En la zona del Baix Maestrat la situación es completamente diferente con un descenso de muertes
Los fallecimientos en la provincia de Castellón se han elevado por encima del 50% de lo que hubiera sido habitual en estas fechas. No todos están diagnosticados de Covid-19, pero casi todos son mayores de 70 años con infecciones pulmonares. Estos datos duplicarían las cifras oficiales. Con todo, el coronavirus no se ha cebado con la provincia y municipios como Castelló no ha tenido que poner en marcha su ‘Plan B’ para acoger los cuerpos en el Nuevo Cementerio y Sant José. En la zona del Baix Maestrat la situación es completamente diferente con un descenso de muertes.
Esperanza Molina/ Juanjo Benito/ Castellón Información
La cifra real de decesos en casi todas las zonas de la provincia de Castellón durante los últimos 15 días está muy por encima de las cifras oficiales que ofrece la Conselleria de Sanidad sobre fallecimientos de Covid-19. Pero conocer las estadísticas reales resulta casi imposible en estos momentos por varios motivos:
Por una parte, el Ministerio de Justicia, de quien depende el Registro Oficial, ha señalado a Castellón Información, que no dispone de los datos porque no todos los municipios de la provincia tienen registro informatizado y confirmados al registro central los fallecimientos registrados. Que posiblemente puedan tenerlos más actualizados cuando pase Semana Santa.
Por otro lado, crematorios y funerarias de la mayor parte de la provincia, reconocen que se ha incrementado notablemente el trabajo.
Un 50% de fallecidos más que en años anteriores
La situación, según ha podido contrastar Castellón Información tras consultar con muchas de estas entidades de la zona de Castelló y su entorno en la provincia es la siguiente: El número de fallecimientos es, al menos un 50% superior a los que se producen en situaciones normales y en comparación con los mismos meses de años anteriores. Casi todos los fallecidos son mayores de 70 años y en su certificado de defunción figura como causa una infección pulmonar.
Pero claro, solo el 40% de los decesos está registrado como ‘coronavirus’, porque se les ha realizado previamente el test del Covid-19 y dieron positivo, algo que no se puede confirmar al cien por cien con el otro 60%, porque no se les ha realizado la prueba.
Las familias pueden elegir entre enterrar o quemar a sus fallecidos, pero muchos de ellos, sobre todo los que se encuentran en zonas y municipios más cercanos a los crematorios, optan por la incineración. Y la razón, comentan fuentes autorizadas, es porque hay familias que temen no poder reutilizar los nichos o sepulturas para otros miembros de la familia si se endureciera la legislación por el efecto del coronavirus.
En este sentido, todos los crematorios han incrementado también su actividad. Prácticamente todos funcionan a diario y varias veces, hasta llegar al máximo de su rendimiento.
¿Más de 200 muertes en 15 días?
Las cifras que barajan son las siguientes: uno de los crematorios, con capacidad para efectuar de 4 a 6 incineraciones diarias, afirma que en una ‘temporada normal’, es decir, habitualmente y en años anteriores, apenas se realizaban de 4 a 6 cremaciones a la semana. En estos momentos, y desde que se agudizó la crisis del Covid-19, el número de cremaciones ha pasado a ser de 4 a 5 diarias. En una línea semejante se encuentran los otros dos crematorios de la ciudad, con una capacidad inferior en cuanto a sus condiciones, pero con una intensidad que también tiende a rozar el máximo diario, incluidos fines de semana.
Si a ello se le suma, que también hay familias que optan por el enterramiento de sus seres queridos ¿cuántas defunciones se están produciendo realmente y cuantas son debidas al coronavirus?. En un cálculo que, como se ha comentado anteriormente no se puede contrastar con cifras oficiales pero que se ajustarían a las cifras que reflejan cementerios y funerarias de la capital de la Plana y su entorno más cercano, el número de fallecimientos, durante los últimos 15 días sobrepasarían con creces los 160 e incluso podrían rondar ya los 200 decesos, si no son más, y solo una tercera parte estaría registrada oficialmente como Covid-19.
Comparativa con los decesos de 2018 y 2019
¿Mucho o poco? Para poder hacer esta valoración sería necesario también poder contrastar las cifras registradas en años anteriores.
Según los datos del INE del 2018, la capital de la Plana registró en 2018 un total de 1.369 defunciones, casi 115 defunciones por mes, o lo que es lo mismo, en torno a 57 durante 15 días. Muy por debajo de las cifras actuales.
Lo mismo ocurre si se comparan los datos del padrón de 2019 de Castelló, cuya cifra global fue de 1.441, o lo que sería lo mismo, 60 en un periodo de 15 días… Y aún podría ser más grave si se tiene en cuenta la distribución por edades en cuanto al padrón del año pasado, donde los fallecidos con más de 60 años fueron 1.268 a lo largo de todo el año. Los fallecidos mayores de 60 años en los 15 días del año pasado hubieran sido 53.
Realmente no se pueden mezclar churras con merinas, pero hoy por hoy es la única manera de hacerse a la idea de lo que de verdad está pasando y solo con datos relativos a la zona de La Plana. Los números no cuadran.
El Baix Maestrat rompe positivamente todas las tendencias
En el norte de la provincia, en la comarca del Baix Maestrat, la situación es más bien distinta a la que se vive en la capital de la provincia.
