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La temporada que la cantera del Villarreal alcanzó el cielo fue la 2018-19. Campeón de Liga, campeón de la Copa del Rey y subcampeón de la Copa de Campeones (se cayó en los penaltis, ante el Real Zaragoza). Una campaña de ensueño para la joven escuadra que entrena Miguel Ángel Tena. Un éxito total conseguido después de disputar cuarenta partidos, de nueve meses de trabajo en tres frentes diferentes. Primero la competición liguera en el grupo VII de División de Honor, luego la Copa de Campeones donde participan los campeones de los siete grupos de la categoría (más el mejor subcampeón) y finalmente el torneo del KO, la Copa del Rey que sirvió el segundo título de la temporada para el juvenil 'groguet'.
Ha sido una temporada larga, muy larga. De cuarenta partidos. El juvenil del Villarreal es el único equipo de los 114 equipos de la categoría que ha disputado todos y cada uno de los encuentros posibles: cuarenta. Además, la recta final del equipo de la Plana Baixa es digna de admirar. No perdió en ninguno de los 20 últimos partidos que disputó: los últimos 10 en Liga (9 triunfos y 1 empate); los 3 de la Copa de Campeones (2 victorias y un empate) y los 7 posibles de la Copa del Rey (4 triunfos y tres empates). En total esos 20 encuentros los saldó con 15 victorias y 5 empates. La última derrota fue la encajada el 20 de enero pasado en el Mini Estadi contra el enrachado Levante (1-2).
En Liga se consiguió remontar en la segunda vuelta. Se desbancó al Levante y al València, para acabar levantando el título de Liga. En la Copa de Campeones se superó primero al Numancia, después al Sevilla, pero en la final se empató con el Real Zaragoza (0-0), cayendo en la tanda de los penaltis. Luego llegó la Copa del Rey, una de las competiciones más atractivas. En octavos tocó el Real Zaragoza. Hubo venganza. En los cuartos de final tocó la Real Sociedad. En semifinales la gran bestia negra, el Real Madrid, y en la final los de Miguel Ángel Tena se las tuvieron que ver con el vigente campeón del torneo, el Atlético de Madrid. Se le venció con autoridad (3-0) en Roquetas de Mar.
Y con el levantamiento de la Copa del Rey se puso punto y final a una temporada ensueño. Una generación de grandísimos futbolistas que han dejado el listón muy alto. Faltó muy poco para el triplete.