Las polémicas prospecciones en el entorno de las Islas Columbretes siguen generando denuncias por parte de todos los colectivos. Esta mañana, el vicepresidente José Ciscar manifestó que la Generalitat utilizará todos los argumentos legales a su alcance para impedirlas o, en su caso, para garantizar la protección de la zona. Ciscar admitía no obstante, que estos sondeos, ya cuentan con los permisos necesarios, respaldados además por los tribunales. La Asociación Oceana ha denunciado, por su parte, que casi 12 de los 26 millones de hectáreas de aguas españolas en el Mediterráneo están bajo la amenaza de la búsqueda de petróleo y gas. Esta posición contradice la política europea actual.
El gobierno de la Genralitat Valenciana se encuentra con las manos atadas a la espalda frente al tema de las prospecciones petrolíferas en el entorno de Columbretes.
Ciscar culpa al Psoe y dice que es legal
Así de rotundo era el vicepresidente del Consell, José Ciscar, esta mañana durante la rueda de prensa posterior al Consell. La Generalitat se ha opuesto siempre tajantemente a estas prospecciones, indicó Ciscar, quien dijo, que fueron autorizadas por el gobierno socialista, y además, respaldadas por los tribunales, frente a los recursos interpuestos por la Genralitat Valenciana.
En estas condiciones, Ciscar indicó que, hay que asumir que la empresa tiene concedidos los permisos, aunque la Generalitat recurrirá a cualquier argumento legal que le permita impedir estos sondeos, o por lo menos, garantizar la seguridad de la flora y la fauna.
El Psoe dice que los permisos fueron concedidos por Aznar
Si los primeros permisos fueron del Psoe o el PP, es una afirmación que en su momento pusieron en duda los socialistas de Castellón, al afirmar que fueron otorgados con el gobierno de Aznar en el año 2000. Fueron permisos para la detección de gas. Se llegó a agujerear el fondo marino, y finalmente se abandonó el proyecto porque no era rentable. De aquellas fechas vienen también los estudios, manifestaron als mismas fuentes, que permitieron también la puesta en marcha del proyecto Castor.
Crece el malestar y la oposición
Pero sea como fuere, el número de alegaciones presentadas al Estudio de Impacto Ambiental son ya muy numerosas, y representan no solo a los sectores sociales, económicos y políticos de la provincia de Castellón; sino también a otras entidades de carácter ecologista internacional.
Oceana alerta de los peligros en el Mediterráneo
La Asociación Oceana, organización internacional centrada exclusivamente en la conservación de los océanos, alertaba en un comunicado publicado en su página web, que: “un 45% de las aguas españolas mediterráneas quedaría abierto a la exploración y explotación de hidrocarburos si se aprueban los proyectos pendientes de autorización administrativa. Estos casi 12 millones de hectáreas no incluyen las zonas colindantes que se verían afectadas por las adquisiciones sísmicas, que según cálculos de Oceana, harían ascender la superficie amenazada hasta 20 o 22 millones o un 65% del Mediterráneo español.”
Francia prohibió y la Unión Europea no es partidaria
Oceana indica también que “Es una temeridad que casi la mitad de las aguas españolas en el Mediterráneo esté cubierta por proyectos de hidrocarburos, en funcionamiento o en trámites", señala Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa. “No hay que esperar a que ocurra un vertido para lamentar daños. Los proyectos afectan a caladeros pesqueros y rutas migratorias de cetáceos, atunes y tiburones, por lo que desde que comiencen los sondeos sísmicos habrá miles de organismos gravemente afectados”.
En su web Oceana indica: “El empeño de explotar hidrocarburos en el Mediterráneo dejaría a España descolgada de la política ambiental europea y haciendo oídos sordos a los conocimientos sobre el cambio climático”. Afirma Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana en Europa.
Se da también la circunstancia de que la misma empresa que ahora quiere ‘sondear’ las Columbretes estuvo operando en el Golfo de León. Francia lo cerró en el 2012 y ha prohibido este tipo de prospecciones en sus aguas. Esperanza Molina