Tras consultar con varias funerarias que prestan sus servicios en esta zona, han explicado que la situación en cuanto al número de fallecidos en esta época del año es similar, incluso está ligeramente por debajo.
Todas las funerarias consultadas por Castellón Información han coincidido en este dato, así como que se han realizado pocos servicios fúnebres por personas que han fallecido por el Covid-19.
Una de las funerarias explicaba que han realizado tres servicios por personas fallecidas por el coronavirus, de los cuales dos procedían de Morella.
Medidas funerarias excepcionales
En cualquier caso, como a nadie se le escapa que las estadísticas oficiales del coronavirus se centran solo y únicamente a aquellos casos con tests positivos realizados antes de las defunciones, y que podría multiplicarse mucho el resultado real de los afectados por Covid-19, las medidas funerarias son excepcionales para evitar los contagios.
Por lo pronto, sea cual sea el motivo de la defunción, los cuerpos deben ser recogidos por personal especializado, debidamente protegido, y ser introducidos en unas bolsas grandes, más fuertes y resistentes, que no puedan transpirar al exterior. No se realizan autopsias, ni otras actividades tanatorias sobre el cadáver, por lo que se descartan pruebas posteriores que puedan confirmar o no que hubiera sido portador del virus. Una vez introducido el cuerpo en el ataúd, este se precinta y ya no puede volver a abrirse.
Los velatorios son reducidos a un máximo de tres personas, por supuesto con el ataúd cerrado y precintado. Y solo un máximo de tres personas pueden asistir al enterramiento o al momento en que se introduce el féretro en el horno crematorio.
Las funerarias reclaman más medios de prevención sanitaria
Tal como se ha señalado anteriormente, las personas que se ocupan de los cuerpos, deben ser profesionales dotados de protección sanitaria para poder evitar cualquier contagio.
En este sentido, algunas funerarias han reclamado a Castellón Información que se haga eco de sus peticiones: “Faltan equipos de prevención. Indicaba uno de los responsables. “Nosotros fuimos muy consecuentes con la prevención, pero aún así estamos al límite, los fallecimientos se siguen produciendo y nos quedaremos sin material sanitario de protección en muy poco tiempo”. “Necesitamos, Epis, monos, mascarillas… y los necesitamos ya”.
Castelló tenía un ‘Plan B’
Lo bueno de todo este panorama, es que la mortandad no ha llegado a la crudeza que se ha generado en otros puntos del territorio nacional.
Del mal el menor, el número de fallecidos no ha desbordado las previsiones ni la capacidad de funerarias, al menos en lo que afecta a la capital de la Plana y los puntos más cercanos. Y por lo que ha trascendido hasta el momento, tampoco en los otros municipios, aunque e este caso no ha podido contrastar toda la información.
Es cierto que funerarias, crematorios y cementerios tienen más trabajo que nunca, al menos en el presente siglo, pero muchos de ellos han señalado que tampoco han tenido que contratar personal auxiliar, y sobre todo, que enterramientos e incineraciones se realiza con relativa normalidad sin que tengan que buscarse lugares auxiliares donde almacenar los cuerpos a la espera de su inhumación.
En la capital de la Plana, la plantilla ha sido distribuida en los dos cementerios, el Nuevo y el de San José. Esa decisión se tomó como una medida de cautela, por si se producían contagios en cada uno de los equipos.
Por otra parte, las cámaras frigoríficas son suficientes para albergar los féretros, en el caso de que un día se puedan producir más decesos, para poder organizar de forma adecuada cremaciones o enterramientos.
Aún así, Castelló contaba también con un ‘Plan B’, que de momento no ha sido necesario. Consistía en habilitar todas las cámaras frigoríficas del Nuevo Cementerio, pero también las del Cementerio de San José. Aún así también se había realizado un planteamiento complementario, disponer de una de las salas de funerales, para guardar los féretros a la espera de poder inhumarlos, ya que disponen de un aire acondicionado que habría enfriado rápidamente la sala, para mantenerla a una temperatura adecuada… “Pero de momento, no hemos tenido que recurrir al ‘Plan B’
La desolación de las familias
El otro aspecto de toda esta situación es la desolación de las familias de los fallecidos.
Según comentaban desde Ildum, el sufrimiento de los familiares no tiene medida. “Ya es duro que fallezca uno de los seres queridos, pero el hecho de no poder acompañarlo en sus últimos momentos, de no poder despedirlo, ni realizarle un funeral, de estar respaldados con otros amigos, conocidos, familiares, es desgarrador”.
Y no es solo eso, comentaban las mismas fuentes, “Imagina lo que puede llegar a sentir una familia, cuando fallece un familiar, que puede o no haber sido de coronavirus, y que siempre piensa ¿habré tenido yo la culpa y lo habré contagiado?.
Desde este Crematorio Funeraria, ya se ha programado una ceremonia para cuando acabe el estado de confinamiento destinada a dar paz y consuelo a los familiares. “Muchos se sienten terriblemente solos, algunos con sensación de culpabilidad. Otros piensan que su familiar no merecía tal abandono, y todo que lo que está ocurriendo no es justo”. "Morir, indicaba, es parte de la vida, pero hay formas y maneras, y el duelo sirve para que los familiares se sientan más arropados a la hora de decir adiós. Han sido ellos los que nos los han pedido, que hagamos una ceremonia para poder decir adiós y sentirse reconfortados. Y lo vamos a hacer”.
