El próximo domingo 25 de noviembre Vila-real celebra la Fira de Santa Caterina, un mercado con una larga tradición en el municipio. En esta edición la feria contará con 286 puestos, frente a las 260 paradas del pasado año, es decir, un 10% más. Por este motivo en este mercado priorizan las paradas de productos artesanales como los dulces, turrones, frutos secos, figuritas del belén o juguetes.
El concejal de Comercio de Vila-real, Pasqual Batalla, durante la presentación de la feria, ha explicado que en la plaza Mayor se ha respetando la ubicación tradicional del mercado, "allí también irán, como, cada año, las entidades sociales y ONG". Batalla ha adelantado que, en esta feria, las paradas más numerosas serán las de frutos secos y golosinas, que suman un total de 35, y las de artesanía, que son 36.
"La Fira de Santa Caterina, con más de cien años de tradición, es una feria muy querida por los vila-realenses y incluso por mucha gente de la comarca" ha detallado el responsable de Comercio y ha recordado que el 25 de marzo de 2011 fue declarada oficialmente una
Fiesta de Interés Turístico Provincial. "Esta es una feria que aunque ha cambiado de ubicación o de fechas se ha podido mantener", ha comentado Batalla. El concejal de Comercio también ha recordado que se trata de una feria que ha alcanzado con los años "una mayor fuerza comercial y participación".