El GMP acusa a PSOE y Compromis de cambiar las reglas con el juego en marcha y CS aboga por adherirse al de la Generalitat
El Grupo Municipal Popular de Castellón ha anunciado esta mañana que no votará a favor de la propuesta del equipo de Gobierno para suprimir el código Ético de Castellón y adherirse al de la Federación de Municipios y Provincias. “Castellón tiene su propio Código desde 2006. En 2015 se endureció a petición de PSOE, Compromís y EU porque querían echar a Bataller y ahora que mandan lo suprimen y lo cambian para que no les toquen, sin consenso con la oposición. Esa es la transparencia del acuerdo de Fadrell”
Esperanza Molina/ Castellón Información
Los concejales del Grupo Municipal Popular de Castellón han manifestado esta mañana en rueda de prensa que se sienten atropellados e incluso ‘ninguneados’ por el Acuerdo de Fadrell. Lo hacían en referencia con el Código Ético del Ayuntamiento de Castellón, que afectará a toda la Corporación, pero que se va a aprobar sin contar con ellos.
Por decirlo de una forma suave, los ediles del PP están ‘rebotados’ y no es para menos. En 2013, Compromís, EU y Compromís exigieron la creación de una Comisión Ética, que aportara ejemplaridad a las instituciones frente a los casos de corrupción en la vida pública. En esa Comisión, a lo largo de un año, instaron a endurecer el Código Ético del Ayuntamiento, vigente desde el 2006, para que cualquier sospecha de corrupción quedara inmediatamente neutralizada y el concejal responsable, apartado de todos sus cargos.
El objetivo de aquella propuesta era el de poderle ‘cortar la cabeza’ al alcalde del PP que gobernaba entonces. Y el PP transigió. Se aprobó en pleno por unanimidad.
Pero ahora que PSOE y Compromís Gobiernan con Podem, la transparencia de entonces es papel mojado, y la ‘ejemplaridad' que deben ofrecer las instituciones ya no importa.
Y no solo eso, sino que, con todo el recochineo del mundo, el equipo de Fadrell que ahora manda, ni siquiera convoca una Comisión Ética para tratar el asunto, y lo lleva directamente a la comisión que precede al pleno, para imponer con su mayoría el Código Ético de la FEMP que ya estaba redactado en el 2015 y que les parecía pequeño para sus aspiraciones como oposición.
Este era el tema de fondo de la rueda de prensa de esta mañana, en la que el GMP hacía lo único que le han permitido hacer: patalear y protestar, porque la transparencia, el consenso y las buenas formas, solo fueron importantes cuando eran oposición, no cuando gobiernan.
Carrasco: "Esto es un atropello y un abuso de poder"
La portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, rodeada de los miembros de su grupo, calificaba de “atropello” y “abuso de poder” la decisión unilateral del gobierno municipal, liderado por la alcaldesa, Amparo Marco y los grupos de izquierda, de modificar el Código de Buen Gobierno, sin ni siquiera crear una comisión no permanente –como se hizo entre 2014 y 2015, cuando ya se modificó el anterior texto de 2006-, es decir, “sin apelar al diálogo, ni al consenso, ni a la transparencia, ni a la unanimidad de todos los concejales que forman parte de la corporación y, por tanto, firmaron este Código en el momento de tomar posesión de sus cargos”.
La portavoz del los populares recordaba que, en la legislatura de 2011 a 2015, el PP gobernaba con mayoría absoluta y aún así, aceptó la petición de la oposición; creó una Comisión de Transparencia y Buen Gobierno no permanente; escuchó y admitió lo que pedían los grupos de la entonces de la oposición y pese a no compartir lo que querían, endureció el código, que se aprobó por consenso y por unanimidad en pleno en abril del 2015.
Carrasco: "14 concejales van a tumbar lo que aprobaron 27 por unanimidad"
Frente a esto, manifestaba Carrasco, “las formas adoptadas por la alcaldesa Amparo Marco y sus socios Compromís y Podemos son bien distintas”. “Esta semana 14 concejales van a tumbar lo que aprobaron 27 concejales por unanimidad en sede plenaria. Quienes ahora gobiernan han optado por blindar, cuanto antes, su permanencia en el gobierno ante posibles imputaciones, cambiando las reglas del juego a su merced, sin contar con la opinión del resto de concejales en la oposición. Una manera de proceder que será legal, sí, pero desde luego ni es ético, ni moral, especialmente de quienes se llenan la boca hablando de transparencia, democracia o participación. Un nuevo abuso de poder, como ya hemos visto en la Junta de Fiestas o en el Patronato de Turismo”.
Para la líder de los populares en la ciudad de Castellón, “las prisas por cambiar cuanto antes el Código de Buen Gobierno sin contar con todos los concejales, es una muestra de deslealtad institucional. Si socialistas y nacionalistas insistieron en endurecerlo, especialmente la hoy alcaldesa, Amparo Marco, y la formación de Compromís, cuando estaban en la oposición, fue sólo para perjudicar a quien gobernaba entonces, sin ninguna intención de respetarlo y de aplicárselo ahora que gobiernan, como ha quedado demostrado. No creen en la democracia y en la igualdad para todos”.
De la misma forma, "Carrasco se ha referido a la alcaldesa de Castellón, de lo que defendía cuando era oposición y de lo que hace ahora en el Gobierno. Lo que decía Amparo Marco está recogido en las actas de aquellas reuniones: “En supuestos de imputación, en un caso de corrupción, solicitamos la suspensión cautelar de sus funciones”; “Si existiese apertura de juicio oral, el concejal en cuestión deberá devolver su acta. En caso contrario se le cesará automáticamente”; “El alcalde (imputado) deberá delegar sus funciones y, en caso contrario, todos los grupos municipales le instarán a ello” u “Opino que el momento de tomar medidas sería el día en que se va a declarar el Juzgado, y al salir te dicen si has resultado imputado o no”.
Entonces, indicaba Carrasco, la Federación de Municipios y Provincias ya tenía aprobado el código al que ahora quieren adherirse, pero entonces no les servía como referente, pero ahora que gobiernan, resulta que si.
“Ese código manifestaba Carrasco, es muy laxo en cuanto a las imputaciones de concejales y alcaldes, y entonces no les parecía adecuado, será porque gobernaba el PP. Pero ahora van a cambiar las normas y adoptar un acuerdo que, pase lo que pase, no les va a afectar en ningún sentido ni modificará su estatus de alcaldesa y concejales del equipo de gobierno. Marco ha pasado de ser el látigo de la corrupción a relajar las medidas hasta hacerlas prácticamente inexistentes ahora que es ella quien gobierna”.
A los populares les sorprenden las prisas y la urgencia de querer cambiarlo a toda costa –este mismo miércoles en Comisión, para que pueda ser ratificado este mismo mes de diciembre en el Pleno-
“Si tanto interés tenían en cambiarlo, lo mínimo que la alcaldesa, Amparo Marco, y los portavoces Ignasi García (Compromís) y Fernando Navarro (Unidas Podemos) podían haber hecho es tener la decencia de convocar la creación de una comisión no permanente especial con el fin de buscar consensos, como en un principio sí dijeron, simplemente, la misma oportunidad que se les brindó a sus formaciones cuando instaron a que se modificara y endureciera el Código de Buen Gobierno en 2015”. “Llama la atención que sea ahora y no antes, cuando parece que existen riesgos más que evidentes de que se pueda imputar a algún otro miembro del grupo socialista, es cuando les entran las urgencias y quieren cambiarlo por la vía rápida. ¿Qué esconden a los castellonenses? ¿Hay algún asunto que tienen sobre la mesa que los vecinos de esta ciudad desconocemos?”, se preguntan.
Carrasco: "las instituciones no son un circo"
El Grupo Municipal Popular ha avanzado que votará en contra de modificar el Código de Buen Gobierno. Para Carrasco, “las instituciones no son un circo. Puede que PSPV, Compromís y Unidas Podemos así lo crean, pero desde luego, el Partido Popular no. Gobernar es una cuestión muy seria. Y los castellonenses merecen el máximo respeto”.
"Los partidos del Acord de Fadrell acordaron 247 medidas en su pacto de gobierno, la primera que tomaron ni siquiera se dignaron a ponerla negro sobre blanco, como fue la subida de sueldos del 52% de la alcaldesa y todo su equipo, porque no aparece en el documento”. Y la segunda, “que sí está, es la que menos urgencia requiere, puesto que afecta solo al funcionamiento interno de la institución, pero no tiene una afección directa sobre el conjunto de los castellonenses. Mientras el paro sigue subiendo, y ya hay casi 14.000 parados. Mientras los impuestos siguen sin bajar, y por tanto siguen entre los más altos de toda España, y se anuncia que se va a pagar más por el recibo del agua o por morirse. Mientras la ejecución presupuestaria es bajísima, apenas un 50% de lo previsto, y el capítulo de inversiones solo del 28%... pues mientras todo eso ocurre, la única prioridad que tiene Amparo Marco es modificar el Código de Buen Gobierno para blindarse ella y los suyos”, apunta Carrasco.
Código de Buen Gobierno de la FEMP
Además de caracterizarse este texto por ser genérico y laxo con respecto a las consecuencias orgánicas plenarias que se derivan de posibles casos de imputación, el alcance y de la aceptación que ha tenido el código de la FEMP, es más bien bajo. Ni siquiera los municipios que aportaron representantes para la redacción del documento lo han asumido. A 30 de noviembre, solo dos de los ‘padres’ del Código de Buen Gobierno Local de la FEMP lo han incorporado: Vigo y Alcobendas.
Ciudadanos registra su adhesión al Código de la Generalitat
Por su parte, Ciudadanos, tal como avanzó esta mañana Castellón Información, ha pasado por registro una petición que todavía podría romper la baraja de las mayorías de Fadrell.
Su opción pasa por que el Ayuntamiento de Castellón se adhiera al Código Ético de la Generalitat Valenciana. Y resulta que esta opción no resulta desagradable a algunos de los miembros del equipo de Gobierno.
¿Podría romperse la votación en la Comisión plenaria del próximo miércoles?
El portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Castellón, Alejandro Marín-Buck, en nombre de su Grupo, ha solicitado por escrito a la Presidenta del Pleno y Alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, su propuesta "de adherirse al Código de Buen Gobierno de la Generalitat Valenciana frente al de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que proponen los miembros del Acord del Fadrell".
Marín-Buck ha indicado que "hoy, Día Internacional contra la corrupción, Ciudadanos como cada día, demuestra su compromiso con la regeneración democrática y por la dignidad y por eso no vamos a votar a favor de un documento, como es el Código de Buen Gobierno Local de la FEMP, –ha continuado diciendo- porque políticamente no compromete a nada".
El portavoz de Cs ha explicado que "el documento de la FEMP no tiene articulado el régimen sancionador, asigna a la Comisión de Gobierno Interior las funciones de evaluación de la transparencia, la calidad y el buen gobierno, negando la potestad y competencias del Pleno, siendo éste el máximo órgano de la Administración".
"Además otra propuesta sería corregir el defecto de forma del Código de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Castellón vigente y sustituir la palabra imputado (ahora investigado) por condenado por sentencia judicial firme", ha trasladado Marín-Buck.
Por último, el responsable de Cs ha recalcado que "en Cs no firmaremos un documento laxo y vacío de contenido, porque hemos venido para defender la dignidad y predicar con el ejemplo". "Es el momento para dialogar, debatir y consensuar un Código que compete a todos los responsables públicos de Castellón, los que estamos hoy y los que estarán en el futuro. Por tanto, exigimos diálogo frente al rodillo y la imposición", ha concluido Marín-Buck.