Falsearon documentos, emitieron facturas por incineraciones individuales que no constan en los crematorios y se beneficiaron con los cuerpos
Un Juzgado de Instrucción de Valencia acusa a cuatro personas de haber urdido una trama en la que se habría podido estafar a las universidades de Medicina, para sacar beneficio de varios cadáveres donados a la ciencia. Varios de los cuerpos se incineraron a la vez pero se pasaron facturas diferentes por los procedimientos. El juzgado emplaza a la Fiscalía para la apertura de juicio oral.
Un Juzgado de Valencia ha concluido la instrucción de dos casos, en la que una misma funeraria utilizaba los cadáveres de personas que, supuestamente, habrían donado sus cuerpos a la ciencia para beneficiarse a costa de ellos.
El tema se ha dado a conocer tras el auto emitido por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Valencia, tras una investigación en la que considera que hay indicios para considerar que se han cometido delitos de falsedad documental y estafa. El instructor entiende que hay indicios de que facturaron a dos universidades por incineraciones fraudulentas.
Donación de un cuerpo a la ciencia: Testamento Vital
El primer dato que hay que señalar, en este aspecto, es el que se refiere a la voluntad que una persona puede dejar por escrito, para ‘donar su cuerpo a la ciencia’ tras su fallecimiento.
Este procedimiento, denominado 'testamento vital' se utiliza para permitir a las universidades de medicina que puedan utilizar estos cuerpos para poder realizar sus investigaciones. Completada su utilidad, los restos se incineran y el gasto es asumido por esas universidades.
Una funeraria y cuatro personas investigadas por una trama fraudulenta
El tema no tendría por qué suponer mayor problema, porque los protocolos están correctamente establecidos. Sin embargo y, según detecta el juzgado de Valencia, una determinada funeraria habría podido ‘aprovecharse’ de la situación para generar beneficios fraudulentos. Como consecuencias de esta investigación habría cuatro personas investigadas.
Los hechos analizados apuntan a dos causas, que podrían ser independientes entre sí, pero que responderían a una forma de operar similar, y cometidos por la misma funeraria. Los investigados son dos empleados y dos responsables de la mercantil.
Falsificación documental: no había donado su cuerpo
En el primero de los casos, tal como indica el auto, según los indicios, los investigados “se confabularon para falsificar un documento donde se hacía constar erróneamente que un ciudadano francés fallecido, cuyo cadáver habían recogido dos de ellos en diciembre de 2022 del mortuorio del Hospital La Fe de Valencia y llevado después a una universidad privada, de Valencia, habría donado su cuerpo a la ciencia".
Se da la circunstancia de que el empleado que recogió estos restos mortales (uno de los acusados) habría enmascarado su identidad con un nombre falso.
Según parece, el objetivo de esta actuación era la de poder cobrar a la universidad una factura por servicios funerarios por valor de 1.331 euros, que se elaboró en enero de 2023. Con todo, la factura sería anulada posteriormente. Cabe señalar, que la documentación sobre el cuerpo había sido entregada tanto al Hospital de la Fe como al Registro Civil de Valencia.
Los incineraban con otros cuerpos y pasaban las facturas a las universidades
El segundo de los casos es más macabro todavía, ya que se centra sobre los trámites realizados por la misma funeraria con relación a los cadáveres de otras siete personas fallecidas entre octubre del 2000 y diciembre de 2022.
Como con el primer suceso, el juzgado entiende que existen “serias dudas” sobre la realidad de los documentos de donación de los cuerpos a la ciencia…
Pero es que con el segundo caso, hay indicios de que fueron incinerados de forma fraudulenta, porque supuestamente se introducían varios cuerpos en un mismo féretro y luego se facturaban por separado.
Entre los documentos a los que tuvo acceso el juzgado:
Hay nueve facturas por incineración de cadáveres por importes de entre 1.331 y 1.784 euros, que se giraron a una universidad privada entre enero de 2018 y 2023. Sin embargo no consta que estas incineraciones se hubieran llevado a cabo en ninguno de los crematorios de Valencia, por lo que esos restos se habrían quemado junto a otros distintos.
Constan dos facturas emitidas en 2021 a la Facultad de Medicina de la una Universidad pública de Valencia por los trámites funerarios de otros dos casos, de los que tampoco consta la cremación.
Entiende el Juzgado, que se trató de una trama de enriquecimiento a costa de la universidad CEU y la Facultad de Medicina de Valencia. Y llama la atención de lo penoso del tema, porque “no puede olvidarse que son restos humanos de personas que han fallecido, a los cuales se les debe tener cierto respeto y consideración”.
Con todo ello, el Juzgado completa la instrucción y emplaza a la Fiscalía y las acusaciones personadas para que soliciten “la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación, el sobrseimiento o, excepcionalmente , la práctica de diligencias complementarias.”