El rock sin fronteras de la Billy Boom Band clausura la edición 'Como el agua' del festival familiar celebrado en Benicàssim
Castellón Información
El Formigues es un festival en el que las fronteras entre grandes y mayores se diluyen". Quien suscribe la descripción es Marcos Cao, cantante de la Billy Boom Band, que ha clausurado esta tarde en Benicàssim el Formigues Festival 2019. La cita ha reunido a más de 8.000 personas, una docena de conciertos y más de 60 actividades en sus dos jornadas de celebración. Democratizar la diversión, hacerla accesible y posible a partes iguales, sin importar la edad, es uno de los retos que mueve cada año este macroevento familiar, y en esta edición este primer peldaño se ha cubierto con creces, según la organización.
"Todo ha ido rodado y la mar de bien", ha indicado la directora del festival, Ana Rico, en un guiño a la temática medioambiental y marina que ha arropado la cita este año bajo el lema Como el agua. "Se nota el bagaje y la experiencia del equipo; además no ha habido incidencias climatológicas; el mensaje ambiental que hemos lanzado ha calado a través de todos los talleres y actividades y el público ha sido espectacular: una vez más ha habido una conexión brutal, se nota que conocen el proyecto. ¡Hemos creado más familia Formigues!", ha indicado Rico. La directora ha querido dedicar la edición 2019 a "una persona con mucho espíritu Formigues, Isa Ledesma", una de las fundadoras del colectivo Reinventhadas, recientemente fallecida.
La última jornada del Formigues ha comenzado con talento joven, el de Bajo Zero y Muck Snipe, la banda ganadora y finalista del III Concurso de Bandas y Solistas del Formigues. Entre medias, y distribuidas en la quincena de espacios extramusicales que han llenado de ambiente marino el recinto VillaCamp, se han sucedido las sesiones de yoga para madres y bebés, los talleres de desayunos y meriendas saludables, una concurrida gimkana contra el monstruo de la 'basuraleza', charlas sobre diversidad afectivo sexual en la zona Sea Parents o clases de cajón flamenco junto a un largo etcétera.
Ya rebasado el mediodía, Borja Catanesi ha exportado al escenario Formigues su arte callejero y sus malabarismos musicales. Poco después ha tomado el relevo la banda catalana Xiula. Fiesta en estado puro en la que no ha faltado la interacción sin fisuras con el público, que no ha dudado en corear todos y cada uno de sus pegadizos estribillos, incluido el del indispensable Verdura i peix o el de un remake con With or without you o La Bamba sonando entre papeles de colores.
La guinda de la jornada, y del séptimo Formigues, la ha puesto la Billy Boom Band al completo, porque por primera vez –y esta es la tercera que pisan el festival- han actuado con todo el quinteto al frente: Marcos Cao y Raúl Delgado (cantante y batería), Juan Díaz-Terán (guitarra eléctrica), Mario de Inocencio (bajo) y Raúl Gómez (guitarra eléctrica y teclados).
"Desde la primera vez, hubo un feeling especial", dice Marcos. Y ese feeling ha vuelto a hacerse notar hoy. "Formigues y la Billy se parecen. Billy Boom Band es una banda de rock para niños que gusta por igual a los mayores, y el Formigues también. Amamos este festival", concluye Cao.
Poco antes de bajar el telón, el escenario Formigues ha entonado los últimos compases a cargo de la batucada Rototom con Borumbaia y Asprona Timbals. Percusión y ruido para subir las últimas pulsaciones a una edición redonda para este festival sin fronteras.
Fotografías: HOYOYO