La equiparación salarial de los Cuerpos de seguridad con las Policías autonómicas es una petición “de justicia”
El ‘tasazo turístico’, rechazado por la mayor parte de los diputados(PP y CS), dejó al descubierto ‘los complejos del PSOE’ y el ‘Juego de Tronos’ del Botánico en el pleno de Diputación, que si recogió más apoyos para el Parany con malla, para que “los niños no piensen que los pollos vienen de las fábricas”. Respaldo mayoritario a las Fuerzas de Seguridad, incluida la Policía Local, para que sus sueldos se equiparen a los de las policías autonómicas.
Esperanza Molina/Castellón Información
El pleno de la Diputación Provincial, correspondiente al mes de octubre, puso al descubierto ‘los complejos’ y ‘debilidades’ del PSOE frente a sus socios del Gobierno del Botánico con la famosa tasa turística.
Una tasa que no está todavía pero a la que si se espera, pese a que tanto los portavoces de Compromís, Xavier Trenco, como del PSOE, Virginia Marti, afirmaran, una y otra vez, que de momento era solo una propuesta que no figuraba en los presupuestos del 2018.
La moción fue presentada por el PP y su disputado de turismo, el vicepresidente Martínez. Tenía como propósito rechazar de nuevo la aplicación de este ‘impuesto’, pero también, poner en evidencia el ‘Juego de tronos’ que se cuece en estos momentos en la Generalitat Valenciana.
Y efectivamente, las sospechas salieron a la luz.
Ignacio Vallejo, representante de Castelló en Moviment, fue el más claro en su exposición. La agrupación se declara abiertamente contra el turismo, y su premisa parte de la base de que, puesto que hay que tener turismo, la tasa, finalista, que sirva para reparar el daño que pueda hacer tanto al entorno como a quienes lo sufren.
Por parte de Compromís, se intentó marear un poco la perdiz, en un ‘si pero ya veremos’, que al fin y al cabo grabará poco y ya se aplica en otros lugares de España y de Europa.
Pero la posición del PSOE era la más delicada, ya que el mismo secretario autonómico, y responsable de la Agencia Valenciana de Turismo, Francés Colomer, ha reconocido que la tasa no es conveniente y puede promocionar a la promoción turística de la Comunitat Valenciana. Y además, el Consell de Turismo también ha ratificado esta postura.
Así las cosas, la diputada socialista Virginia Martí, intentó tirar balones fuera durante su primera interpelación, asegurando que no había nada sobre la mesa, que la tasa no figuraba en los presupuestos de la Generalitat para 2018 y que el PP hablaba de oídas con la intención de generar polémica…
Pero claro, en su turno de réplica la diputada, algo más lanzada llegó a señalar que una tasa, que podía establecerse en torno al 0,5 a 2 euros, no sería tan negativa para el sector… y aquí, los rumores se convirtieron en certezas y la diputada socialista ya no tuvo marcha atrás. Solo le quedó una salida, huir hacia adelante echando mano de argumentos de programa, como el derroche del PP al frene de la instituciones valencianas.
La moción del PP fue defendida por el vicepresidente Andrés Martínez, también responsable de Turismo. Martínez solo tuvo que centrarse en un discurso que ya ha repetido incansablemente durante los últimos meses:
Que esta tasa va a ser contraproducente para el turismo en la Comunitat Valenciana y, más aún, para el turismo del interior porque “¿a quien le gusta que lo despidan con un impuesto?”. Que los empresarios, con los que no se ha consensuado esta medida, serán los primeros perjudicados, porque repercutirá en los precios y en su imagen. Manifestó también, que la tasa grabará doblemente a los ciudadanos de la Comunitat Valenciana, que son los primeros turistas de esta zona geográfica, y ya pagan sobradamente por los impuestos. Se refirió también a los puestos de trabajo y las oportunidades de desarrollo de la provincia, y alertó, que con este tipo de gravamen lo único que se conseguirá es disparar la ocupación ilegal y la economía sumergida.
