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La ciudad de Vila-real está hoy pagando el fracaso del modelo urbanístico diseñado por los socialistas de Benlloch. Así lo ha explicado hoy el portavoz del PP en Vila-real, Héctor Folgado, quien ha recordado que fueron los socialistas quienes en 1993 aprobaron el Plan General de Ordenación Urbana, y que hoy todavía continúa en vigor.
El Partido Popular de Vila-real ha exigido hoy a Benlloch que se ponga a trabajar para buscar soluciones a este fracaso de su modelo de ciudad. El líder del PP en Vila-real, Héctor Folgado, ha reclamado que “Benlloch deje de engañar y se ponga a trabajar” ya que “no han resuelto el fracaso urbanístico que ellos mismos han creado pero, pese ello, sí que han cobrado todos los meses, tanto el alcalde como el edil de Urbanismo”.
El PP ha recordado que fue en 1993 cuando los socialistas de Benlloch aprobaron un Plan de Ordenación Urbana “que marca las reglas del juego del urbanismo de Vila-real”. El PP estaba en proceso de cambiar este documento que marca los derechos y obligaciones urbanísticas de la ciudad “pero Benlloch ha decidido pararlo todo y no hacer nada” por lo que cualquier decisión urbanística en Vila-real se debe amparar en la norma socialista de 1993.
“El desastre de Benlloch y sus pocas ganas de trabajar nos han llevado a un fracaso urbanístico y, aunque quiere buscar culpables en el PP, el único responsable es él” ya que “es el PGOU socialista el que marca el futuro de Vila-real” y del que se generan los aprovechamientos urbanísticos.
El edil del PP también ha pedido a Benlloch que “de la misma manera que el alcalde destituyó a Valverde por el desastre económico que ha creado, ahora debería destituir a Emili Obiol por el fracaso urbanístico ya que “si no ha sido capaz de solucionar nada, ni el Madrigal, ni la carretera de Onda, ni el PGOU, debería dimitir de su cargo”.
Folgado considera “un insulto a la inteligencia” de los vecinos “que mientan de forma constante buscando falsos culpables” por lo que considera que “lo que deben hacer de una vez es redactar un nuevo PGOU y ponerse a trabajar en lugar de dejar caer los acuerdos urbanísticos”.
