Marisol Linares. Ex diputada del PP.
Esperanza es un vocablo que se deriva del latín “esperare” y eso es exactamente lo único que nos queda a los españoles una vez que el gobierno del señor Sánchez comience a caminar.
La situación actual de España, una vez que se ha consumado la investidura de Pedro Sánchez, es de una preocupación creciente, no solo por lo pactado, sino por los acontecimientos que día a día se suceden de forma vertiginosa.
Esperanza es lo que tenemos los españoles en la independencia de la ley y de la justicia española pues tenemos que confiar en los tribunales para que nos protejan frente a la política y a las promesas del señor Sáncheza los independentistas.
Esperanza en Europa, que como miembro de pleno derecho de la Unión Europea se nos obligue a cumplir con los compromisos económicos y presupuestarios frente a los derroches del gasto público de este gobierno de coalición, el más numeroso y caro de la historia de la democracia,que nos puede abocar a una crisis económica como ya sucedió en tiempos de Zapatero.
Esperanza en que la Constitución se cumpla y que el señor Sánchez no pueda cumplir con las promesas hechas a ERC evitando así que consigan sus objetivos.
En definitiva, esperanza de que este gobierno de coalición y mal llamado progresista no nos lleve a principios del pasado siglo XX como manifestaron los socios del señor Sánchez con una ideología cuyos referentes son la pasionaria y otros personajes del pasado siglo, tal y como pudimos escuchar en el debate de investidura.
Esperanza en que España mire hacia el futuro y en un largo pero corto espacio de tiempo podamos volver a votar con la esperanza de que los españoles sean conscientes del valor de lo que vale su voto.