Las autoridades locales han estado encabezadas por el primer teniente de alcalde, Pasqual Batalla.
La tradicional feria navideña de Santa Caterina de Vila-real ha reicibido esta mañana la visita de las autoridades locales, encabezadas por el primer teniente de alcalde, Pasqual Batalla.
En la edición de este año, el número de paradas se ha visto reducido de 286 a 232. Y es que se ha dado prioridad a los puestos que ofrecen productos artesanales relacionados con las fiestas navideñas. Así, se han podido adquirir productos como dulces, frutos secos, turrones o figuras del belén.
Además, se ha puesto un especial interés en paradas con piezas artesanales, dándole "un mayor atractivo a este evento", según Batalla. De este modo, se han colocado 81 puestos de alimentación; 32 paradas de artesanía como patchwork, ropa elaborada a mano o manualidades; 25 puestos de juguetes y otras paradas de complementos, además de los 20 puestos de entidades sociales y ONG, como Intermón Oxfam.