9 de marzo de 1810, cuando Castelló se enfrentó contra el ejército francés de Napoleón. ¿No participaban los trabucaires?
Si, pero no fueron incluidos en la parte histórica sino en la local de Terme y Ciutat de Castelló.
Representación Provincial
Comenzaba la representación provincial, con los desfilantes de la Plana Alta encabezada por Benicàssim. Tras ellos desfiló Torreblanca, Almassosa, Cabanes, Torre d’Endomenech, Borriol, Benlloch, Vilanova d’Alcolea, Vilafamés, Sant Joan de Moró, Orpesa.
Por la Plana Baixa lo hicieron: Almenara, Tales, Suera… por cierto, que aquí volvió a desfilar el presidente de la Diputación, que hacía doblete en el desfile. La VBAll d’Uixó, Moncofa, Ribesalbes, la Llosa, Nules, Borriana y Vila-real.
Por el Alt Maestrat, Benassal, Alcalá-Alcocebre, Peñíscola, Xert, Vinarós Villahermosa del Río, y Santa Magdalena de Pulpis.
Por el Alto Mijares, Montanejos, y a Todolella. Y por el alto Palancia, Navajas, Soneja, Pina de Montalgrao, Viver.
En una de las carozas también estuvieron epresentados Xilxes, Jérica, o la Salzadella.
Ciudat y Término de Castelló
Era ya de noche cuando comenzó el recorrido la representación local, que tampoco fue pequeña: Escola Municipal de Dolçaina, Grupo de Ball Els Fadrins de la Censal, Grup de Ball Illes columbretes, la Nova Escola, La Torre Alonso, San Agustín y san Marcos, Asociación cultural Atzavara, Grupo de Dansa Ramell, la carroza de les Festes de carrer con una singular cocinera, la concejal de Turismo; Escola de Danses de Castelló, Carroza de la Asociación la Panderola, Grupo El Forcat…
Y entonces sí, les tocó el turno a los Trabucaires, algo descontentos porque no se les hubiera incluido en la parte histórica, pero con unos ‘petardazos’ disparados por sus trabucos que alzaban al aire.
Precedían a la carroza de la Bellea del Foc de Alicante y su Corte de Hornor. Els Millars Grupo de Danza… Las grupas, espectaculares y tradicionales de Castelló abrieron el paso a las Gaiatas, con sus estandartes y parte de su Comisión. Amenizaron la Colla de Dolçainers de la Plana y la Colla de Dolçainers del Grau.
Tras la Associació d’estudis tradicionals grup de Castelló, los 19 presidentes de las Gaiatas portaban a hombros la ‘cistella monumental de flors’.
Desfilaron las partidas y a continuación lo hicieron los Clarines de la Ciudad que entonaron la Marcha de la Ciudad, de Matilde Salvador. Con ese anunció, el Pregonero, Carlos Sorlí, a caballo, extendió el pergamino donde estaban escritos los versos del Pregó de Bernat Artola, que cantó delante de la Tribuna de Autoridades donde se encontraba la Alcaldesa.
Tras el, los prohoms y sequiers, la carroza de las madrinas y presidentes infantiles, y por fin, la de la reina de Castelló y su corte de honor.
Cerró el desfile la Banda Municipal de Castelló.
