Suelo recibir y reenviar a diario muchos whatsapps, que me llaman la atención por su simpatía, sentido del humor, contenido cultural o temas deportivos de lo más variados.
Sin embargo hoy voy abordar un tema, que no por conocido y comentado miles de veces, deja de interesarnos a todos los españoles responsables, tanto empresarios como empleados públicos o privados e incluso jubilados.
Todos los españoles que hemos pagado religiosamente nuestros impuestos a lo largo de nuestra vida y ahora recibimos las pensiones correspondientes a nuestras leyes, tenemos que rebelarnos siempre, contra el infierno fiscal al que nos tiene sometidos el Gobierno de Pedro Sánchez, que predica el conocido sonsonete de saturar de impuestos a los ricos para dar migajas de pan a los cientos de miles de pobres que genera con su incompetencia para acabar multiplicando parados, restando empresas, sumando impuestos y dividiendo los ingresos de muchos españoles.
Los mayores perjudicados y beneficiados en las circunstancias actuales son:
Los que viven para trabajar y producir y los subvencionados que cobran por no hacer nada.
Un conocido analista español de la Bolsa, José Antonio Madrigal, presenta el contraste entre un ciudadano español, que viva en España o que haya decidido establecerse en Andorra y fijar allí su domicilio fiscal:
Ese ciudadano, si tomamos como base los mismos ingresos brutos, percibe en neto lo que a continuación expongo:
RESIDENCIA INGRESOS BRUTOS INGRESOS NETOS
ESPAÑA 40.000 25.000
ANDORRA 40.000 38.000
FACTURACIONES ABONOS NETOS
ESPAÑA 1.000.000 360.000
ANDORRA 1.000.000 820.000
Se hace evidente en mi opinión, la voracidad fiscal española, frente a la sensata administración de los presupuestos generales de los andorranos.
¿Son ellos más trabajadores que los españoles o se administran mejor a niveles individuales?
Aseguraría que no.
Lo que ocurriría, es que el Gobierno Español, compra los votos de los parados que genera con su pésima gestión, pagándoles ayudas estatales inconcebibles, para comprarles los votos.
Y esa actitud tan nefasta y maquiavélica, se multiplica por mucho durante el último año antes de las elecciones.
La presión fiscal sobre unos se convierte en un infierno fiscal y las dádivas a los menos favorecidos y arruinados por el Gobierno con sus políticas de compra de votos, multiplican una Deuda Pública que ha llegado a extremos insostenibles, pero eso ni le preocupa a Pedro Sánchez ni a ninguno de sus ministros o palmeros, ya que saben que ninguno de ellos va a tener que poner dinero de sus cuentas corrientes bien abastecidas ya sea en España en algún Paraíso Fiscal.
Por no hablar del resto de tasas e impuestos provinciales o autonómicos, que pagamos en los municipios, provincias y/o comunidades autónomas gobernadas por social-comunistas.
Hasta la semana que viene amigos