El Tribunal coincide con la Audiencia en que los indicios aportados por la mercantil que lo contrató no prueban los delitos de los que le acusa
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha confirmado la absolución de un trabajador al que su empresa acusaba de estafarle con el suministro y venta de pescado para la hostelería en la provincia de Castellón.
Los hechos sucedieron entre 2013 y 2019. El trabajador fue contratado por una mercantil dedicada a la distribución y suministro de pescados y marisco desde su sede en Mercamadrid, tanto a pescaderías como sector de la hostelería y particulares.
El trabajador desempeñó su actividad, pero cogió una baja médica entre el 16 de julio de 2018 y el 19 de marzo de 2019. En septiembre de ese año fue despedido y en octubre se produjo el cierre de la empresa. Una vez cerrada la tienda física las llaves se entregaron al propietario del inmueble en la primavera del 2020. Cuando el propietario pudo acceder al local, allí no quedaba nada, ni maquinaria, ni utensilios que hubieran pertenecido a la empresa de Madrid que montó el negocio.
Ante esta situación, la empresa denunció al trabajador como presunto autor de los delitos de estafa agravada continuada, administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental. Entendieron que el trabajador habría podido falsear la contabilidad, quedarse con parte de beneficios no declarados, y posteriormente con los utensilios que debían haberse encontrado en el local.
Sin embargo, la Sección Primera de la Audiencia de Castellón absolvió en una sentencia fechada el pasado 14 de mayo a este acusado por de los delitos antes mencionados de estafa agravada continuada, administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental.
Los magistrados consideraron entonces, que no había quedado probado que el trabajador, que ejerció entre 2013 y 2019 como encargado en la provincia de Castellón de una mercantil con sede en Madrid dedicada a la distribución de pescados y mariscos, cobrara género a clientes sin facturarlo, omitiera albaranes cobrados en la facturación o no contabilizase el importe de algunas facturas.
El tribunal provincial tampoco halló pruebas tras la celebración del juicio, de que se quedase con maquinaria y utensilios de la empresa tras el cierre de la tienda física que ésta tenía en la localidad de Oropesa del Mar.
El TSJCV ha confirmado ahora la sentencia absolutoria tras desestimar el recurso de apelación formulado por la empresa, pues considera que la Audiencia, contrariamente a lo que sostiene el recurrente, sí analizó la documentación contable aportada a la causa, pero entendió que no era prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia.
La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