Pero más tajante y efectivo fue el presidente de la Diputación, Javier Moliner que, con mucha ironía, se dirigió a la oposición y les preguntó si tenía validez o no el diario de las Cortes Valencianas y sus acuerdos “porque y me las creo”, afirmó, y es precisamente en esta institución donde el tema ya se ha puesto sobre la mesa y donde el PSOE se ha abstenido y ha dejado pasar la oportunidad de plantar cara a sus socios de Botánico, dejando claras sus posturas… Es lo que los populares han llamado esta mañana uno de ‘los complejos del PSOE’, obligado a tragar para seguir en el Gobierno.
Moliner recordó también, que el turismo es uno de los principales motores económicos de la provincia de Castellón y de la Comunidad Valenciana, suponiendo un 13,6% del PIB autonómico y un 13,3% de los impuestos recaudados en la Comunidad.
La sospecha del Grupo Popular en este tema, es que Compromís y Podemos presionarán al PSOE para la aprobación de la tasa, que se incluirá como una enmienda en los Presupuestos de la Generalitat para el 2018.
El rechazo a la tasa turística se aprobó con los votos de los diputados del PP y CS. CseM votó en contra y PSOE y Compromís se abstuvieron.
Defensa del Parany con cesto y malla
Polémico era también el tema del Parany, donde solo CseM se atrevió a mostrar su voto discordante.
La moción, presentada por el Grupo Socialista, se centraba en la petición de Apaval (Asociación de Paranyers ), para que la Conselleria admita la prueba del procedimiento del método de caza de pajaritos con cesto y malla. El objetivo de esta propuesta, es cumplir con la normativa que prohíbe una caza no selectiva, y por tanto persigue la legalización el método tradicional del Parany.
Castelló en Moviment dejó clara su postura desde el principio: estaban en contra de cualquier procedimiento de maltrato animal. El resto, sobraba. Y ni Compromís ni Ciudadanos quisieron entrar al trapo en un tema tan escabroso por el número de seguidores que tiene en la provincia de Castellón.
La defensa a ultranza de la moción fue realizada por José Benlloch, alcalde de Vila-real, que no ahorró esfuerzos en ningún momento. Comenzó indicando que se había criado en una familia tradicional y de tradiciones, en la que el Parany formaba parte de una forma de vida “y no por eso soy un delincuente”.
Sentada esta afirmación, criticó duramente a la Generalitat y a la Conselleria que no quiere ni escuchar nada relacionado con esta actividad. Habló de raíces, de historia, de tradiciones y hasta del desconocimiento juvenil hacia el campo y el mundo del que provienen, hasta el punto de que “los niños de ahora creen que los pollos vienen de las fábricas”. Estuvo a punto de arrancar alguna lágrima con la historia del ‘pobre pardalet’ petirrojo, salvado en la malla (porque es selectiva), anillado contra su voluntad con un aro que pesa casi tanto como él, sin que nadie le haya preguntado si consentía o no en ello…
Y en esta línea hizo del Parany una reserva espiritual de las antiguas enseñanzas que poco a poco se pierden apra siempre…
Los paranyers, desde el público, escuchaban embobados una alegación casi romántica del tiempo que se fue pero que no debe caer en el olvido. Y, poco a poco, Benlloch retornó al presente, para mencionar que no está demostrado que el Parany tenga que ver con el cambio climático, que haya diezmado la naturaleza… y que lo único que se pide ¡es que se estudie!. Que la Conselleria admita, al menos, que se investigue si la caza es selectiva o no… ¿Qué hay desaprensivos que pueden ejercer la actividad sin respeto?, como aludió CseM, ¡por supuesto!, dijo Benlloch, “pero por el hecho de que algunos conduzcan mal y no respeten las normas de circulación no se priva a todos los ciudadanos de su carnet de conducir.”
Tras esta intervención, el presidente Javier Moliner también puso su grano de arena en respaldo a los paranyers: “Si encerrar un pajarito en una jaula es un maltrato animal, no comeríamos pollo ni cerdo ni pescado…”
Se mostró a favor de la vida saludable y felicitó a PSOE, Ciudadanos, su propio grupo por su valentía al presentar este tema.
