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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

Fallece a los 73 años el periodista Juan Enrique Más: “Prefiero ser cabeza de ratón que cola de león”

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El periodista Juan Enrique Más ha fallecido a la edad de 73 años. Fue dos veces director de Castellón Diario, pero también trabajó en Mediterráneo y en Levante, formó parte de Radio Nacional de España y colaboró con empresas, asociaciones y colectivos. Alguno de sus titulares dieron la vuelta a España, como el de Castellón Diario de 1982: “Gana el Psoe, pierde España”. Con un fuerte carácter también era además mordaz y sardónico. En alguna ocasión comentó: “Prefiero ser cabeza de ratón que cola de león”. Nunca se fue.

Esperanza Molina/Castellón Información

Tenía un genio de mil demonios, y no era precisamente ‘agradable’ cuando se trataba de dirigir el periódico o de ‘tolerar’ una falta de alguno de los profesionales que trabajaban a sus órdenes. Pero al mismo tiempo, y sobre todo, en los últimos tiempos, la ternura escondida debajo de la piel de aquel viejo zorro, aparecía con más facilidad.

Juan Enrique Mas en rueda de Prensa en la Magdalena 1989
Juan Enrique Mas en rueda de Prensa en la Magdalena 1988

Cuando uno se va, de verdad, todo el mundo tiende a llenarlo de calificativos positivos que, posiblemente, no le hubieran dedicado cuando vivía. Este no es el caso.

Era un poco misógino, prepotente, intolerante a veces, gruñón, y sardónico. Pero también era un periodista de la cabeza a los pies, de los pocos que quedan de una época en la que el periodismo se vivía de otra manera y se valoraba, también, de forma distinta. Algo receloso de los compañeros a los que él pensaba que se trataba mejor o que tenían menos méritos que él; mordaz en grado sumo, y perfeccionista con su trabajo. Desconfiado, pero a la vez, solo, tremendamente solo.

Para Juan Enrique Mas, su trabajo era su vida. Era una de esas personas que viven para trabajar y que no consienten que los pise nadie.

Trabajó en el Periódico Mediterráneo. Fue dos veces director de Castellón Diario; colaboró con Levante de Castellón; estuvo ligado a Radio Nacional de España, y colaboró  en la comunicación de múltiples empresas. Ejerció también como jefe del Gabinete del alcalde José Luís Gimeno.

En resumen, hizo de todo casi en todas partes y presumía de conocer mejor que muchos la provincia, la Capital de la Plana y a la sociedad protagonista de cada momento, con sus virtudes y sus más oscuros secretos.

Castellón Diario 87
Plantilla de Castellón Diario con Juan Enrique Mas

Cuando comencé a trabajar en Castellón Diario, hace mil años, Juan Enrique Más acababa de dejar su cargo como director del rotativo. Nombraron para ese puesto a Basilio Trilles, de quien se decía de forma coloquial que: “había sido criado a sus pechos”.

Como ya he mencionado, era otra época. Había compañeros que se agachaban para poder verte las piernas. Las jornadas en el diario eran interminables. Castellón Diario tenía rotativa propia, como los de antes. Y eso quería decir, que la hora de cierre podía prolongarse incluso hasta las cuatro de la mañana. Era esa época la que se reproduce todavía en algunas películas con las  máquinas de escribir antiguas y pesadas, donde te dejabas los dedos al apretar cada tecla, y que levantabas después, en posición vertical, para poder disponer de espacio para corregir los textos con tipex, antes de entregarlos y que fueran a talleres para ser ‘picados’ por los teclistas.

Era la época en que cuando llegaba un becario lo mandabas a talleres para que te trajera ‘un cícero’, y el pobre acababa dando mil vueltas por el sótano, preguntando, para volver después con la cara roja porque no lo había encontrado. Cuando las jornadas se hacían tan largas, que todavía te tomabas una copa o un café para comentar lo que había dado de sí el día. Vivías en el periódico. Tu familia era doble, la de tu casa, cuando aparecías, y la del periódico que te rodeaba en todo momento.

Y en aquel periódico, además, podía suceder casi de todo. Que se colgaran estampitas de las copleras y cupletistas más veteranas en la pared, y que algunos compañeros aparecieran de rodillas en la redacción rezando a ‘Santa Estrellita Castro’ o Marifé de Triana, para que les iluminara con su noticia. Podía pasar que, en un momento dado, alguno saltara sobre una mesa y pegara dos gritos; que otros intentarán sacarte punta y que alguien apareciera para dar la cara por ti. No era un  periódico al uso. Quienes vivimos aquello, tampoco.

Juan Enrique Más en la bodeguilla de CDiario con Díaz Naya
Juan Enrique Más en la bodeguilla de C.Diario, con Días Naya

Era una época donde el periodista todavía podía asomar un poco de su personalidad, y eso se valoraba. El titular lo ponía el director, el texto era para el periodista, que hasta podía identificarse y no comulgar con la ideología del periódico si sabía jugar con las frases y las palabras.

