Miguel Bataller. Jubilado
Los valencianos acaban de descubrir a la verdadera Mónica Oltra, Vicepresidente del Gobierno de nuestra Comunidad Autónoma para nuestra desgracia y desprestigio del valencianismo, aunque en este caso sería más adecuado hablar de su catalanismo militante, desde que se cambió su camiseta comunista por la de “catalina” ya que no nunca ha sido ni podrá ser catalana.
A mí nunca me han engañado ni ella, ni Nomdedeu, ni Pablo Iglesias, ni ningún comunista, populista o pseudo
nacionalista catalán, residente en valencia.
Cada uno de ellos va a lo suyo, sin importarles para nada ni España, ni la Comunidad Valenciana ni siquiera
Cataluña de donde les han llegado siempre los recursos para financiarse, hasta su llegada al poder valenciano, y por eso ahora se ven obligados a pagar en decisiones políticas las ayudas económicas que han venido recibiendo desde allí.
Pero como dice el refrán, “a cada cerdo le llega su San Martín”, que suele llegar en noviembre y también en ese mes le ha llegado a Mónica Oltra en forma de sentencia a su marido (creo que aún lo era en el momento de cometer el delito por el que ha sido condenado).
La Vicepresidente y si mal no recuerdo también responsable de las Áreas de Asistencia Social en los Gobiernos de Ximo Puig, hace unos años clausuró un Centro de Asistencia a Menores en Segorbe, porque uno de los educadores del Centro fue denunciado de abusos sexuales sobre alguna de la criaturas allí acogidas.
Fue expedientado el imputado, cerrado el Centro y con el tiempo cuando se juzgó a esa persona, la Justicia no le encontró culpable, pero el mal ya estaba hecho tanto para esa persona, como para el centro.
Nadie salió a disculparse por el error (si lo hubo) porque como bien sabemos todos los valencianos y españoles en general, la izquierda radical española nunca asume sus errores ni responsabilidades, ni se disculpa por ellos ni pide perdón, porque si lo hiciera, no tendría tiempo para hacer nada más que disculparse y pedir perdón.
Pero resulta que ahora que se ha dictado sentencia en el caso del ex esposo de Mónica Oltra y sí que se le ha
encontrado culpable del hecho denunciado, en los medios de comunicación valencianos apenas han salido
cuatro líneas y en muy pocos medios, publicado la sentencia y por lo que he leído este señor siguió trabajando en su puesto de trabajo hasta el día de la sentencia.
Así lo he leído en algunos medios y así lo analizo.
Incluso en alguno de ellos, se llegaba a decir que la chiquilla de 14 años víctima del abuso tuvo que ir a declarar en unas condiciones inaceptables y condicionada, pese a lo cual tanto los exámenes periciales como los testimonios aportados dejaban poco lugar a las dudas, por lo tanto la sentencia parece justa.
Esa criatura, en teoría estaba bajo la responsabilidad directa o indirecta de la Vicepresidenta del Gobierno, por
lo que no parece descabellado exigirle responsabilidades políticas a Mónica Oltra, no como esposa del delincuente, sino en razón de su cargo y más aún después de sus tajantes decisiones en el caso de Segorbe.
¡Nada de nada, un silencio sepulcral... y a seguir!
No soy quién para juzgarla y menos aún para condenarla sin escucharla, pero lo menos que se merecen los
valencianos, es que en su condición de Vicepresidente de nuestro Gobierno y miembro del Parlamento Valenciano, salga a aclarar todas estas dudas en sede parlamentaria para que los valencianos sepamos su verdad y sus argumentos.
Mientras no lo haga, siempre quedará la sombra de la duda sobre esta mujer, que tantas camisetas se ha puesto en el Parlamento, atacando a todo lo que se movía, con menos motivos de los que hay hoy, para pedirle explicaciones a ella.
La izquierda radical tiene que saber que no tiene patente de corso para delinquir