Su fama se ha acrecentado en los últimos años por su capacidad para combinar arte y gastronomía. ¿Lo conocías?
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Hay varios elementos que nunca faltan en cualquier celebración, sea tanto infantil como temática o incluso adulta: una buena decoración, unos buenos invitados y, por supuesto,algo de dulce. Las tartas siempre han sido las grandes estrellas para este tipo de situaciones, aunque son algo que cada vez llega con más compañía a la hora de coronar la mesa.
De hecho, las tartas son algo que, en numerosas ocasiones, suele hacerse de forma casera para darle un toque añadido de valor para esa persona tan especial a la que va dirigida la fiesta. Hay muchas técnicas y tipos diferentes, casi tantos como ingredientes a elegir y acabados entre los que escoger, pero una de las tendencias que más fuerza está cogiendo es el uso del fondant.
¿Qué es el fondant?
En el terreno de la repostería, el fondant es una pasta con un aspecto similar a la plastilina, aunque comestible. Su utilidad principal reside sobre todo en hacer de recubrimiento para todo tipo de pastelería y otros productos reposteros con el fin de conseguir un acabado distinto y en el que el límite solo lo ponen dos factores: la imaginación… y la maña.
Su forma más simple combina nada más agua y azúcar a mezclar en las proporciones y, sobre todo, en las condiciones adecuadas. No requiere de mucha preparación, aunque su manipulación sí es algo que exige algo de paciencia y especial cuidado a la hora de extenderlo sobre el pastel o tarta que se quiera cubrir.
¿De dónde es originaria la moda?
Aunque se trate de algo que proviene de la época renacentista, la auténtica moda del fondant (“se funde”, en francés) nació en el Reino Unido y en Australia hace un buen montón de años. Allí ya se usaba esta pasta azucarada con fines estéticos y gastronómicos de forma bastante frecuente; pero, a pesar de todo, el gran boom fue con su salto a Estados Unidos. Ahí fue donde, entre el pasado siglo XX y el presente siglo XXI, este fenómeno adquirió el descomunal tamaño que posee hoy.
Los pasteleros y los artistas encontraron una forma de aunar sus especialidades gracias a este elemento. Para los primeros, era una buena manera de conseguir acabados distintos en sus pasteles, además de dar un sabor ligeramente distinto gracias a su simple composición; para los segundos, un lienzo moldeable en el que experimentar con colores, formas y todo tipo de ideas. Gracias a esto, podemos encontrar auténticas maravillas hechas tan solo por tartas y esta capa adicional de agua y azúcar. Aunque conseguir pasteles de este tipo puede estar de la mano de todo el mundo ya que este dulce cobertor se ha vuelto accesible para todo el mundo gracias a tiendas especializadas como superchuches.com/
¿Qué tipo de pasteles podemos conseguir?
La versatilidad del fondant le permite ser utilizado, prácticamente, con cualquier pastel que puedas imaginar. De hecho, en repostería se puede ver en tartas y pasteles, pero también en gualletas, tortas, bizcochos e incluso, mirando ya a las tendencias más modernas, en cupcakes y cake pops. En el terreno de la pastelería, hay muy pocas comidas en las que no se pueda utilizar este dulce y artístico recubrimiento. Existen muchos blogs y canales de Youtube que os pueden ayudar a inspiraros para conseguir la receta que más os guste. Por ejemplo la repostera Pam, en su canal Quiero Cupcakes os enseña cómo hacer una tarta de Minions con fondant.
Precisamente por eso cada vez más personas se atreven con él. Al ser algo que solo añade más azúcar al sabor (salvo que se hagan otras variantes con algún aditivo en este sentido), no estropea para nada el dulce sobre el que se coloque. Aunque, claro está, si no se logra poner bien, sobre todo poner sin romperlo, el acabado a nivel estético puede no ser el esperado.
¿Son fáciles de hacer en casa?
Hacer fondant en casa no es nada complicado. Si quieres decorar cualquier dulce que quieras usar en una fiesta, puedes recurrir tan solo al azúcar y el agua, aunque hay otras formas de hacerlo que recurren al uso de las nubes de chuchería, la mantequilla y un colorante en caso de darle un toque de color.
Con estos ingredientes, el proceso de elaboración es la mar de sencillo. Pero de nuevo, incidimos, lo difícil no es hacer el fondant, sino aplicarlo. Cuando se trata de cubrir una tarta con una forma simple y una superficie lisa, puede ser sencillo; pero cuando se experimenta con formas y demás texturas, sí se complica. Debe colocarse como una especie de cortina dulce que tapa al conjunto para, después, ir moldeando para que se ajuste. Lo importante cuando hablamos de fondant en nuestras tartas es hacer que la base del bizcocho tenga bien lisa y repartida la ganache o buttercream que lo recubren. ¡Atrévete a hacer pasteles con fondant en tu próximo cumpleaños
