En un mundo en constante evolución, formarse de manera continua es más que una opción, una necesidad. Los avances tecnológicos, la globalización y la transformación de los mercados laborales requieren que los profesionales se mantengan actualizados y adquieran nuevas habilidades para seguir siendo competitivos.
Formarse no solo permite mejorar la empleabilidad, sino también adaptarse a nuevos retos, lo que resulta clave en cualquier carrera profesional. Recuerdo las palabras de mi padre cuando era pequeño y empezaba el colegio: “Hijo empiezas un camino que no tiene fin”. En aquel momento no comprendía a que se refería, pero vaya si tenía razón.
En este contexto, la formación online ha emergido como una solución ideal. Su principal ventaja es la flexibilidad que ofrece. Al no estar atado a horarios fijos ni a ubicaciones geográficas, el aprendizaje puede adaptarse a las circunstancias de cada persona.
Esto es especialmente útil para quienes ya están trabajando o tienen responsabilidades personales que les impiden seguir una formación tradicional. Además, la formación online permite acceder a una amplia oferta educativa, sin los costos asociados al transporte o alojamiento.
Otra virtud importante es que los cursos online suelen estar actualizados constantemente, lo que garantiza que los contenidos estén alineados con las tendencias más recientes del sector. Esto es crucial en áreas de rápida evolución como la tecnología o el marketing digital, donde mantenerse al día marca la diferencia. Y claro está, en un entorno cada vez más tecnológico y digamos “artificial”, las habilidades blandas, soft skills o habilidades más “humanas”, se vuelven cada día más necesarias.
Sin embargo, y aunque pudiera parecer oro todo lo que reluce, la formación online también tiene algunas desventajas. La falta de interacción presencial puede dificultar la creación de redes profesionales o el aprendizaje colaborativo. Además, exige una gran autodisciplina y capacidad de organización por parte del estudiante. Aun así, para muchas personas, las ventajas en términos de flexibilidad, accesibilidad y variedad superan estos inconvenientes.
Conocedor de la problemática es por lo que personalmente he creado 10 cursos online que te invito a ver en mi página web www.javiergimenezdivieso.com y que incorporan a la formación online, la posibilidad de realizar una sesión conmigo, para trabajar en los aspectos más importantes, dudas o cuestiones que te hayan surgido durante el aprendizaje. Integrando así la formación online y el acompañamiento personalizado.
Una vez leí, que la mejor inversión que uno puede hacer es en sí mismo. No en una vivienda, un coche o un fondo de inversiones de alta rentabilidad, es en seguir formándose, para estar actualizado y ser empleable.
Yo personalmente dedico todos los años un porcentaje de mis ingresos a seguir formándome. Unos años es mayor y otros menor, en función de mis posibilidades. Pero nunca he dejado de hacerlo y te invito a copiar la estrategia.
Por eso y en definitiva, la formación online, con sus múltiples beneficios, se presenta como una herramienta poderosa para aquellos que buscan mantenerse en la cima en un mundo laboral cada vez más exigente y competitivo.
¿Y tú que vas a hacer para actualizarte y continuar estando en el mercado laboral?
