Juan Giner. Militar e Investigador Histórico.
A pocas horas de haber conmemorado el nacimiento de nuestra Carta Magna deberíamos reflexionar sino ha quedado destruido el embrujo que envolvía el concepto de naciente democracia transformado en un pseudoconstitucionálismo democrático donde la corrupción, la partitocracia y la discutible o no aplicación de lo justiciable han mermado el espíritu de aquellos principios garantistas.
Así, en la medida que el Estado se desprende de la observancia rigurosa de los mismos como institución protectora, aboca a la desconfianza al ciudadano que obligado viene ha analizar con rigor y objetividad de lo que paradójicamente ha renunciado su clase dirigente, así asistimos a continuos dislates pasando a ser un problema aquellos que deberían ser o procurar la solución.