La técnica, la elastografía, es más conocida con el nombre comercial de Fibroscan© .
Su carácter no invasivo, evita riesgos propios de la biopsia hepática como la hemorragia, el neumotórax o la perforación de órganos.
Hepatitis, coinfección por hepatitis C y VIH, hígado graso ocirrosis son algunas de las patologías que diagnostica.
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La elastografía de transición es una técnica que permite valorar el grado de fibrosis hepática –o hígado graso- mediante una exploración no invasiva, rápida, fiable y reproducible. Su medición permite conocer el estadío de fibrosis (dureza) hepática, desde un estadío leve hasta el más avanzado (cirrosis).
Alternativa a la biopsia. La elastografía es especialmente útil como alternativa a la biopsia. “Independientemente de su causa, en las enfermedades hepáticas se produce, en general, inflamación, que ocasionala destrucción celular, por lo que posteriormente se desarrollan fenómenos de reparación, con acumulación progresiva de fibra colágena”, explica el Dr. Juan José Urquijo, especialista en aparato digestivo del Hospital Nisa 9 de Octubre.
Medir la fibrosis. La utilidad de la valoración del grado de fibrosis sirve tanto para el diagnóstico inicial de la enfermedad como para el seguimiento y evolución de la misma. Desde hace años, esa evaluación y cuantificación de la fibrosis hepática se ha venido realizando mediante la biopsia hepática. “Consiste en el análisis de las células de una pequeña muestra de hígado, obtenida mediante punción a través de la piel (percutánea) o, a través de las venas intrahepaticas (transyugular)”.