Cuando yo llegué a Castellón Diario, Juan Enrique Más ya  era una leyenda. Que si era muy duro, que si hizo llorar una vez a Pepe Chiva (compañero ya desaparecido), cuando no le entregó una noticia. Que exigía mucho, que cuestionaba a según quien y como por quien era o de donde era… Que si tuvo algo que ver con el 23F cuando Mediterráneo publicó la noticia de ‘cuando florecen los almendros’, que supuestamente había sido la señal para el fallido golpe de estado...

Pero sus titulares, las andanzas de su primera época en Castellón Diario han llegado a hacer historia. La más sonada de Juan Enrique Más, fue la portada de Castellón Diario cuando el Psoe ganaba las elecciones en el 82. Paralelamente, la Selección Española había jugado también un partido que no acabó muy bien. El titular, a toda página dio la vuelta a toda España: “Ganó el Psoe perdió España”.

Hubo otros, y otras historias. Me comentaban que un conocido restaurante amenazó al periódico porque uno de sus redactores había recogido unas críticas de los vecinos, donde se dudaba de la procedencia de la carne que guisaba. Juan Enrique recibió la crítica. El titular al día siguiente  rezaba: “el (restaurante) no da gato por liebre”.

Era también otra sociedad, la de un Castellón que se despertaba a la democracia, pero que luchaba denodadamente para no perder su identidad. El Castellón de algunas tertulias (de las que aún quedan retazos), donde se analizaba la actualidad del momento. Un Castellón de izquierdas y de derechas con un primer alcalde democrático, Antonio Tirado, que era respetado por todos los partidos, porque se conservaba una idea de ciudad, que era fundamentalmente más importante que otras historias.

Cuando Juan Enrique Más dirigió Castellón Diario por segunda vez, las cosas ya habían empezado a cambiar. Había nacido Levante de Castellón. Los dos periódicos, el de siempre, Mediterráneo, y el montado por empresarios con la democracia, Castellón Diario, ya no estaban solos. Levante cambió el ritmo en muchas cosas. Incluso los periodistas, que fueran del medio que fuera se reunían para celebrar el verano, la Magdalena; que pactaban noticias, que colaboraban en la búsqueda de informaciones, cambiaron también. La guerra de los tres periódicos para dar el mejor titular, la mejor primicia, también se imprimió en sus redactores que pasaron a ser peones de las empresas periodísticas.

La llegada de Juan Enrique Más por segunda vez a Castellón Diario, solventaba temporalmente la crisis de una empresa cuyos empresarios convirtieron en un circo. Juan Enrique Más abría una nueva etapa. “No sé lo que os han contado de mí, pero no voy a tolerar que las cosas no se hagan como se tienen que hacer”. No sé si es textual, pero eso es lo que yo recuerdo del primer día en que tomó posesión. Para entonces los ordenadores ya habían entrado de lleno en las redacciones. El propio periodista escribía y corregía su página e intentaba trampear con los titulares para que cupiera una letra de más.

Juan Enrique Más venía de colaborar con Levante de Castellón e intentaba desarrollar en Castellón Diario muchas de las cosas que había aprendido en Levante, pero sin perder de vista el estilo propio de Castellón Diario. Levante y Castellón diario compartían una forma de hacer, la de los periódicos donde se debe contar bien y completa la noticia. Y se diferenciaban en la ideología que respaldaba a ambos medios. Mediterráneo, era otra cosa, en plena transformación, primaban los titulares, las fotos y los textos cortos.

De aquella historia solo cabe apuntar que Castellón Diario ya estaba herido de muerte. Los empresarios apuntaron dos soluciones, una, que el Heraldo de Zaragoza se hiciera cargo de él, conservando la cabecera y parte de su identidad o recuperando el histórico Heraldo de Castellón. Juan Enrique Más se opuso siempre. La segunda: cerrar y abrir un nuevo periódico y a poder ser con gente distinta.

Personalmente yo no conocí al ‘Juan Enrique Más ogro’, que me habían descrito los compañeros. Pero si al director exigente que te sacaba todo el partido. Que se sabía antes que tú quien era quién y cómo funcionaban las cosas. ¡Ojo!, y al director, que por muy serio que fuera con sus redactores, también los defendía a capa y espada cuando se producía alguna crítica.

Yo recuerdo aquello como una época personalmente muy complicada, donde mi jefe, Juan Enrique Más, era persona. Y como tal y entre personas, trabajé junto a un señor que posiblemente escondiera lo mejor de sí mismo por miedo a que alguien se lo mancillara.

El funeral se celebrará mañana, jueves, en el Tanatorio de la Magdalena. DEP.