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Los cambios fiscales propuestos pretenden ayudar a la continuidad de las Pymes familiares, pero no contribuyen al crecimiento, profesionalización y a la mejora de la competitividad.
Así se han expuesto las conclusiones derivadas durante una Jornada de actualidad organizada por la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València y que ha tenido lugar hoy, bajo el título “¿Se ajustan los cambios fiscales a los retos de las empresas familiares en la Comunidad Valenciana?”, y en el que participaron Enrique Beaus, Director Área Fiscal de Valencia de BROSETA Abogados y Javier Casas, Subdirector General del Instituto Valenciano de Administración Tributaria, y que ha sido moderada por el Director de la Cátedra, Alejandro Escribá.
En la jornada, el profesor Alejandro Escribá presentó los principales desafíos a los que se enfrentan las empresas familiares de la Comunidad Valenciana, destacando la importancia de las mejoras en competitividad, apoyadas en el logro de un mayor tamaño empresarial, apuesta por el conocimiento y los intangibles y creciente profesionalización, y el reto de la continuidad a través del relevo eficaz en el liderazgo de las empresas familiares. A continuación, Javier Casas expuso las Novedades fiscales en la Comunidad Valenciana y analizó el proyecto de Ley de Medidas Fiscales de la Generalitat Valenciana. Seguidamente, Enrique Beaus realizó un examen experto de la situación y una comparativa de la fiscalidad en las diferentes Comunidades Autónomas, destacando las grandes diferencias existentes tanto en el Impuesto sobre Patrimonio con en relación al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, y destacó la elevada carga fiscal, y la gran diferencia relativa, que deberán asumir las empresas valencianas.
Tras un interesante debate con los asistentes, se obtuvieron unas conclusiones de la jornada que apuntan a la necesidad de que se establezcan y expliquen claramente las prioridades y el objeto que persiguen las normativas que se elaboran. Asimismo, se destacó la importancia de modernizar las normativas fiscales para ajustarlas mejor a las condiciones actuales en las que operan las empresas y a sus grandes desafíos, la conveniencia de establecer marcos normativos más simples y claros, y la exigencia de una mayor armonización entre diferentes territorios y de una mayor estabilidad y perspectiva a largo plazo, más allá de la duración de las legislaturas políticas. Solo de este modo será posible ofrecer un contexto más equitativo, menos complejo, y más efectivo que contribuya a la mejora de la competitividad empresarial y su continuidad.