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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

Francisco Mir: "En Cáritas necesitamos la solidaridad de la sociedad de Castellón"

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El nuevo director de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón, Francisco Mir Muñoz, lleva nueve años ligado a esta entidad de la Iglesia. Mir comenzó como voluntario en el proyecto educativo ‘Sambori’ de Cáritas Interparroquial de Castelló, para luego formar parte de ‘Entidades con Corazón’. Desde el pasado mes de marzo ha sido responsable del Área de Servicios Generales de Cáritas Diocesana. Ha marcado como ejes prioritarios de Cáritas Diocesana la lucha contra la pobreza y la necesidad de que cualquier persona pueda disponer de un empleo y vivienda dignos, considerados como los dos pilares en que se sustenta la estabilidad de la familia en una sociedad justa. Mir toma el relevo del anterior director, Juan Manuel Aragonés, con ilusión y ganas de mejorar la situación de los más desfavorecidos.

Pregunta. ¿Qué es Cáritas para usted?

Respuesta. Cáritas es la Iglesia. Es una organización que representa el brazo caritativo de la iglesia católica. ¿Por qué? Porque nosotros los que ponemos en marcha es un cumplimiento del mandato que nos dio Jesús que nos llega y a través del que ponemos en marcha todos los proyectos que tengamos pensando en las personas necesitadas.

P. ¿De qué forma ayuda Cáritas en la provincia de Castellón?

R. A través de todos los proyectos que tenemos en marcha ayudamos que las personas que no han encontrado el respaldo en la sociedad vayan poco a poco encontrándolo, que recuperen la dignidad como cualquiera de nosotros y eso para nosotros es lo más importante. Y para ello, se necesitan medios. Y los medios están en las manos de los voluntarios y en las de las colaboraciones que podamos tener tanto de las instituciones públicas como de las colaboraciones privadas.

P. Sobre este aspecto ¿cuánta gente realiza su labor como voluntario en Cáritas en Castellón?

R. Esta cifra ha experimentado una reducción a raíz de la pandemia. Partíamos de una cifra en el año 2019 de unos 900 voluntarios, pero hay que tener en cuenta que estos voluntarios tienen una edad avanzada, estamos hablando en la mayoría de los casos de personas jubiladas, y la pandemia ha supuesto una merma importante. Estas personas ahora tienen un cierto reparo en volver a incorporarse a la labor de voluntariado de Cáritas, y lo entendemos perfectamente, y esos 900 voluntarios se nos han convertido en unos 500 ahora. Hemos perdido una parte importante del voluntariado. Esta es una tarea que nos va a obligar a buscar por todos los medios que muchas personas que puedan se incorporen a ese voluntariado.

P. Y ¿cómo se buscan los voluntarios?

R. En Cáritas tenemos un plan de formación de personas que se van incorporando porque tienen esa necesidad de solidaridad, de crear ese vínculo con una organización como la nuestra y tenemos un proyecto ahora por el que, a través de los colegios, de los institutos, de la universidad y de las instituciones, sensibilizar a los jóvenes para que de alguna manera se incorporen. Creo que es una tarea de futuro, no va a ser inmediata, pero no tenemos más remedio que insistir en este tema. Y después la gente que llega a una determinada edad, a partir de la jubilación también busca porque les nace el tema de la colaboración y la solidaridad. Les llega mucho el caso de la pobreza severa y eso cuando no tienes tiempo es difícil de conseguir, pero cuando sabes que puedes dedicarle unas horas, al final la gente se va incorporando a ese voluntariado. Después tenemos unos cursos básicos de voluntariado en el que les enseñamos lo que es Cáritas, los 22 proyectos en los que pueden colaborar y cada uno, al final, se dedica a aquello que tiene más experiencia.

P. De esos proyectos en los que trabajan, ¿cuáles son los que se llevan la mayor parte de los recursos económicos de Cáritas?

R. Con motivo de la pandemia, incluso antes, se creó el Fondo Diocesano. La mayor parte del dinero de este fondo van a parar a alquileres y a suministros. Estamos notando un incremento en las personas que acuden a las distintas Cáritas parroquiales para solicitar nuestra ayuda para el pago de suministros y alquileres. Se lleva alrededor del 80% del fondo. Esa una realidad. Y además con motivo de la situación de incertidumbre y precariedad es muy probable que en los próximos meses vaya a aumentar porque ya lo estamos notando en las cifras. Ese es un hándicap que tenemos que afrontar que de alguna manera recuperar y ampliar si es posible la donación y las cuotas de los socios. Necesitamos socios donantes y voluntarios. También quiero destacar que las instituciones públicas nos ayudan mucho con las subvenciones, tenemos una relación extraordinaria y estamos seguros de que esto va a continuar, pero necesitamos la colaboración de la sociedad civil de Castellón.

