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Las Fiestas en Honor a la Mare de Déu de Gràcia de Vila-real se despiden hoy hasta el año que viene y lo hacen dejando un sabor de boca agridulce en cuanto a actos taurinos se refiere.
Tras la polémica del fin de semana pasado alrededor de un astado que se desplomó en medio del recinto taurino debido a las altas temperaturas y que ya comentamos en esta publicación. Este fin de semana tampoco se ha escapado a la desgracia ya que el último toro embolado de las fiestas embistió ayer noche a un jóven de 15 años que se encontraba dentro del recinto taurino. El cual, según la normativa taurina, no debía de haber estado allí.
El menor, que presentaba un golpe en la cabeza y quemaduras en la mano derecha y la pierna, fue trasladado de inmediato por las ambulancias del dispositivo de seguridad a la enfermería del recinto, donde tras ser atendido por el médico de la herida en la cabeza y las magulladuras fue trasladado al Hospital de la Plana acompañado en todo momento por su madre.
El concejal de Fiestas y Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo, está pendiente de la evolución del menor y ha lamentado el incidente. Serralvo recuerda que el dispositivo del 'bou per la vila i embolat' dispone de un experto taurino, dos directores taurinos y un equipo de 19 voluntarios taurinos que vigilan y controlan el acceso al recinto taurino para evitar que menores o gente que no se encuentra en condiciones entre. "El dispositivo habitualmente funciona, y de hecho, es mucha la gente que no puede estar en el recinto de la Vila, y a la que se expulsa para evitar este tipo de situaciones, lamentablemente, en esta ocasión no ha sido así y tenemos que lamentar el incidente. Confiamos en que el joven se pueda recuperar pronto" señala.
