El FAMM comienza su andadura, los talleres encandilan a los más pequeños y montaje del Mercado Artesanal
Tercera mascletá del Concurso Ciutat de Castellón disparada por Pirotecnia Turis. Fue una mascletá sencilla, aparentemente sin pretensiones, pero en su conjunto, perfecta. 182 Kg de pólvora, con un guión completo, que incorporó efectos de color en el inicio. Una mañana completa, en la que la música del FAMM de las Bandas Internacionales comenzó a inundar la ciudad y los espectáculos para los más pequeños ofrecieron espectáculos de todos los colores.
Castellón Información
La mañana del miércoles de Magdalena, en el ecuador de las fiestas, ha vuelto a concentrar público en todas las actividades programadas.
Mientras asociaciones y bpolíticos visitaban las bodeguillas de los medios, otros festeros de ‘a pie’ se concentraban en los mesones y ferias.
Hoy comenzaba el montaje del Mercado Artesanal, en el recinto de Ferias y Mercados.
Los niños tuvieron su propio espacio en los distintos espectáculos de animación organizados en distintos puntos de la ciudad. Concretamente, en la Plaza Mayor los talleres de juegos tradicionales con madera y elementos naturales sustituyeron con ganas a las nuevas tecnoclogías y los peuños se identificaron con la alternativa.
El FAMM de Música, animación y circo inunda ya las calles de Castellón. Las bandas internacionales ya han hecho presencia en Castellón y bailaban este mediodía en el recinto de Mascletaes.
Mascletá de Turís
El Concurso de Mascletaes Ciutat de Castellón presentaba hoy el disparo de Turís. Una pirotecnia que no falta nunca a su cita con Castellón, y que este año vino ‘a cumplir’ con la tradición.
El disparo
¡Pero ojo!, cumplir para Turis, se convirtió en una mascletá perfecta. Aparentemente, sin pretensiones, pero con un guión que no desmereció en ningún momento, con todos los componentes tradicionales de una buena mascletá. Efectos de color en el inicio del disparo aéreos, zumbadores, silbidos, chicharras, carcasas, masclets, truenos, con un ritmo que incrementó de principio a fin, bien enlazada y mejor coordinada, que levantó al público en el terremoto final con estallido aéreo en el remato. Soberbia.
El relato del pirotécnico
Gaspar Guaita, responsable de Turis, se medio disculpaba antes de realizar el disparo porque este año, comentaba, ha sido duro, muy duro. Él que ha disparado en Castellón desde la década de los 80 es de los que no se pierde una Magdalena, conoce al público y el público lo conoce a él. “Yo he disparado cuando las Fallas eran antes de Magdalena, cuando coincidían las dos, y cuando han venido detrás”. “A mi me da igual, a mi, cuando me llaman aquí, desde el año 89, yo he venido aquí y no tengo ningún problema”
Pero al mismo tiempo, indicaba, que la semana pasada fue mortal para él y sus pirotécnicos, y además, mañana comienza la plantá de las fallas de Turís, su localidad. Un enorme esfuerzo que, sin embargo no desmereció para nada el disparo.
182 Kg de pólvora. “los Kilos no son tan importantes. La mascletá e una cosa y cada pirotécnico tiene su peso. Pero la disposición si que es importante. Dos principios aéreos, cinco partes terrestres, cuatro partes de terremoto, final aéreo en dos partes, y después un final aéreo para la clausura”.
Una mascletá digital y clásica, “todo va mezclado, tiene un poco de digital y clásico”. “En Castellón vengo, yo estoy aquí. A Castellón hay que venir, yo lo siento mucho pero a mi, siempre que me llamen, vendré a Castellón. ¡Castellón me encanta!. A la gente le gustará más o menos mi mascletá, pero yo… a mi me encanta la gente, aquí tengo muchísimos amigos, de muchos años, otros que han faltado… y a mi me encanta. Así como en Valencia… ¡bueno, es mi tierra, yo he tenido mis cosas allí en Valencia, pero aquí nunca he tenido ningún problema, me quieren todos y estoy encantadísimo de venir”.
Y el público lo agradeció.
La mascletá gustó y mucho, tenía lo que hay que tener. Por eso, incluso, aunque el equipo de guaita tardó en comparecer en el recinto, muchos esperaron a verlos llegar para dedicarles el aplauso y la ovación que se merecían.