F. F.
Kiko Ramírez, entrenador del Castellón, destacó este jueves la actitud de su equipo desde que él tomase posesión del banquillo albinegro. “En el plantel nadie cree que tiene el puesto asegurado y trabaja muy bien en los entrenamientos”, aseguró el preparador tarraconense. Éste quiso resaltar la predisposición de todos los jugadores.
Se trabaja al máximo en todos los aspectos. Principalmente en hacer mejor al Castellón, jornada tras jornadas. “Este equipo en la segunda vuelta será más bloque, más difícil de batir por los adversarios”, destacó. “En los inicios de los partidos debemos ser más seguros en los primeros minutos. Nuestro objetivo no es otro que encajar el menos número de goles. Estamos en el camino de mejorar”, agregó.
El domingo llegará a Castalia el Recambios Colón, a las 12.00 horas. El equipo volverá a jugar después del parón navideño. “Esta es una semana difícil. Venimos de vacaciones, de no jugar durante siete días. Cuando vuelves a competir tras un parón siempre el partido es trampa, un partido complicado”, opinó. “Es mi trabajo y mi deber motivarles, y confío plenamente en mis futbolistas”, dijo.
Finalmente, Kiko Ramírez también se refirió al tema de posibles refuerzos ahora en el mercado de invierno, teniendo en cuenta de que en el plantel hay tres jugadores a prueba: el portero Carlos Villa (ex Acero), que vendría para el filial; o el mediocentro exalbinegro Omar Monterde y el delantero Raúl Carmona (ex Buñol). “Trabajamos en el tema de posibles refuerzos porque tenemos fichas libres. Si podemos compensar el equipo se hará. Si no, confío en la gente actual y con los lesionados que se recuperarán”, concluyó el técnico del Castellón.