Actualmente, los fines de semana es posible ver que una mayor cantidad de gente "sube a Fanzara con sus cámaras"
Gemma Teodoro Baldó
Corría el mes de septiembre del año pasado (2014), cuando la localidad de Fanzara puso en marcha el primer festival de street art en un entorno rural. Todo surgió tras la lucha del municipio contra la instalación de un vertedero en su término municipal. De la Plataforma Antivertedero creada en aquel entonces, surgió un grupo de gente de la localidad buscando "hacer algo por el pueblo", tal y como nos confirma Javier López, uno de los encargados de este proyecto artístico.
Así, una cosa llevó a la otra, y "las diez personas que colaboramos en el ayuntamiento acabamos entrando en contacto con el colectivo Mur-Murs de Menorca, dedicado al street art", lo que llevó a la idea de convertir el pueblo "en un museo de arte urbano". De este modo, todas las obras que se van creando en muros y paredes tienen una vida ilimatada "de dos ó tres años, no queremos que estén veinte años los mismos".
Una vez establecido el proyecto, llegó el momento de conseguir la aprobación de los habitantes habituales del pueblo, que "a las primeras de cambio dijeron que sí", asegura Javier. Hasta tal punto ha habido coordinación entre ayuntamiento, artistas y gentes del pueblo, que en la primera edición del festival "las paredes, que eligen los artistas, se acabaron".
Actualmente, los fines de semana es posible ver que una mayor cantidad de gente "sube a Fanzara con sus cámaras". Para que no se pierdan detalle, desde el Ayuntamiento se ha elaborado una guía con indicaciones sobre los rincones que ocupan actualmente estos trabajos artísticos. Todos ellos realizados por artistas que llegan de trabajar en diferentes países de Europa y del mundo, y que se implican con Miau de manera gratuita. El Ayuntamiento "corre con el gasto de comida y alojamiento". Los vecinos, por su parte, se encargan de compartir con ellos "un buen plato de fideuà o un buen almuerzo".
Para que toda esta organización llegue a buen puerto en su segunda edición en el mes de julio, el colectivo Guau se encarga de elaborar todos los productos de marketing de una cita que ya ha sido recogida en los mejores medios internacionales, así como de contactar con todos los artistas participantes que seguirán dejando su impronta en los muros de este municipio.