El concejal del Grupo Municipal Socialista, es subdelegado del gobierno de Castellón, y ex candidato a la alcaldía de Castellón, Juan María Calles, se enfrenta a la condena de su propio partido, tras ser juzgado y condenado, por conducir ebrio en la madrugada del pasado día 19. El partido le pide ahora que “cumpla con lo que debe” ¿Le está pidiendo la dimisión de su acta de concejal?
E.M.
La noticia saltaba ayer, cuando fuentes del Tribunal Superior de Justicia confirmaban que el concejal del Grupo municipal socialista había sido juzgado y condenado por un delito contra la seguridad vial cometido en la madrugada del pasado día 19.
Según indica la sentencia del Juzgado nº 3 de Castellón, “El acusado, Juan María Calles Moreno........... sobre las 4:25 horas del día 19 de marzo de 2014 conducía el turismo matrícula ……. con sus facultades psicofísicas disminuidas por la previa ingesta de bebidas alcohólicas, cuando al circular por la Avenida Jaime I con la calle Puebla Tornesa de la localidad de Castellón, y con motivo de un control preventivo, fue requerido a fin de someterse voluntariamente a las pruebas de determinación del grado de impregnación alcohólica mediante etilometro debidamente calibrado y homologado, arrojando un resultado positivo de 0:84 y 0:82 miligramos por litro de aire espirado en primera y segunda pruebas practicadas a las 4:47 y 5:13 horas respectivamente, no deseando previo ofrecimiento posterior someterse a las pruebas de contraste.”
Juan María Calles acudió al juicio rápido, celebrado el pasado jueves, 20 de marzo, donde admitió la veracidad de la acusación.
La sentencia fue tan rápida como el juicio, condena a Juan María Calles “como responsable en concepto de autor de un delito contra la seguridad vial previsto en el art. 379.2 del CP, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de cuatro meses de multa, a razón de diez euros diarios, con la responsabilidad personal subsidiaria prevista en el art. 53 del CP y ocho meses de privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores, junto con la imposición de las costas procesales.”.
Cuando se difundió la noticia ayer, corrió como la pólvora. Se daba la circunstancia de que el jueves, día del juicio, se realizó pleno municipal por la mañana, al que Calles, se incorporaba tarde…
Pero el día de ayer acababa también con sorpresa, cuando pasadas las nueve de la noche, la Agrupación Local del Pspv Castellón, remitía un comunicado sobre el tema.
Comunicado de la Agrupación local del PSPV en Castellón
“El Pspv lamenta la conducta del edil Juan María Calles.
El PSPV de Castelló de la Plana lamenta y condena la conducta del concejal socialista Juan María Calles, condenado por un delito contra la seguridad vial cometido la madrugada del pasado 19 de marzo.
La Agrupación valora positivamente la posterior reacción personal de Calles, pidiendo disculpas por su conducta improcedente.
Consideramos que debe completar su decisión dando un paso adelante ejemplarizante y consecuente con la actividad pública que realiza y con su trayectoria política en Castellón, acorde con las normas éticas de este partido”.
Es decir, blanco y en botella. Que renuncie a su acta de concejal y dimita. Si Calles consintiera, el Grupo Municipal resolvería uno de los problemas, más acuciantes, que arrastra desde el principio de la legislatura.
Calles, que pasó de ser socialmente ‘conocido y reconocido’, a entrar en política al ser nombrado subdelegado del Gobierno de Castellón por el Psoe; apuntó enseguida maneras, y era un secreto a voces que el Psoe lo estaba preparando para presentarlo como alcaldable de Castellón.
Pero eran tiempos mejores, en los que Calles contaba con el respaldo del partido, en Castellón y en Madrid.
Pese a la ‘popularidad’ del nuevo candidato, el Psoe volvió a perder las elecciones, el PP mantuvo su mayoría absoluta.
En el 2011 Calles volvió a ser propuesto como cabeza de lista al Ayuntamiento de Castellón, en el Grupo Socialista. Pero, ¡para que engañarse!, había divergencias en el seno del partido. “el tipo simpático”, ya no lo era tanto. Dentro de las filas socialistas las diferentes corrientes pusieron en duda su capacidad de liderazgo. Pero finalmente vencieron los que lo apoyaban y Calles volvió a ser el candidato, con una lista variopinta y de muchas tendencias. Y el candidato además, para demostrar su liderazgo protagonizó una campaña agresiva, donde difundía mensajes como: “yo solo me presento a alcalde”. Pero tampoco llegó. Y además, el Psoe rozó la catástrofe con la pérdida de votos.
En el Partido, todos los que lo habían cuestionado antes, pidieron su cabeza. Para empezar, Calles pasaba de líder a furgón de cola. Amparo Marco, pasaba a liderar el grupo como portavoz. La crisis en el Psoe estaba abierta, pero además, cantaba.
Calles no dimitió. Estuvo de baja una temporada y, aunque tarde, acabó incorporándose al Grupo Municipal Socialista. La Ley indica que las actas de concejales son personales, no pertenecen al partido. Calles fue relegado a soldado raso, y prácticamente no tiene función alguna, solo asistir a los plenos, y provocar la crítica constante del partido en el Gobierno: “tenemos al concejal más caro de España, cobra por no hacer nada”.
Y aunque parezca mentira, Calles ha aguantado el tirón. Mes tras mes y pleno tras pleno. Llega al salón, se sienta e intenta no dar cabezadas por si lo pillan con alguna fotografía indiscreta cuando el aburrimiento puede más que él.
El nombramiento de Daniel Gozalbo, al frente de la Ejecutiva Local socialista de Castellón, ha dado un nuevo impulso a la agrupación, y está promoviendo cambios, que los militantes empiezan a aceptar con ganas.
La denuncia y la condena del concejal, pone a la agrupación en una posición incómoda, pero a la vez, muy oportuna. Tras adoptarse la decisión, ayer tarde, el partido se puso en contacto con Calles. ¿Y ahora qué?
