Casimiro López Llorente. Obispo de la Diocésis Segorbe-Castellón
Ya está abierto el periodo para apuntar a vuestros hijos a clase de Religión y Moral católica en el colegio o en el instituto. Un año más dirijo a todos vosotros y, en especial, a los padres y madres para recordaros la importancia que tiene la asignatura de Religión y Moral católica en la formación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, y para animaros a apuntarles a esta asignatura.
La formación religiosa en la escuela no un privilegio para unos pocos, ni menos aún un añadido artificial a la formación humana, cultural y técnica. La enseñanza religiosa es fundamental en la formación integral de los alumnos y para el pleno desarrollo de su personalidad; les ayuda a adquirir una personalidad sólida, equilibrada, libre, responsable y abierta a Dios; la dimensión trascendente y religiosa es connatural a toda persona. A proyecta su luz sobre todas las áreas del pensamiento, la clase de religión da unidad a todo el desarrollo de la persona desde la libre adhesión personal a Dios.
Además, la clase de religión es fuente de valores, ayuda a dar sentido a la propia existencia, promueve el diálogo con la cultura y favorece la convivencia basada en el reconocimiento y respeto de la dignidad de toda persona y sus derechos y deberes fundamentales y en el servicio a la causa de la justicia y la paz. La convivencia entre los hombres sólo se realiza si se basa en la verdad y en una correcta comprensión integral de la persona humana.
Finalmente, la clase de Religión ayuda a conocer y comprender nuestra historia y nuestra cultura, como son las fiestas religiosas y patronales, los templos y catedrales, el arte y la literatura de nuestro país. Tantas y tantas expresiones culturales, artísticas y sociales, presentes en nuestra vida cotidiana, no pueden ser entendidas y valoradas adecuadamente sin tener en cuenta sus raíces y contenidos cristianos.
Los alumnos adquieren así en la escuela una formación complementaria a la educación en la fe en Jesucristo, que reciben en la familia y en la catequesis. Los tres ámbitos son necesarios pues tienen objetivos, contenidos y medios distintos; no se puede prescindir de ninguno de ellos en el proceso de formación en la fe cristiana. La clase de religión es muy importante para vuestros hijos y vuestras familias, para el presente y el futuro de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad.
A los padres católicos os recuerdo que sois vosotros quienes habéis de apuntar e inscribir expresamente a vuestros hijos a la clase de Religión y Moral católica o animarles a que se apunten ellos. Es vuestro derecho y además vuestra responsabilidad como padres católicos: sois los primeros educadores de vuestros hijos y los primeros responsables de su educación, también de su educación en la fe; éste fue vuestro compromiso libremente asumido el día de su bautismo.
Padres y madres: apuntad a vuestros hijos a clase de religión. Os lo agradecerán siempre. Los colegios y los institutos han de facilitaros el ejercicio real de este derecho fundamental, que a vosotros os asiste, que a nadie perjudica y que beneficia a quien la recibe. Pedidlo expresamente cuando no os lo ofrezcan o intenten disuadiros. Que nadie os estorbe ni engañe. Para ello: pedid en el centro educativo los impresos de matriculación; marcad la opción “enseñanza religiosa católica” en el impreso de matrícula; y registrad el impreso de matrícula en el centro educativo que corresponda.
Al elegir la clase de religión, los padres tenéis también todo el derecho a que se respete vuestra opción; también vuestros hijos tienen todo el derecho a ser respetados en el colegio o instituto por la dirección, los profesores de otras asignaturas y por el resto de los alumnos. Estad atentos para que en el centro educativo no se diga o haga nada que menosprecie o discrimine a vuestros hijos por ir a clase de religión.
Finalmente recuerdo que toda la comunidad parroquial es también responsable de que sus miembros más jóvenes se apunten a clase de Religión. Todos -sacerdotes, seglares, religiosos, catequistas y el resto de fieles - hemos de valorar la clase de Religión y animar a los padres católicos a pedirla para sus hijos.