El equipo de Gobierno está decidido a cumplir con la Ley de Memoria Histórica durante el próximo ejercicio
La Cruz de los Caídos del Parque Ribalta tiene los días contados. El equipo de Gobierno está decidido a aplicar la Ley de Memoria Histórica y eliminar los símbolos franquistas el próximo año, con cargo a los presupuestos del 2018. Aunque inicialmente se pensó en la posibilidad de trasladar la Cruz, el equipo de Gobierno no dispone de espacio ni lugar capaz de albergarla, y además el estado del hormigón podría no soportarlo, por lo tanto se baraja ya su derribo. En este espacio se plantarán árboles.
Esperanza Molina/Castellón Información
El equipo de Gobierno está decidido a aplicar la Ley de Memoria Histórica y eliminar los símbolos franquistas durante el próximo año, con cargo a los presupuestos de 2018.
Así lo ha explicado la portavoz, Verónica Ruiz, quien ha reconocido que es uno de los puntos que se firmaron en el Pacto del Grao que ha permitido el Gobierno de Castellón, y lo van a cumplir.
Uno de estos símbolos, el que más ampollas levanta, es la Cruz de los Caídos, situada en el Parque Ribalta de Castellón.
Se trata de un monumento de hormigón, erigido en 1944 por la Dictadura Franquista, y dedicada a “los Caídos por Dios y por España”, como exaltación de la victoria del movimiento franquista en la Guerra Civil Española.
En 1979, con la llegada de la Democracia y la constitución del primer ayuntamiento democrático de Castellón el 20 de abril, la institución municipal acordó reconvertir la Cruz en un símbolo que recordar a todas las víctimas de la Guerra Civil Española y retirar los emblemas franquistas que acompañaban al monumento.
Desde entonces, hace 38 años, la Cruz ha permanecido en el parque Ribalta, para recordar a todas las víctimas de una Guerra Civil que enfrentó a toda la sociedad española.
Sin embargo, la Cruz resulta polémica, porque para unos es el emblema que recuerda a una Dictadura que respetaron o apoyaron; para otros, es el símbolo que recuerda a las víctimas del movimiento franquista. Los hay que lo valoran como emblema religioso con respeto…Y para la gran mayoría simplemente está.
Hasta ahora, las corporaciones anteriores no han tocado un tema que recuerda antiguos monstruos dormidos, por la polémica que, como se ha demostrado, podía levantar. Pero el tripartito, integrado por PSOE, Compromís y Castelló en Moviment, lo incluyó como punto prioritario en su ‘Pacto del Grao’, con arreglo a la Ley de Memoria Histórica que contempla la eliminación de símbolos franquistas.
Y ahora, después de dos años de gobierno, el bipartito está decidido a llevarlo a cabo y acabar con la Cruz de los Caídos, a la que ha considerado símbolo de exaltación franquista en base al informe del Comité de Técnico del pasado 27 de junio del presente año, en el que indica: “el monumento sigue siendo un signo de exaltación de la Guerra Civil y de la Dictadura, por ser un punto de concentración parra la exaltación del franquismo en fechas concretas”.
Con este informe y aun cuando el Ayuntamiento tiene potestad de retirarla o no, el equipo de Gobierno tiene ya la justificación para retirarla, sobre todo, porque el informe indica también “que la cruz no constituye un elemento histórico y tampoco tiene valor artístico”.
¿Qué va a pasar con la Cruz de los Caídos?
Aunque inicialmente se estimó, más por interpretaciones de la prensa que por declaraciones oficiales (afirmaban desde el equipo de Gobierno), que lo adecuado sería trasladarla a otro espacio… como por ejemplo, el cementerio de San José… al día de hoy esta opción parece totalmente descartada.
Para empezar, explicaba hoy la portavoz, Verónica Ruiz, no hay espacio en el Cementerio de San José, las dimensiones de la cruz, no caben en cualquier sitio ni pueden ser ubicados en cualquier parte… si la ciudad tuviera un museo por la paz, o un “museo de los horrores” se podría trasladar allí… pero además, entienden que la Cruz, de hormigón, tampoco podría desmontarse para ser llevada a otro lado…
Dicho todo esto y sin entrar en más detalles, todo parece apuntar a que la intención del equipo de Gobierno pasa por su derribo, no por su traslado.
En este espacio, indicó la portavoz, está previsto desarrollar un proyecto arbóreo… es decir, plantar árboles.
Y la intención del mismo equipo es realizar esta operación durante el próximo año, con cargo a los presupuestos del 2018, según el compromiso adquirido en el Pacto del Grao.
Para poder llevar a cabo esta operación, el Ayuntamiento necesitará primero, el permiso de la Conselleria de Cultura, ya que el Parque Ribalta está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). ¿Cuánto tiempo puede necesitar el Ayuntamiento para solicitar el permiso, obtenerlo, contratar la demolición, y conseguir la aprobación de un nuevo proyecto para el parque?.
La portavoz, Verónica Ruiz, ha manifestado que esta tramitación puede no retrasarse en el tiempo… y como ejemplo, las actuaciones que se han desarrollado en la fachada del edificio municipal.
Sea como fuere, la polémica está servida y, para muestra, el pleno de ayer del Ayuntamiento, en el que se debatió el tema, y las manifestaciones de algunos de los asistentes, como recoge el vídeo publicado ayer por Castellón Información.
Además, el Ayuntamiento, en base a la relación de elementos franquistas que ha catalogado, procederá a retirarlos el próximo año, y remitirá cartas a los propietarios de los espacios donde se encuentran (si son privados), para que se considere su eliminación.