Se aprobó con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos. Compromís, que nos e atrevió a decir ‘esta boca es mía’ se abstuvo. Castelló en Moviment votó en contra.
Equiparación salarial de los Cuerpos de Seguridad
Fue uno de los primeros temas en ser abordados en el pleno, cuando el ambiente todavía estaba fresco… y la sala llena de público.
La propuesta fue presentada por Ciudadanos y defendida por Cristina Fernández; y tenía como objetivo, acabar con la discriminación salarial que sufren los Cuerpos de Seguridad con respecto a las policías autonómicas.
Una reivindicación, que también se extendió a la Policía Local.
Este tema trajo consigo alusiones al conflicto catalán y puso sobre la mesa las diferencias entre los grupos políticos ante lo que ocurre en Cataluña. Si para unos era de justicia por el trabajo que realizan los agentes, para otros era una forma de reconocer también su contribución a la democracia y, para los otros, un uso político de las banderas, y un premio a la represión.
Castelló en Moviment, se opuso. Para Vallejo era un juego político con las banderas de un país gobernado por el PP que se había bajado los pantalones con Alemania y Ángela Merkel.
Pau Ferrando, de Compromís, estuvo de acuerdo con el fondo, pero no con la ‘parafernalia política’ que representaban en este tema Ciudadanos, PP y PSOE.
Y Toni Lorenzo, en presentación del Grupo Socialista fue quizá quien mejor defensa hizo de la propuesta. Anunció de entrada el apoyo de su grupo, el PSOE por una cuestión e ‘Justicia salarial’. Puso de manifiesto los resultados de un trabajo, el de las Fuerzas de Seguridad, que han conseguido rebajar la tasa de criminalidad, y que la inseguridad ya no sea una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Y se refirió también a la necesidad de que esa equiparación llegara también a los policías locales.
El portavoz del PP y vicepresidente de la Diputación, Sales, aprovechó para referirse a los hechos de Cataluña y para poner en evidencia el comportamiento de ‘los mossos’, no por quienes integran este cuerpo, sino por quienes los mandan y la diferencia salarial entre estos y las fuerzas de seguridad, Guardia Civil y Policía Nacional.
Se aprobó con los votos del PP, Ciudadanos y PSOE. Castelló en Moviment votó en contra y Compromís se abstuvo.
¡Míreme a los ojos cuando le hablo!
El pleno aún dio para más. No en balde fueron casi cuatro horas de sesión…
Pero por no alargar más esta crítica, solo una referencia al rife- rafe entre los señores diputados José Benlloch y Toni Lorenzo, del PSOE con Salvador Aguilella, del PP.
Los encontronazos más notables fueron los siguientes:
Cuando se aprobó la propuesta socialista para pedir al Gobierno la mejora de los cuarteles e instalaciones de las Fuerzas de Seguridad, que defendió Toni Lorenzo.
Aunque ambos coincidieron en lo mismo, Aguilella no pudo evitar lanzar una dentellada personalizada sobre Antonio Lorenzo, en recuerdo de lo que hizo o no el PSOE cuando Gobernaba, en relación con el Cuartel de Onda.
Y cuando se debatían los créditos extraordinarios que la Diputación reinvertirá en aplicación del superávit del 2016.
Benlloch criticó una y otra vez la Ley Montoro y al Gobierno popular por su presión sobre los municipios. En un momento, Benlloch se dirigió a Aguilella y le dijo tajante: “¡Míreme a los ojos cuando le hablo!”.
Aguilella dio un salto en el asiento… y miró al presidente de la Diputación. Moliner le pidió moderación…
Benlloch volvió a dirigirse a él con ironía y lo trató de ‘sabiondo’ por su dominio de la economía y que dejara de darle clases. Aguilella intentó responderle una y otra vez. El presidente de la Diputación lo frenó de nuevo… “no entremos en temas personales”. Salvador Aguilella, suplicante estalló…. “¡Es que hasta me ha dicho que lo no le miro!” La cosa no llegó a más.
