La Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., (CHJ) ha iniciado este verano los trabajos de la primera fase de la restauración integral del río Palancia, una actuación sobre más de 3,3 kilómetros de cauce centrada en eliminar la presencia de especies exóticas invasoras y recuperar la vegetación autóctona de ribera. El presupuesto de las labores de restauración que se llevan a cabo en los términos municipales de las localidades castellonenses de Soneja y Castellnovo asciende hasta los 1,5 millones de euros.
Los trabajos de restauración en el río Palancia comenzaron el pasado 12 de julio y tienen un plazo de ejecución de 10 meses. Se trata de la primera fase de un conjunto de actuaciones que pretender restaurar y conservar la totalidad del tramo medio del río Palancia. En este sentido, el Palancia es el primero de los ocho ríos de la cuenca del Júcar que el Organismo tiene previsto restaurar de forma integral. Se trata de actuaciones, divididas en varias fases, que pretenden recuperar el estado original de los cauces fluviales en una longitud y extensión mucho más grande de lo habitual.
Cabe recordar que la restauración integral del río Palancia, al igual que las del Mijares, Turia, Júcar, Magro, Verde, Serpis y Vinalopó, es una de las principales novedades incluidas en el Plan Hidrológico del Júcar 2022-2027 aprobado a principios de este mismo año. Este tipo de medidas son muy importantes de cara a conseguir alcanzar el buen estado de todas las masas de agua, tal y como establece la Directiva Marco del Agua.
En cuanto a las labores de restauración iniciadas en el cauce del río Palancia este verano, los trabajos se centran en la eliminación de especies exóticas invasoras, en su mayoría caña común o Arundo Donax. Primero se realiza un desbroce y triturado de la parte aérea de la planta para después, una vez adecuado el terreno, proceder a la instalación de una cubierta de geotextil de polipropileno que permitirá agotar el rizoma de la caña. Las lonas permanecerán en el terreno al menos 18 meses, el tiempo estimado y necesario para que la planta no vuelva a crecer.
Transcurrido este tiempo, se procederá a retirar el geotextil y tras la adecuación del terreno se irán realizando de forma periódica plantaciones de especies autóctonas de ribera. Se trata vegetación, supervisada por técnicos de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, que permite recuperar el estado natural de la ribera con especies como juncos, lirios, dorycnium, sauces, olmos, chopos, álamos, fresnos, tamarix, entre otras.
De igual forma, estas plantaciones, con el objetivo de asegurar el éxito de la actuación, deben ser supervisadas y controladas por parte de los ayuntamientos colaboradores, que se encargarán de su mantenimiento. “Es una de las claves para que este tipo de actuaciones funcionen. Las restauraciones fluviales deben ser cosa de todos y la ayuda que nos prestan los ayuntamientos es fundamental para lograr que nuestros ríos recuperen sus ecosistemas”, explican desde la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar.