Nos protegen y disminuyen los efectos del sol tanto inmediatos como la aparición de manchas, envejecimiento o lesiones cancerosas
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Ya en primavera y con la vuelta a la “normalidad”, queremos disfrutar de nuestro tiempo y seguramente pasaremos más horas de lo habitual al aire libre, tomando el sol.
Por ello, debemos adoptar buenos hábitos y debemos aplicarnos una buena protección solar para prevenir los daños ocasionados por la exposición a la radiación solar. Los fotoprotectores actúan como filtros que nos protegen y disminuyen los efectos del sol en nuestra piel, bien inmediatos como las quemaduras o bien la aparición de manchas, envejecimiento, lo más grave lesiones cancerosas.
Cuando tenemos en nuestras manos, un fotoprotector lo primero que debemos fijarnos es en el factor de protección solar FPS o, en inglés, SPF. Básicamente, su valor se obtiene a partir de la exposición solar que ocasiona una mínima lesión en una piel con protección y sin protección. Sin extendernos más y a efectos prácticos, nos interesa que sea lo más alta posible, es decir, SPF50+. Y lo segundo, las siglas de las radiaciones ultravioletas. Hay tres tipos, (A, B y C), pero siempre se mencionan las dos primeras, A y B, como las que más afectan a la piel, mientras que las de tipo C son frenadas por la capa de ozono y no tienen, por ahora, ningún efecto.
Las UV-A son responsables del bronceado de la piel pero ocasionan arrugas y fotoenvejecimiento y pueden estar relacionadas con algunas lesiones cancerosas. En cambio, las UV-B son más energéticas, son claramente responsables de quemaduras solares y de cáncer de piel y el motivo por lo que nos recomiendan, por ejemplo, evitar tomar el sol en determinadas horas del día.
También debemos tener en cuenta que tipo de piel tenemos (grasa,mixta, seca, sensible), donde vivimos (ciudad, campo o playa), cuanto tiempo estamos al aire libre, o también, por ejemplo, la polución atmosférica. Y si la protección solar nos agrada con color y/o que nos sirva como una buena base de maquillaje.
Finalmente, una simple pero directa recomendación, la fotoprotección ya no es un tratamiento estacional, es necesaria a diario durante todo el año para minimizar al máximo los posibles daños en la piel (aparición de manchas, envejecimiento,..) provocados por las radiaciones solares.
-R.P.-
