A pesar de que el visitante ucranio y el ruso son insignificantes en la provincia, puede haber una caída de la demanda de destinos internacionales
M.G.//Castellón Información
Castellón es una provincia con un marcado turismo nacional y eso hace que crezca la preocupación entre los hoteleros de la provincia por los problemas que podría acarrear el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
Ninguno de estos dos países es el principal emisor de turistas a España, pero la dificultad de realizar viajes internacionales con países del este de Europa podría generar un efecto llamada en otros destinos españoles para atraer turistas nacionales.
"La caída de la demanda de destinos internacionales generará una guerra de precios para atraer turistas autóctonos que podría empezar en Semana Santa y hacerse extensible al verano", explicaba el presidente de Introducing Castelló, Javier Gallego. Además reconocía que el sector se encuentra con "la caja vacía y despachos llenos de préstamos tras la pandemia".
Y ahí es cuando Castellón entraría en juego puesto que, si apreciamos los datos aportados por la patronal Hosbec más del 81% de las pernoctaciones en la provincia en la primera semana de marzo fueron de españoles.
Mayor positivismo ha mostrado el Secretario General de Turismo, el benicense Francesc Colomer: "Esperemos que sea un año de remontada tras la Covid, ya que el turismo ruso y ucraniano apenas tienen peso en la provincia".
Turismo belga, ¿una alternativa?
Tal vez una de las alternativas podría ser la llegada de más turistas belgas. En esta semana tan solo significó el 0,7% pero la nueva ruta que unirá Castellón con Bruselas-Charleroi podría ver como aumenta esta cifra.