Estamos todavía arrastrando los coletazos de la pandemia, la crisis económica, los efectos de la guerra de Ucrania… y un gobierno del PSOE de Pedro Sánchez que está más centrado en salvar los muebles y seguir en el sillón que en resolver los problemas de los castellonenses y de los españoles. Mientras habla de sedición, no baja la factura de la luz. Mientras apaga el fuego de su gobierno con la ley del Sí es sí que está dejando en la calle a los violadores, no está ayudando a que los ciudadanos llenen el carro de la compra. Mientras pacta con Bildu la expulsión de la Guardia Civil de Navarra, no tenemos solución para el azulejo.
Desde el Partido Popular, pensamos que no se puede ni se debe mirar hacia otro lado. Las instituciones, los gobiernos, están para dar soluciones y atender demandas. Ya sabemos que el Gobierno de España no va a hacer nada por los castellonenses, más allá de toda la propaganda a la que nos tiene acostumbrados: no hemos salido más fuertes, si que se han quedado personas atrás, como demuestran las colas del hambre, ni se ha abaratado el recibo de la luz ni se ha bajado el IVA de los productos básicos, como pedía el PP. Más bien al contrario, los precios de los alimentos subieron un 15,6% en el mes de octubre, récord histórico.
Y este es el motivo por el que el Partido Popular ha pedido en sesión plenaria una bajada de los impuestos. Somos la institución más cercana a los ciudadanos, y hay recursos. Querer es poder. El PP sí estamos comprometidos con el bolsillo de las familias de Castellón, de los autónomos, de las pymes, de todos los vecinos... Y por eso proponemos una rebaja de 10,1 millones de euros, porque se ha demostrado que allí donde se bajan los impuestos, se generan oportunidades.
El IBI, el impuesto de circulación, el ICIO… una bajada de impuestos y que alcance a todos los castellonenses. Para que se hagan una idea. Una familia del distrito sur que esté pagando por el IBI un recibo de 474 euros, se ahorraría 48 euros con la propuesta del PP; un ciudadano con una vivienda en la Marjaleria, pasaría de pagar de 769 euros a 692 euros, es decir, 77 euros anuales menos. Y un vecino con un inmueble en la zona de Sensal, con un IBI de 985 euros, se ahorraría 96,50 euros.
10,1 millones de euros que se inyectarían directamente en el bolsillo de los vecinos, y que a su vez repercutiría en el consumo y funcionamiento de la ciudad. Un chute de vitalidad en un tejido económico que ahora mismo está muy maltrecho y que afronta un horizonte muy difícil.
Una lástima que los tres partidos del Gobierno, PSOE, Compromís y Podemos, hayan votado en contra de nuestra propuesta. No nos dicen que no al PP, sino que se lo dice a todos los castellonenses que ahora mismo no llegan a final de mes, o que se ven obligados a recurrir a las colas del hambre para poder comer. O a que las familias vayan un poco más desahogadas. Una pena que tengamos un gobierno que solo va a lo suyo, pero que no tiene, como queda demostrado, la más mínima sensibilidad para ponerse del lado de los vecinos de Castellón.
