Dani Bernat. Graduado en Derecho y Especialista en series.
Juventus de Turín: el club más laureado de Italia. Bayern de Múnich: el equipo que más trofeos ha conseguido en Alemania. A nivel internacional, dos de los más importantes de la historia del fútbol. ¿Qué tienen en común? Que verán las semifinales de la Champions desde sus casas.
Cuando se realizó el sorteo pertinente para la recta final de la competición, y vi que de la bolita de turno salía la tarjeta del conjunto bávaro, automáticamente pensé que ya se había acabado el camino del Villarreal. Qué queréis que os diga, soy pesimista por naturaleza, y más, sabiendo de la entidad de la escuadra alemana, que no hace falta ni explicarla. Solo con nombrarlos, sabes que tienes delante a uno de los gigantes de Europa. Pero claro, esta eliminatoria era un ganar-ganar para los de Emery.
Por una parte, si caían, tendrían el prestigio de llegar a unos cuartos de final de Champions de nuevo, y la parte económica también se vería beneficiada por el mero hecho de estar en esa fase del campeonato. Por la otra, si pasaban a semifinales, como ha sucedido, era otra cita de las llamadas históricas. Lo mejor de todo esto es que el súper potente Bayern de Múnich no ha sido mejor que el Villarreal en 180 minutos. Y eso es de locos.
En la ida el parcial pudo haber sido de 4-0 para los amarillos, y no estoy exagerando. Los de Emery gozaron de ocasiones lo suficientemente claras como para dejar la eliminatoria muy encarrilada; no diré completamente sentenciada (que se lo digan al Real Madrid) porque esto es fútbol y no dejaban de ser alemanes, y podrían haber pasado cosas como que el árbitro de repente se pusiera la camiseta del Bayern, o tienes un día tonto y te pasan por encima, aún llevando buena renta (Emery y su eliminatoria ante el Barcelona cuando entrenaba al PSG, por ejemplo, aderezado con decisiones extrañas del colegiado). Pero la imagen ofrecida por los de Vila-real dejaba un regusto agridulce, porque la renta podría haber sido mayor.
La vuelta fue diferente, porque el guion del partido y el escenario exigía hacer algo distinto. También quiero trasladar desde aquí al cuerpo técnico que igual alguna taquicardia no hubiese estado de más evitarla, pero bueno, salió bien la cosa. Analizando el partido fríamente, es evidente que el Bayern rondó más el área rival que el Submarino, pero una cosa es rondar, y otra muy distinta es generar ocasiones claras de peligro. Rulli no tuvo intervenciones de mérito, ni les anularon goles, ni tampoco enviaron balones a la madera, o situaciones así. Acumular tíos alrededor del área contraria es maravilloso, pero si no chutas entre palos, no marcas. De hecho, el gol de ellos viene de un error en la salida del balón amarilla, no es una jugada generada por los de Nagelsmann.
Yo no sé ya si es San Pascual, la flor de Emery, o todo eso y nada a la vez. Lo que tengo claro es que, para mí, estamos ante el mejor Villarreal de sus noventa y nueve años (hay que recordarlo de vez en cuando, porque los hay que piensan que nació hace veinte). Las declaraciones de Parejo tras la ida, inconformistas pese al resultado, la actitud de los futbolistas sobre el césped, el compromiso total y absoluto con la forma de entender el fútbol de Unai Emery, la creencia inquebrantable en que terminará llegando su ocasión, la calidad de hombres como el propio Dani, Capoue, Lo Celso, Gerard o Pau… es una combinación como nunca antes la habíamos tenido, al menos para mí. Hay que disfrutar de esto, porque es maravilloso vivirlo como aficionado y ser partícipes de la creación de una historia escrita con letras doradas.
Lo que me lleva al punto de mi titular. Tengo la sensación de que, en Europa, y a veces en España, todavía no se tiene en la consideración que debería al Villarreal Club de Fútbol. Equipos como la Juventus o el Bayern creo que, cuando vieron la bola del conjunto que preside Fernando Roig, se relajaron, porque pensaron que, al peso, los eliminarían, y que con lucir su nombre bastaría. Craso error. Tanto me da que sea el Liverpool o el Benfica: bien harían en no menospreciar al Submarino, no vaya a ser que les explote un torpedo en la cara.
PD: aquellos a los que se les llena la boca diciendo que sus equipos son históricos, y que el Villarreal es un invento moderno, que sigan sin considerarlo como historia del fútbol español. Nosotros, seguiremos a lo nuestro, viviendo noches como la del 12 de abril de 2022 o la del 26 de mayo de 2021. Endavant !