Se ha observado un incremento de uso de medios y artes prohibidos para la caza; ha sido rescatado un mochuelo europeo (Athene Noctua), especie protegida por el convenio Cites
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Castellón ha investigado a quince personas como presuntos autores de delitos contra la flora y la fauna al ser sorprendidos cazando aves con medios y artes prohibidas en distintas localidades de la provincia.
Dentro de las funciones que el Servicio de Protección de la Naturaleza tiene establecidas de prevención de la seguridad ciudadana, además de los múltiples cometidos propios de la especialidad y con motivo de la aplicación del Plan Acción Especial contra el Tráfico Ilegal y el Furtivismo Internacional de Especies Silvestres (Plan TIFIES), que da cumplimiento a la prioridad de la conservación de especies de fauna y flora amenazadas, componentes de los distintos equipos de Seprona A de la Guardia Civil de Castellón, han sorprendido a varias personas practicando la caza de aves mediante la modalidad 'parany' y red japonesa.
Método prohibido de caza que consiste en una trampa para pájaros dispuesta en los árboles donde se colocan unas “perchas” (maderas con hendiduras) a las que se le colocan unas “varetas” impregnadas en una sustancia adhesiva “liga” para capturar a las aves. Las aves son atraídas hacia el interior de los árboles con la ayuda de reclamos electrónicos, de manera que al posarse sobre las perchas impregnadas en este pegamento, se adhiere al plumaje perdiendo la capacidad de vuelo y cayendo al interior del Parany, que se encuentra circundado con algún tipo de red o malla donde quedan atrapados.
El uso de la liga así como de redes para la captura de animales se encuentra expresamente prohibido tanto por la Directiva 79/409/CEE, relativa a la conservación de aves silvestres, como por la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, al tratarse de métodos de caza masivos no selectivos.
Los guardias civiles han rescatado 102 aves de distintas especies, zorzales, curruca capirotada y un mochuelo comín liberándolos en el medio natural, y más de 110 aves muertas que son entregadas a los centros benéficos. Así mismo se ha incautado de un gran número utensilios empleados en este práctica ilegal como varetas, perchas, reproductores electrónicos de sonidos y altavoces.
Por ello se procedió a la instrucción de diligencias e investigación de quince personas como supuestos autores de delitos contra la fauna y la flora, tipificados en el artículo 336 del Código Penal.