En algún momento de nuestras vidas, muchos nos hemos encontrado en la disyuntiva de decidir si seguir en un trabajo estable o lanzarnos a emprender. Es una decisión compleja, sobre todo cuando la experiencia laboral no ha sido la esperada y la idea de seguir en una empresa parece más una obligación que una opción. Este es el caso de Sandra una compañera con la que no hace mucho tuve la oportunidad de hablar y me preguntó mi opinión.
Y es que, ¿qué pasa cuando ese trabajo ya no te motiva o te ha dejado un mal sabor de boca, y te preguntas si deberías dar el paso hacia el emprendimiento? La respuesta no es sencilla, pero una herramienta que puede ayudarte a tomar la decisión es tu marca personal.
Seguridad vs. Libertad. Dos conceptos contradictorios.
En este dilema, dos conceptos clave entran en juego: seguridad y libertad como le explicaba a ella. Cada uno tiene un peso emocional y profesional distinto. La seguridad en el empleo implica tener un salario fijo, beneficios laborales y la certeza de que el próximo mes tu vida no cambiará drásticamente. Sin embargo, esa "seguridad" puede ser una ilusión si no estás realizando lo que realmente te apasiona, además de que hoy en día la seguridad en un trabajo no existe, salvo que seas funcionario. A veces, lo que nos da seguridad también nos limita, especialmente si las condiciones laborales o el entorno no están alineados con nuestros valores y deseos.
Por otro lado, está la libertad que ofrece el emprendimiento. Ser tu propio jefe, decidir tu horario y dirigir tu propio destino suena tentador. Sin embargo, esta libertad viene acompañada de una gran responsabilidad, ya que todo lo que sucede en tu negocio depende de ti. Aquí, la seguridad que ofrecía el empleo fijo se convierte en incertidumbre, pero con la posibilidad de crecer de manera autónoma y alineada con tus valores.
Entonces, ¿qué hacer? Te invito a reflexionar sobre lo que realmente valoras: ¿Es más importante para ti tener un ingreso constante, o prefieres tener el control total sobre tu tiempo y tus decisiones, aunque eso implique correr ciertos riesgos? Para mí, siendo las dos fundamentales pesó mucho más la última como también le conté a mi amigo Suso durante una comida.
Descubre tu marca personal
Una forma de encontrar claridad en este dilema es comenzar a trabajar en tu marca personal. Tal vez hayas escuchado esta expresión antes, pero ¿sabes realmente qué significa? La marca personal es la huella que dejas en los demás. Es lo que las personas piensan de ti cuando no estás presente, lo que transmites con tus acciones, tu comunicación y tus valores. Es tu autenticidad al máximo nivel.
Una excelente forma de empezar a descubrir tu marca personal es preguntarles a las personas de tu entorno cercano: familiares, amigos y colegas: ¿qué tres adjetivos usan para describirte?
Recoge sus respuestas y verás cómo empiezas a identificar patrones que reflejan quién eres realmente. Esta información te ayudará a definir mejor tu perfil profesional y a ver con claridad qué es lo que te hace destacar en el mundo laboral.
Como afirma Tom Peters, uno de los mayores expertos en marca personal: "La marca personal no es lo que tú dices de ti mismo. Es lo que los demás dicen de ti cuando no estás en la habitación". ¿Qué es lo que dicen los demás de ti? Si no estás seguro, empezar a preguntar es un gran primer paso.
Por cierto, ¿qué te inspira mi marca personal?
A modo de resumen, elige desde tu autenticidad.
Tanto si decides quedarte en el empleo seguro como si te lanzas al emprendimiento, lo esencial es que actúes desde tu autenticidad. Escucha a las personas que te rodean, reflexiona sobre tus valores y lo que realmente te apasiona, y utiliza tu marca personal como brújula. La seguridad y la libertad son importantes, pero la verdadera clave para tener éxito y satisfacción profesional está en ser fiel a ti mismo y a lo que te hace único.
Recuerda, como bien dice el autor Seth Godin: "No te conviertes en una marca personal, ya la eres. La pregunta es, ¿quién quiere escuchar tu historia?"
Me encantará escucharte, ¿te animas?