P. ¿Qué retos tiene Cáritas para este año?

R. El primer reto es mantener la asistencia en las necesidades básicas de las personas. Y luego, creo que una familia para tener una cierta estabilidad debe tener un empleo digno y una vivienda. Por eso, vamos a potenciar el tema de empleo. Incorporaremos a voluntarios para continuar y aumentar las visitas a empresas y comercios. Solo hay que ver las cifras que tenemos en el servicio de Empleo de Cáritas Diocesana en las que en el periodo de 1 de enero a 31 de agosto de 2021 atendió a 909 personas, y en el mismo periodo de 2022 ha atendido a 1.336. Hay un incremento importante y potenciar ese servicio.

P. Y en cuanto a la vivienda, ¿de qué manera ofrecen su ayuda?

R. A través del proyecto Betania, que nace a raíz del 775 aniversario de la sede apostólica de Segorbe cuando el obispo de la Diócesis Segorbe Castellón, Casimiro López, promueve ese proyecto y Cáritas lo hace suyo y lo va a potenciar. En el proyecto Betania lo que queremos es que a través de las Cáritas parroquiales poner el acento en que muchas de las personas que tiene pisos disponibles, las pongan a disposición de Cáritas para que podamos intermediar. De esta manera las familias que necesitan un hogar, que tengan unos ingresos mínimos, porque van a tener que pagar algo de alquiler al propietario de esa vivienda, podamos facilitar ese alquiler social. Este es un proyecto que comenzó a principios de este año, vamos a potenciarlo porque creemos que tiene mucho recorrido porque estamos seguros de que la solidaridad de las personas va a responder a ese llamamiento. Ahora tenemos pocas ofertas de pisos porque hemos empezado hace poco, tendremos unas cuatro o seis, pero todavía estamos con los trámites administrativos antes de poder ofrecerlos.

Esto es importante porque solo hay que ver que las personas que atendemos en acogida en Cáritas Diocesana que han pasado de 627 de enero a agosto de 2021 a 972 durante esos ocho meses de 2022. Y en las Cáritas parroquiales han pasado de 1.794 a 2.291 personas. Esto solo en número de personas porque luego a cada una se le puede atender varias veces por diversas circunstancias que tengan.

Esta mañana cuando he llegado había más de 20 personas esperando para entrar y eso te mueve y te preocupa no poder llegar a todo. Necesitamos la solidaridad de la sociedad de Castellón.

P. ¿Cree usted que Castellón es solidario con aquellos que más lo necesitan?

R. Sí que son solidarios y colaboran con Cáritas. Aunque en el tema de cuotas y donaciones, apenas cubrimos el 10-15% de todas las necesidades que tiene Cáritas. Creo que la sociedad de Castellón puede y debe implicarse un poco más en ese tema y de ahí el llamamiento que les hacemos, primero a través del voluntariado y después a través de las cuotas. Necesitamos socios donantes. Creemos que es posible en poco tiempo aumentarlo y lo haremos a través de campañas informativas para dar a conocer los proyectos en los que estamos trabajando porque cuando se conoce una cosa se valora.

P. De los 22 proyectos con los que trabaja Caritas, ¿Cuáles destacaría por su importancia?

R. Además de Betania, que ya hemos comentado antes, también tenemos la Casa de Acogida Sant Pasqual El Pati que se inaugurará el primer trimestre del año que viene en 2023. Allí atenderemos a personas a partir de abril como personas acogidas y acompañadas por técnicos que estarán en el edificio. Tenemos 18 habitaciones dobles donde progresivamente iremos cubriéndolas porque la necesidad nos las va a cubrir inmediatamente.

Otro proyecto destacado es ‘Preocupa’t’ en el que ayudamos a incorporar a la sociedad a personas a través de una profesión. En este momento hay doce realizando el programa. Se les enseña a gestionar su vida a través de profesiones, enseñándoles electricidad, albañilería. Otro proyecto es ‘Jardinería’, con tres responsables al frente que hacen dos cursos al año de unos 6 meses cada uno.

También quiero destacar el proyecto de ‘Soledad’. Pensamos que uno de los problemas que tiene la gente mayor es la soledad. Aunque es verdad que están en su casa, no tienen una necesidad perentoria de manutención porque tienen su pensión, pero se encuentran solas y necesitan compañía. Por ello, este proyecto lo vamos a potenciar porque hay una persona que se va a encargar de formar a algunos otros voluntarios para atenderles. Es una necesidad que parecía que no venía, pero está llegando a pasos agigantados. Es terrible. No podemos fallar en ese tema.

Y el proyecto 'Bartimeo' en el que dos personas de Cáritas salen cuatro noches a la semana para encontrarse con personas que están durmiendo en la calle. Les preguntan qué les pasa, si necesitan algo o están dispuestos a venir a dormir al albergue. Es una realidad terrible y en la ciudad de Castelló hay gente.