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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 18:44

La confianza en la empresa...

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... cuesta mucho ganársela y se pierde fácilmente

La mayoría de nosotros, sabemos que la “confianza” es el pilar estratégico en una relación de pareja. Sin embargo, en el entorno empresarial muchas veces los dirigentes olvidamos que también es el pegamento de los equipos y un elemento indispensable para que nuestra empresa tenga éxito y además de una forma sostenible.

Y es que empezamos construyendo como en muchas otras cosas, la casa por el tejado. Es decir, estamos en ocasiones tan preocupados por los resultados, que olvidamos que los números los dan las personas. Y más concretamente, cuando estas tienen confianza con sus líderes y el proyecto empresarial en el que están.

Así pues, todos deberíamos tener entre nuestras prioridades a la hora de dirigir, la construcción y el mantenimiento de la confianza. Y es que cuesta mucho ganarse la confianza y muy poco perderla. Los que también nos dedicamos a las ventas lo sabemos perfectamente.

La confianza por su parte es un juicio, que provoca un contexto emocional entre ambos y que repercute en el tipo de relación que se crea. Esta relación por su parte, se construye escuchando mucho más a las personas, dando feedback al respecto el desempeño de cada una de forma habitual, hablando sobre futuras oportunidades laborales, dotándoles de autonomía en sus puestos de trabajo o invirtiendo en su formación, a modo de ejemplo.

Es entonces, cuando una persona que siente que su empresa confía en él o ella y además se compromete en su desarrollo, esta empieza a involucrarse más allá de su salario. Sin embargo, todavía me encuentro en algunas empresas a las que ayudo, que persiste la cultura del “miedo” y el “control”. Y debemos entender cuanto antes, que necesitamos cambiar. Por cuanto las futuras generaciones (especialmente la Z), no comulgan con este tipo de liderazgo entre otras cosas.

El lado positivo es que también hay, aunque bastantes menos, empresarios con la suficiente inteligencia emocional como para cultivar mucho más la escucha, que se muestran humildes, que predican con el ejemplo, que tienen entre sus prioridades a las personas y que se muestran como grandes “catalizadores” de ese elemento secreto al que hemos denominado confianza.

Por último, y como de bien nacido es ser agradecido, aprovecho para dar las gracias de todo corazón a la Dirección del periódico, este espacio y también a ti querido lector, por la confianza al leerme y espero que sigamos viajando juntos al éxito en futuros artículos. gracias.