José Luis Serrano/Castellón Información
El sonido del teléfono en mi caso rompió la placidez de la mañana dominical y las palabras no pudieron ser mas contundentes ni la noticia peor: " Pepe Prades, si. Había bajado a comprar la prensa y al volver a casa se ha desplomado en el pasillo. Si, muerto en el instante".
Asi. Tan sencillo, tan duro. Parece como si la vida se parase en ese instante. No es posible. Y llegan los recuerdos. En tropel. Porque hay tantos...
Recuerdos de los altos claustros del viejo instituto Francisco Ribalta, donde nos conocimos y donde ambos cursamos nuestros estudios de bachiller aunque él dos años por delante. Allí empezó a forjarse su personalidad y su curriculum de magnifico estudiante, que luego confirmaría en Madrid donde con brillantez obtuvo su título de ingeniero de caminos, con las mejores calificaciones y premios.
Paralelamente Pepe Prades destacó siempre en la práctica deportiva, singularmente en el atletismo al que se dedico como corredor de medio fondo y campo a través, como juez arbitro y también como directivo.
Pero sobre todo él era (que extraño resulta hablar de Pepe en pasado), una persona cercana, positiva, buena, alegre, siempre con chascarrillo y un chiste que contar, siempre colaborador, siem pobre dispuesto a organizar algo a trabajar en pro de una iniciativa que tuviera que ver con Castellón, con el que siempre llevó en su cabeza y en su corazón, por el que trabajó y por el que soñó. Y por el que coleccionó. De todo. Fotografías, postales, libros, música... y yo que sé... Todo eso formará un legado; sin duda. Y muy importante.
Nos va a dejar un gran vacío. Todavía no nos hemos dado cuenta. Pero su personalidad era tan desbordante que muchas, muchas veces lo recordaremos y lo echaremos en falta. Ahora seguro que ocupa su merecido lugar en ese "Parnàs castellonenc" en el que ya esperaban personas como Angel Sanchez Gozalbo, José Sánchez Adell, Manuel Segarra, Bernat Artola, Vicente Sos Baynat, Miguel Bellido, Paco Pascual y un largo etcetera de personas vinculadas a la Societat Castellonenca de Cultura, de la que Pepe Prades era administrador.
Descanse en paz. Y a su querida familia nuestro cariñoso abrazo de aliento en estos duros momentos.
