La asociación Ardea instalará durante el próximo mes de noviembre una decena de cajas nido para promover el hábitat del murciélago como medida “natural y eficaz” contra estos insectos
Los mosquitos no dan tregua en Castellón. Y es que, en los últimos años, su actividad se extiende más allá de la estación estival debido al aumento global de la temperatura que, junto los episodios de lluvia, crean el escenario ideal para la proliferación de estos indeseables insectos que traen de cabeza a vecinos y administraciones.
Los tratamientos impulsados por parte de los ayuntamientos y la Diputación provincial parecen ser, en estos momentos, insuficientes. Consciente de esta problemática, la asociación Ardea de Castellón, que promueve acciones para garantizar la integridad de ecosistemas, biotopos y especies mediante la protección y la conservación, trabaja ya en un proyecto para poner fin a esta plaga.
Una iniciativa que cuenta con un aliado clave en la guerra contra el mosquito: el murciélago. Así lo avanza el secretario de la organización, Marc Bastán, quien desvela que estos animales, que son insectívoros, pueden ‘cazar’ hasta 3.500 mosquitos durante una sola noche.
Se trata de “una solución a largo plazo que favorece la diversidad y beneficia al ser humano”. Los tratamientos químicos, “aunque ayudan a corto plazo a evitar la proliferación de mosquitos, no erradican la problemática y, además, disminuyen la población de aves como vencejos, golondrinas y aviones, provocando un aumento poblacional de mosquitos y moscas”. Por ello, “tenemos que trabajar en buscar medidas que sean más eficaces y menos contaminantes, tanto para las personas como para el medio ambiente”.
¿En qué consiste la iniciativa?
El proyecto ya ha comenzado a gestarse y las primeras acciones tendrán lugar el próximo mes de noviembre. La zona escogida para comenzar con las primera pruebas es la Marjalería, un espacio que por sus condicionantes se convierte en el escenario idóneo para realizar esta prueba piloto que ayudará a disminuir de manera natural y eficaz el número de estos insectos.
La primera fase consiste en la instalación de cajas nido para promover el hábitat de esta especie predadora. Estas constan de dos habitáculos pequeños (por los que acceden los murciélagos) y se colocan a una altura entre los 4 y los 7 metros, enfocadas hacia el sur y en zonas arboladas.
El proyecto comenzará a dar resultados a principios del próximo verano, en torno a los meses de mayo y junio, época en la que los mosquitos comienzan a eclosionar. Así, en base a estos análisis la iniciativa podría extenderse a toda la zona de Marjalería, así como trasladarla a otros municipios con un doble objetivo: mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y, a la vez, promover la biodiversidad.