F. A.
En el fútbol mandan los resultados por encima del juego exhibido. Por eso los cimientos del banquillo se tambalean desde el pasado domingo por la noche cuando el equipo cayó por la mínima en el campo del líder Elche. Pero no se esperan movimientos drásticos. Julio Velázquez, salvo sorpresa de última hora, dirigirá el domingo al Villarreal contra el Alcorcón en El Madrigal. Ese partido se ha convertido en toda una final anticipada. 
El conjunto amarillo tiene el mayor presupuesto de los veintidós equipos de Segunda División. Y todos coinciden que además cuenta con la mejor plantilla. El problema es que su juego no convence y además ahora los marcadores obtenidos empiezan a preocupar, en especial a un gran sector de la afición. Pero lo dicho: de momento no se esperan movimientos en el banquillo. Eso sí, todo lo que no sea ganar al Alcorcón será otro cantar.
Por todo ello, el Villarreal tiene muchas dudas respecto al técnico vallisoletano. De ahí que ayer lunes se produjeran reuniones de urgencia en las oficinas de la Ciutat Esportiva. Fernando Roig ha optado, de momento, por mantener a Julio Velázquez en su puesto. Pero ahora más que nunca el joven preparador está en el ojo del huracán.
Descanso y mañana regreso al trabajo
El equipo ha descansado este martes. Mañana el equipo amarillo emprenderá el trabajo para afrontar lo mejor posible el encuentro dominical, a las 17.00 horas, contra el Alcorcón. Volverá el fútbol al horario preferido por la afición y no los últimos experimentos de jugar los sábados por la tarde o los domingos por la mañana por la noche.
Pendientes de las alegaciones a la tarjeta de Musacchio.
Mientras, el conjunto villarrealense está pendiente del comité de competición al que presentó alegaciones contra la tarjeta que vio el defensa argentino Mateo Musacchio el sábado en Elche. Es la quinta y tendría que cumplir ciclo. Pero las imágenes demuestran claramente que el que tocó el balón con la mano fue el lateral zurdo Joan Oriol.
