Los establecimientos, que ‘aterrizan’ en las calles Alloza y Colón, son un ‘atelier’ de alta costura de vestidos de novia y fiesta, un centro de belleza y una tienda especializada en mochilas y maletas
No todo son malas noticias para el comercio local. Después de conocerse la ‘vuelta’ de una prestigiosa firma textil a Castelló, Roberto Verino, otros tres establecimientos se instalan en la ciudad. Y no lo hacen en cualquier calle, sino en dos viales ubicados en el ‘corazón’ del entramado comercial.
Y es que pese a que la calle Alloza acumula más de 25 locales vacíos y una actividad mermada desde hace años, tal y como ya publicó hace unos días Castellón Información, protagoniza esta semana dos nuevas aperturas. Un salón de belleza (Salonga Beauty), que ya ha inaugurado sus instalaciones, y una firma de alta costura de vestidos de novia y fiesta (Wendy Ruiz).
Se trata de dos nuevos ‘desembarcos’ que suponen una pequeña ‘inyección’ de oxígeno para el centro, cuyos comerciantes reclaman medidas urgentes para evitar bajar la persiana. Unas aperturas a las que se suma la tienda Paco Martínez, marca especializada en maletas y bolsos, que abrirá sus puertas próximamente en la calle Colón.
Los comerciantes de la zona esperan que estas tres nuevas aperturas “sean todo un éxito”, aunque algunos de ellos advierten de la situación crítica que vive el comercio de proximidad. “Necesitamos medidas urgentes para revitalizar la actividad comercial”. Esta es una de las demandas que más se repite entre los pequeños autónomos que regentan tiendas en las calles Alloza y Colón.
Y aunque algunos de ellos todavía mantienen la esperanza de poder revertir su situación, otros lo tienen claro: “Si esto sigue igual, tendré que cerrar mi negocio”. Con todo, insisten en la necesidad de ayudas por parte de la administración para ‘resucitar’ el comercio, aunque algunos ya han sentenciado que “el centro no se está muriendo, sino que ya está muerto”.
Plan estructural, censo de locales vacíos y colaboración con parkings
Conscientes de la problemática, desde la Concejalía de Comercio ya han anunciado que trabajan en un plan estratégico y estructural para devolver la vida al centro. El responsable del área, Alberto Vidal, adelantó también que el Ayuntamiento realizará a partir del 2024 un censo de comercios. Unos datos que no se actualizan desde el año 2014 y que resultan fundamentales para tener una radiografía del pequeño comercio de la ciudad.
La mejora del aspecto externo de las fachadas de los locales vacíos es otra de las estrategias del área. “Los establecimientos cerrados se llenan de pintadas, pegatinas y carteles”, con lo que ‘un lavado de cara’ de los mismos podría servir como herramienta para “promocionarlos para que empresas y emprendedores se interesen en desarrollar sus proyectos en ellos”.
La escasez de aparcamiento y la dificultad para acceder al centro es una de las principales quejas de los comerciantes. Por ello, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de colaborar con los propietarios de parkings para “permitir que el comprador pueda entrar sin problemas al centro sin que suponga demasiado coste ni para el usuario ni para los negocios”, adelantó Vidal