EM/Marta Fullera
Castellón Información ha probado los coches eléctricos que el Ayuntamiento facilitará a la Policía Local para circular por el centro de la ciudad de Castellón, con una concesión de dos años. Renault ha querido mostrar su apuesta por la sostenibilidad y dar a todos los ciudadanos de Castellón la posibilidad de probar este tipo de vehículos en la Semana de la Movilidad de Castellón.
La ciudad está llena de ruidos a los que ya estamos acostumbrados, pitidos, motores, frenazos… Además de humo, polvo y todo aquello que vive en el centro de la ciudad sin apenas nosotros enterarnos. Poco a poco nos hemos acostumbrado a la contaminación acústica, inevitable en una ciudad. Castellón Información, consciente de ello, se interesó por la propuesta del Ayuntamiento de facilitar a algunos policías coches eléctricos para su patrulla diaria.
La sociedad habla de sostenibilidad, de movilidad sostenible con un nuevo modelo de coches eléctricos, no contaminantes, que ya están disponibles para su venta en los talleres y concesionarios nacionales y de Castellón… pero, en una sociedad en crisis ¿Cómo se define esa alternativa de futuro?
Castellón Información ha contactado con algunas de las empresas que fabrican y venden los coches eléctricos. Muchos de ellos serán expuestos en la Semana de la Movilidad… y los ciudadanos de Castellón tendrán ocasión, no solo de verlos, sino incluso de probarlos. Pero… ¿Qué es lo que se ofrece al público de Castellón? Y realmente, ¿qué es lo que el público se va a encontrar con la alternativa de los coches eléctricos? ¿Están tan cerca del consumo habitual como parece?
La empresa Renault ha proporcionado al Ayuntamiento de Castellón un vehículo eléctrico para incorporar al parking de la Policía Local. Circulará por el centro de Castellón, con una concesión de dos años. Castellón Información también tuvo ocasión de probarlos.
¿Qué se siente? ¿Cómo circulan? ¿Para qué sirven?
La sensación es única, original. Cuando conduces un coche eléctrico sientes que estás en un mundo aparte. Sin ningún tipo de ruido, la sensación es como viajar en una nube, una bonita flor en mitad del desierto. El coche ni vibra, ni suena, ni siquiera te pide que cambies de marcha, porque no tiene. Su funcionamiento es como el de un coche automático, dos pedales (acelerador y freno) y una palanca de cambios para decirle al coche si quieres ir hacia delante, marcha atrás, poner punto muerto o aparcar en parking.
Las primeras sensaciones son buenas, el coche va suave y la tranquilidad y el silencio te invaden cuando estás al volante. El problema es la utilización que hoy en día se le puede dar a este tipo de vehículos. Pues con una autonomía de 130 km el grande y 80 km el pequeño, no te permite hacer largos recorridos sin recargarlo.
El Twizzy, mejor que una moto para centros urbanos y espacios cortos
El Twizzy, el coche cedido al Ayuntamiento de Castellón para la Policía Local, es un vehículo de cuatro ruedas, un biplaza -el conductor delante y el copiloto detrás-.Tiene poco más de un metro de longitud. Cuatro ruedas y un diseño muy futurista con puertas que se elevan hacia arriba con tan solo apretar una palanca. Hay dos propuestas. Una que es capaz de alcanzar velocidades de 40 a 45 kilómetros por hora, para ser conducido por personas desde 16 años de edad. Y otro, con potencia para alcanzar los 80 kilómetros hora.
Lo que más te llama la atención es que se pueden enchufar a la luz, como si fuera un electrodoméstico. Desde fuera apenas parece un juguete caro, pero cuando el usuario se introduce en el interior, no da ninguna sensación de agobio, porque todo el vehículo está diseñado para dar sensación de amplitud. No es un utilitario para hacer grandes distancias, pero si ideal para discurrir por el centro de la ciudad, o acercar núcleos urbanos a cortas distancias. Sin un solo ruido, con la comodidad que da una motocicleta, pero con la carrocería que ampara al usuario que lo conduce.
