Enrique Gauchia explica que sus vecinos se han saltado los precintos y ahora hay "unas siete personas"
La problemática en la C/Ramón y Cajal sigue abriendo un capítulo en su historia. Tal y como informó este diario, Enrique Gauchia es un vecino de la localidad de Oropesa que observa como la parte superior de su casa (a quien no le pertenece) se derrumba cada día un poco más: “caen cascotes todos los días”, narra por vía telefónica este vecino. Gauchia esperaba que el ayuntamiento hiciera algo ante su problema porque sus vecinos seguían acudiendo a la vivienda superior sin atender a razones, “saltándose los precintos”, asegura Gauchia. Es más, actualmente (según narra el vecino) hay siete personas en esta vivienda que se está cayendo.
Tàrsila Galdón/Castellón Información
En una entrevista a la alcaldesa de Oropesa, este periódico preguntó por el tema y María Jiménez se ha mostrado clara al explicar que se reunió con el vecino el lunes pasado (cosa que afirma el vecino) y asegura que cree que ha habido una confusión, ya que la casa “es privada”. Al ser un edificio privado y no público, el ayuntamiento no tiene nada que hacer: “le corresponde al vecino y a su vecina restaurar la vivienda”, explica Jiménez, también concejala de Urbanismo.
El vecino de Oropesa confirma que el ayuntamiento le informó de este hecho: “el arquitecto me dijo que era un fallo estructural y que era cosa mía y de la vecina de arriba”. Gauchia asegura que el lunes por la mañana fue a ver su casa el arquitecto y por la tarde, fue a hablar con la alcaldesa, quien asegura que el Consistorio ya ha hecho su parte, que es “iniciar un expediente, de hecho, ha ido el arquitecto para hacer un informe”, y continúa María Jiménez: “lo que sabemos seguro es que a quien le corresponde derribar o restaurar o lo que quieran, es a los propietarios”.
Esto pone en una tesitura terriblemente complicada a Gauchia, ya que la vecina de arriba, parece, no atiende a razones. Y esque Gauchia reclama al Consistorio que haga algo, cualquier cosa. De hecho, también ha presentado su situación a Consumo.
Pero la cosa es mucho más complicada…
Tal y como ha informado a este medio de comunicación el Consistorio, lo que han hecho ellos es tramitar el expediente que declare la vivienda en ruina. Pero claro, es que el papeleo legal para que este expediente sea una realidad, es terriblemente largo. La gran pesadilla de todos los ayuntamientos es precisamente, esos edificios en ruinas que no saben muy bien qué hacer con ellos porque: primero, tienen que encontrar a los propietarios y segundo, adentrarse en todo el proceso.
Todos en nuestra ciudad tenemos la típica vieja casa perdida en medio del monte que se está cayendo, víctima de historias de miedo por parte de los niños. Pero vaya, en el peor de los casos se puede declarar una vivienda como ruina inminente y entonces sí, el consistorio sí que puede desalojar a los vecinos porque supone, evidentemente, un gran peligro para los vecinos.
Pero…
Pero Enrique Gauchia tiene una verdadera cruz porque para que se llegue a este punto, la situación debe ser límite. Al fin y al cabo, son muchos los implicados y si alguien tiene que hacer algo antes que nadie, son los propios propietarios. Claro, si estos no ignoraran el problema.