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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 15:50

La cosecha de uva de vinificación tiene una previsión de descenso del 30% respecto a la campaña anterior

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El calor extremo de este verano y las pocas precipitaciones a lo largo del año han hecho que la fecha de la vendimia de 2022 se adelante dos semanas

El inicio de la vendimia en la provincia de Castellón está cerca, y las primeras estimaciones de LA UNIÓ de Llauradors prevén una campaña de uva de vinificación con aproximadamente un 30% menos de cosecha que la pasada, pero en la que cabe destacar una gran calidad del fruto. El año pasado ya hubo un descenso considerable de producción respecto a 2020 en el conjunto de la Comunitat Valenciana. Dependiendo de la zona, la cosecha disminuyó entre un 20% y un 25%, llegando incluso al 40% en algunas regiones, como consecuencia de los episodios de granizo durante el verano y por el ataque del hongo mildiu.

Este año 2022, en el que se vuelve a prever otro descenso en la producción uva de vinificación, ha estado marcado en lo meteorológico por la inestabilidad, con mucho frío en invierno y el calor extremo que lleva acompañándonos los últimos meses.

El calendario normativo de la vendimia siempre solía tener unas fechas marcadas para su correcta realización. En enero tiene lugar la poda de las viñas, el objetivo es evitar que haya un exceso de racimos que pueda empeorar la calidad; en febrero se separan los esquejes para los injertos del año próximo; y llegados a marzo, se realizará el primer arado profundo, para dejar al descubierto las bases de las cepas. 

Abril es un mes sumamente importante, ya que se realizan los tratamientos preventivos para el control de plagas y enfermedades; en mayo, toca el segundo arado, complementado con la pulverización de la viña contra el oidium y el mildiu. Con la llegada del verano, en junio se realizará la segunda poda, aclarando los brotes para seleccionar los mejores; y entre julio y agosto se realiza el tercer arado y se controla el fruto, para llegar a septiembre, el mes de la vendimia, en perfectas condiciones.

Sin embargo, este año, según los datos de LA UNIÓ, volverá a adelantarse, tal y como viene sucediendo últimamente. El calor y las pocas precipitaciones a lo largo del año han sido los causantes de este cambio de fechas, ya que han acelerado la maduración de la uva. Se habla de que la vendimia podría llegar dos semanas antes respecto al calendario normativo establecido.

Por otro lado, los altos costes de producción es otra de las preocupaciones para los agricultores. Estos han aumentado considerablemente, lo que restará sin duda margen de beneficio. Por este motivo la organización confía en que los operadores comerciales ofrezcan esta campaña un precio justo por una uva que tiene una gran calidad. En este sentido, desde LA UNIÓ se indica que cualquier cifra que no supere los 0,36 euro/kg de uva no sería justificable. 

En cuanto a la producción propia de Castellón, actualmente la IGP Vinos de Castellón la conforman un total de 15 bodegas, de las cuales cuatro de ellas se ubican en Les Useres. El resto se reparten entre los municipios de Benlloch, Soneja, Almedíjar, Segorbe, Viver, Sant Mateu, Azúebar, Canet lo Roig, Cabanes y Torre Endoménech. En Castellón se producen más de una sesentena de vinos distintos y con uvas características según su zona de cultivo.

En total, la provincia cuenta con 840 hectáreas tanto de secano como de regadío con las que cuenta para la producción de uva. Según los datos del Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana, la producción de vino en la provincia se localiza en pocas zonas. Estas son Vilafamés, Les Useres y Benlloch, básicamente sucede esto porque son los términos municipales cuentan con más presencia de viñedos en sus tierras.

Que Castellón únicamente trabaje con 840 hectáreas de viñedos, se traduce en que la superficie para la producción vinícola en Castellón tan solo representa un 1,3% del total de la Comunitat Valenciana, que cuenta con un total de 63.570 hectáreas. Los números quedan muy lejos de los de las provincias de Alicante y Valencia, que además se encuentran entre las provincias más importantes de España en cuanto a hectáreas de viña. 

La producción total de Castellón en la última actualización de 2021, fue de aproximadamente 1.600 toneladas, lo que escenifica un 0,3% del total de la Comunitat Valenciana, que estuvo cerca de alcanzar las 420.000 toneladas. Valencia, en la pasada campaña, fue la provincia con más producción del territorio valenciano con un total de 285.556 toneladas.

Casi todo el vino que produce Castellón se consume, pero el sector insiste en que se puede crecer más, ya que apenas el 10% del vino que se bebe en la provincia se elabora en la provincia. Las bodegas de la provincia quieren aprovechar el aumento de la demanda de todo el país, ya que tras algunos años de caída, a partir del 2019 volvió al ritmo de demanda habitual.

Algo que también aumenta es la exportación de vino. Nigeria, Francia y China son algunos de los principales clientes. La república africana de Nigeria, con un total de 173 millones de habitantes, consume prácticamente la mitad de todo el vino que exporta la provincia. En el último año compró vinos por valor de un millón de euros. Argelia y China ocupan el segundo y tercer lugar respectivamente.

La bodega Mas de Rander, en Benlloch, es un ejemplo de empresa que cada día se hace más fuerte en el exterior. Sus vinos están presentes ya en países como Bélgica, Alemania, Estados Unidos e Italia. La bodega Mayo García, en Vilafamés, ta,también es otro buen ejemplo de esto, ya que han llegado a exportar su producto a países como Japón y Corea del Sur.

Desde el sector aseguran que la exportación ha sido la vía de escape para cubrir el descenso en las ventas que se produjo en el mercado nacional hace algunos años. Cada vez son más los litros de vino producidos en Castellón que se venden al exterior, y también, cada día aumenta el número de bodegas y empresas comercializadoras de la provincia que cruzan la frontera.