Es un vehículo sencillo, que se maneja con facilidad, completamente simple, barato de mantener y fácil de recargar… Y con ello no se puede esperar que tenga climatizadores, ordenadores a bordo ni equipos de música… Pero sí que cubra las necesidades suficientes y se convierta en un vehículo ideal para transitar por el núcleo urbano, para hacer la compra, e incluso, para acercar Castellón a Benicàssim , Oropesa, Almazora o Villarreal… Delante, tiene dos zonas trasparentes para incrementar la sensación de amplitud y ranuras en el suelo… y si llueve, el agua que entra puede salir con facilidad.
Quizá su principal inconveniente es que aunque parece una motocicleta resguardada por una carrocería, se puede ver abocado a las limitaciones del tráfico y el aparcamiento de la ciudad, salvo que los ayuntamientos dispongan de zonas de parking baratas o gratuitas para ellos. Su precio está situado, con la subvención, entre 6.000 y 7.000 euros, con una batería que dura hasta los 100 km.
El vehículo medio llama a la puerta
El ‘Zoe’ es similar a un vehículo medio, de cuatro plazas, mucho más complejo, y completo en sus prestaciones. Cuando el usuario se pone al volante y activa el encendido del coche con la tarjeta electrónica, lo primero que llama la atención, es que solo los pilotos del coche se dan cuenta de que se ha puesto en marcha, porque el motor no ruge, no hay elemento alguno que llame la atención. A partir de entonces, la conducción es sencilla y ligera. Su velocidad máxima es de 130 Kilómetros por hora, pero su autonomía también está limitada a los mismos kilómetros.
¿Qué se puede hacer después?
Simplemente recargar el vehículo para poder continuar el viaje. Este modelo es más complejo. Necesita de un poste específico para poder recargar, y todavía no se ha difundido tanto para poderlo hacer en una gasolinera. Su precio base con subvención está en torno a los 13.500 euros más complementos. Al contrario que el Twzzy necesita el poste específico, cuyo precio incrementa, se paga el coste del vehículo más 1.100 euros.
Para el conductor medio, de medias distancias es un coche ideal. Es discreto, cómodo, fácil de conducir. Pero está diseñado para un usuario medio con necesidades y usos muy concretos. Una persona que necesite recorrer diariamente una media de 40 a 100 kilómetros. En esta caso, el ahorro en combustible, sufragara en poco tiempo el coste del vehículo y la opción resultará económica y sostenible, además de no contaminante. Tiene las mismas restricciones que los vehículos actuales para poder transitar por el centro de la ciudad. Sufrirá sus mismos problemas de circulación y aparcamiento.
Y está condicionado a los postes de recarga establecidos para poder recorrer medias distancias.
No es aconsejable para el usuario que utilice poco el vehículo o realice pocos kilómetros semanales. Y tampoco para para las familias que solo puedan disponer de un vehículo que utilicen alternativamente para trabajar y viajar, ya que a partir de ciertas distancias necesitarán asegurar la recarga de las baterías. En la empresa Renault de Castellón, también se comercializan otros modelos más grandes, un taxi que tiene la batería situada en la parte de atrás y una furgoneta. En ambos casos, su utilidad está
El vehículo eléctrico llama a la puerta y el futuro ya los presenta como una alternativa muy atractiva… Ideales para los usuarios que aman la conducción, solo presentan dos indicaciones en contra: El precio, con subvención un poco por encima del precio medio de vehículos similares de gasolina o gasoil; y la recarga, porque el futuro llama a la puerta pero todavía no está aquí.
Si los quiere probar, apúntese en la lista del Ayuntamiento de Castellón y aproveche la oportunidad de la Semana de la Movilidad. condicionada a dos temas: sostenibilidad, ya que no son contaminantes, pero también economía: en este caso, son ideales para empresas o profesiones que recorren distancias medias, con una media de entre 40 y 100 kilómetros al día y con la posibilidad de poder recargar.