El vicealcalde levanta un tronco hueco en el pleno para mostrar el estado de los árboles del Parque Ribalta
El último pleno del año del Ayuntamiento de Castellón discurrió con cierta ‘normalidad’ a pesar de la Campaña electoral. El tripartito aprobó la moción propuesta por Castelló en Moviment para que Castellón se declare ciudad libre de desahucios.. El vicealcalde, Enric Nomdedeu, hizo historia al levantar un tronco hueco, durante su intervención, para mostrar el estado del Parque Ribalta.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Se esperaba un pleno ‘movido’, por la cercanía de las elecciones; y largo, por la contundencia de algunos temas a tratar, como fue el Catálogo de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento, los presupuestos para el 2016, la protesta contra la creación de un nuevo Centro Comercial, o la declaración de Castellón como Municipio Anti Desahucios.
La sesión comenzó con cierto tono de ‘normalidad’ que fue establecido, desde el primer momento por la alcaldesa, Amparo Marco, que esta vez marcó los tiempo pero sin llegar a la exagerada postura de otros plenos; y que mostró una gran ecuanimidad y tolerancia aplicando el mismo rasero a todas las intervenciones, y dejando hacer sin intervenciones directas y con rigor, pero con desenfado.
Contribuyeron también todos los grupos y sus portavoces, con la sola excepción de Ciudadanos, que desde el primer momento intentó destacar los valores de su propuesta electoral, y se vio en jardines desconocidos que se convirtieron en selvas.
Todo estaba pactado de antemano, o casi todo. Los tiempos, la mesura de las intervenciones, y una cierta cordialidad para no convertir la última sesión del año en un mercado electoral. Este acuerdo previo no fue impedimento para que se debatiera, se mostraran los desacuerdos, se establecieran las críticas normales entre gobierno y oposición, e incluso, salieran a relucir los ingenios.
El colectivo de Unión por la Marjalería inundó el salón de plenos en sus inicios. Protestaron en silencio con pancartas donde se pronunciaban en contra de los derribos y se retiraron antes del debate del presupuesto.
El primer punto ‘conflictivo’, fue el que se refería a la plantilla municipal. Ignaci Vallejo, de Castelló en Moviment expresó claramente que su grupo tenía ideas propias, aunque colaborara con el equipo de gobierno. Recordó, que las cuentas municipales están controladas desde el Estado, por ley, por culpa de quienes gastaron más de lo necesario. Y anunció la conformidad de su grupo, aunque puntualizó: “esperemos que pasen las elecciones y acaben las quejas de aquellos que están en campaña”.
Intervino después la portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda, que después de saludar coloquialmente: “¡Hola!” Hizo mitin electoral con las propuestas de su partido. Hasta aquí era lo esperado. Pero sorprendió al personal, cuando justificó su posicionamiento en contra en que no se había contado con nadie y el bipartito había actuado a la sombra.
En su segunda intervención fue más lejos todavía al confundir catálogo de puestos de trabajo con cuadrantes de la plantilla, y mezclar situaciones y conceptos. Para cerrar con una conclusión que ni políticos ni periodistas llegaron a entender del todo porque resultaba fuera de contexto al confundir churras con merinas: “Si conseguimos aumentar las pernoctaciones no tendremos que subir los impuestos”?????
Le cayeron por todas partes. Empezando por el PP, cuyo portavoz, Juan José Pérez Macián señaló que habría que procurar que un concejal “viniera aprendido de casa” para poder defender los intereses de sus votantes sin caer en contradicciones, y explicando a la concejal la diferencia de conceptos. Hasta aquí el PP hizo de defensor del equipo de gobierno con la aquiescencia del resto de la Corporación que asentía con la cabeza.
En cuanto a la crítica del PP, no estuvo exenta de ingenio. Denunció que el catálogo se hubiera aprobado, por primera vez en años, sin el consenso previo con los sindicatos. Luego aludió a las plazas relacionadas con la alcaldía, ya sean eventuales o ‘reconvertidos’ por efecto transversal, y logró su mejor alocución al dirigirse a la alcaldesa para indicar que lo del bipartito era todo un juego de magia que no admitía otra explicación: “Ustedes prometieron rebajar el número de asesores” dijo, “pero lo que han hecho ha sido cambiarles de nombre y ¡tachan!, de las orejas sacan de la chistera una plaza para la alcaldía. Explíquenle a los vecinos, a ver si encuentran la bolita… ¿Y ustedes son los que nos llamaban trileros?”.
Enric Nomdedeu respondió con acusaciones al PP sobre lo que prometieron y lo que de verdad hicieron, centrándose en puestos como el mediador lingüístico contratado ahora.
Toni Lorenzo intentó rehuir el debate con Gabarda, pero acabó por responder a la de Ciudadanos, a raíz de críticas sobre el servicio de urgencias médicas, para recordarle a Gabarda, que el Ayuntamiento no tiene este servicio desde hace años. Al PP le indicó con ironía, que cuando lleven tantos años como estuvieron ellos, seguro que habrían aprendido.
Votaron a favor PSOE, Compromís y Castelló en Moviment, se abstuvieron PP y Ciudadanos.
Después llegó el debate del presupuesto, no había público.Pero la línea de debate fue similar. El tripartito hizo piña, el PP cuestionó la previsión, y Cristina Gabarda tuvo algunas intervenciones que clamaron al cielo, al desconocer completamente la estructura de presupuesto y su contenido.
Fue al final de este debate, cuando tomó la palabra el vicealcalde, como representante del equipo de gobierno, al que se había aludido en numerosas ocasiones por lo que dijo en la oposición y lo que hacía ahora en el gobierno. Y en su discurso, Enric Nomdedeu no dejó títere con cabeza refiriéndose al PP.
Aún en esta línea, sobre lo que hicieron y lo que hacen o nos han dejado, lo que nadie se esperaba era el golpe de efecto del vicealcalde, líder de Compromís en el Ayuntamiento, que levantó un tronco hueco sobre el hombro, para ‘demostrar’ al PP como les habían dejado el Parque Ribalta. La demostración de ‘aizkolari’ de Nomdedeu, no tuvo desperdicio.
El presupeusto se aprobó con los votos del tripartito.
En recuerdo de Pepe Prades
El Ayuntamiento en pleno guardó un minuto de silencio en reconocimiento al ingeniero municipal fallecido recientemente, Pepe Prades
Soporte al pequeño comercio
En Despacho Extraordinario se abordó sin debate una moción de de Castelló en Moviment para dar soporte al pequeño comercio frente a las grandes superficies comerciales. Todos votaron a favor menos Ciudadanos, que se abstuvo.
Gabarda pidió explicación de voto. Tomó la palabra y preguntó contundente: “¿Se ha elaborado un Plan de equipamiento comercial para la ciudad? No. Pues por tanto, Sr. Nomdedeu, diga lo que quiera pero no mienta”.
Y las caras del resto de la Corporación volvieron a ser un poema… dado que es obligatorio en el planeamiento de la ciudad y en el desarrollo urbanístico el establecimiento de áreas terciarias o comerciales en función de la población y el número de habitantes…
Castellón se declara Ciudad Libre de Desahucios
El último punto debatible del Despacho Extraordinario abordó una moción conjunta presentada por Castelló en Moviment, PSOE y Compromís, para declarar Castellón Ciudad Libre de Desahucios.
Para entonces la sala volvía a estar llena, esta vez por los representantes del Colectivo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
La Era una moción similar a la presentada por Castelló en Moviment en el mes de septiembre, que entonces fue rechazada por mayoría, con el argumento de que legalmente no era sostenible.
La moción recoge un acuerdo de14 puntos, que además de declarar la intención municipal de no colaborar ni favorecer desahucio alguno, insta al Ayuntamiento a tomar medidas contra los bancos que actúen contra los afectados o que no contribuyan a acuerdo o reserva de vivienda social.
Fue aprobada con los votos del tripartito. Se abstuvieron PP y Ciudadanos. Desde el público, aplausos a la aprobación, y un comentario ante las abstenciones: “la indiferencia es complicidad”.
Paz Beltrán, de Castelló en Moviment, expuso el tema, aplausos de los asistentes.
Defendió la abstención de Ciudadanos Cristina Gabarda, que acusó al equipo de Gobierno de no haber contado con ellos: “ellos son como Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como”. Y alegó después: “No podemos prohibir los desahucios desde el Ayuntamiento aunque no nos gusten, porque no podemos ir contra la legalidad. Por eso nos hemos abstenido”.
Pero el colectivo estalló en abucheos y en gritos de: “Si se puede”. La alcaldesa pidió silencio y el colectivo respetó. Ali Brancal, de Compromís, explicó las razones de su grupo y dijo que no eran medidas electoralistas.
Terminado el pleno, Ciudadanos y la PAH conversaron largo y tendido. Los primeros intentaron explicar que había sido una medida electoralista. Los segundos, intentaron concienciar sobre la gravedad del problema.

















































